Walter Röhrl y los Porsche 911 Turbo

30 diciembre, 2020
GERARDO ROMERO-REQUEJO M.
Repaso a su evolución

El legendario piloto de rallyes Walter Röhrl, es un colaborador activo en el desarrollo de modelos Porsche desde hace varias décadas y es el que mejor conoce la evolución del Porsche 911 Turbo desde sus comienzos, allá por 1975. Y es que el propio Röhrl compró en 1979 uno, además de que su primer coche de empresa en Porsche también fue un 911 Turbo.

Modelo estrella en la gama 911, el primer Porsche 911 Turbo (930) fue el resultado de la evolución de esta novedosa tecnología en competición a finales de los años 60, iniciando el desarrollo sobre el 911 en 1972. Al cambiar las reglas de la FIA en 1975 para los Grupos 4 y 5 donde competía el 911 Turbo Carrera RSR 2.1, la marca necesitaba homologarlo como modelo de producción, dando lugar a la primera generación, denominada 930.

Esta primera variante entregaba inicialmente 260 CV a partir de un motor 6 cilindros boxer de 3.0 litros, asociado a una caja de cambios de 4 velocidades. Walter Röhrl define a esta primera variante Turbo como «puntiaguda en la entrega de potencia, pero eso la convertía en un reto fantástico para los conductores expertos». En 1977 se subió la cilindrada a 3,3 litros y se le añadió un intercooler adicional, llegando hasta unos impresionantes 300 CV. Con esta potencia, el 911 alcanzaba una velocidad máxima de 260 km/h y el 0 a 100 km/h en solo 5,2 segundos.

Röhrl describe su línea como un sueño en el que destacaba «las aletas acampanadas en combinación con las llantas Fuchs, sin mencionar el gran alerón trasero». Esta variante fue el primer 911 Turbo que compró Walter Röhrl. De esta primera generación 911 Turbo se vendieron 2.103 unidades con la carrocería ensanchada y sólo 171 de la versión más estrecha para exportación.

Segunda generación 911 Turbo (964)

Lanzado en 1990, un año después de la presentación del nuevo modelo, en un principio, el 911 Turbo 964 incorporaba el motor de su antecesor de 3.3 litros, con 320 CV de potencia en la versión normal y 381 CV en la variante 911 Turbo S. El modelo se pasó al nuevo motor de 3,6 litros y 360 CV a principios de 1993.

Röhrl destaca de esta versión su atractivo extremo, con amplias aletas laterales con los faros altos y el poderoso alerón trasero. Técnicamente mejoró en seguridad al incorporar el ABS y la dirección asistida, catalogándolo aún hoy, como «un coche de ensueño».

Tercera generación 911 Turbo (993)

Presentado en 1995 y fabricado hasta 1998, la gran atracción de esta generación fue la incorporación de la tracción integral a las cuatro ruedas, la cual Röhrl consideraba como indispensable en un modelo que superaba ya los 400 CV de potencia. «Creo que, de alguna manera, jugué un papel nada despreciable en esto después de decir que un coche sin tracción a las cuatro ruedas es una solución provisional».

Ultima generación 911 refrigerada por aire, contaba con un motor 3.6 de 408 CV (431 CV con kit de potencia) y 450 CV en la versión Turbo S. Para la tracción total se incorporó un embrague viscoso con distribución variable de potencia hacia el eje delantero, en lugar de la tradicional distribución fija. Este avance junto con el nuevo eje trasero Weissach y la entrega de potencia progresiva del motor biturbo, hizo de este 993 Turbo un deportivo fantástico de conducir y difícilmente superable en dinámica de conducción.

Cuarta generación 911 Turbo (996)

Introducido en el año 2000, fue el primer 911 Turbo en incorporar la refrigeración por agua. Para Walter Röhrl era técnicamente excepcional, ya que incluso estaban disponibles los frenos carbono-cerámicos de los Porsche de competición, haciéndolo con diferencia, el mejor Turbo hasta ese momento. Sin embargo, su diseño no terminó de cuajar por el diseño de los faros que muchos lo asemejaban de forma cruel al de un `huevo frito´. Para Röhrl, «sigue siendo un deportivo muy rápido y completamente adecuado para la conducción diaria a un precio razonable, aunque personalmente preferiría un cambio manual. La caja de cambios automática Tiptronic, que se introdujo por primera vez en un Turbo con el 996, le quitaba mucha emoción a los 420 CV del motor». El Turbo S alcanzaba los 450 CV.

Quinta generación 911 Turbo (997)

Esta generación lanzada en 2006, representó un gran avance técnico al incorporar dos turbocompresores de geometría variable que elevaba su potencia hasta los 480 CV. Los 500 CV se alcanzaron en 2009 con el 997.2 Turbo (Fase 2), que aumentó su cilindrada de 3,6 a 3,8 litros y añadió la inyección directa de gasolina, además de contar por primera vez con la caja automática de doble embrague PDK con «launch control», lo que dio como resultado un vehículo impresionante.

Gracias a su diseño clásico con faros redondos delanteros, el coche apenas ha envejecido y sigue encarnando la estética de un Porsche moderno. «Incluso hoy en día todavía no encuentro nada negativo que decir, y siempre disfruto cuando me siento al volante de un 997 Turbo. Hay un magnífico tacto ‘analógico’ en el ajuste de la dirección, la suspensión y los frenos».

Sexta generación 911 Turbo (991)

En 2013 se lanzaron simultáneamente los nuevos 911 Turbo y Turbo S a partir del 6 cilindros boxer de 3,8 litros, inicialmente con 520 y 560 CV respectivamente. Ambos incorporaban la tracción total y el cambio de doble embrague PDK, con el que la variante superior de potencia hacía el 0 a 100 km/h en solo 2,9 segundos. La introducción del eje trasero direccional y su desmesurada potencia establecieron un estándar tan alto en términos de dinámica de conducción que es difícil creer que sea posible mejorarlo hoy en día en algo. En 2015 incrementaron 20 CV sus potencias e introdujeto pequeñas mejoras estéticas alcanzando los 580 CV en su versión Turbo S. «La respuesta, el equilibrio y la potencia desenfrenada de los motores… es sencillamente increíble» según Walter Röhrl. «Las aletas aún más anchas son casi una reminiscencia de las del Turbo original. Y también está la refinada distribución de la potencia con la tracción a las cuatro ruedas».

Séptima generación 911 Turbo (992)

Lanzado a principios de este año 2020, el Porsche 911 Turbo 992 consigue exprimir a su motor de 3.8 litros unos asombrosos 650 CV y 81,6 mkg de par máximo con los que parar el cronómetro en 2,7 segundos en el 0 a 100 km/h (8,9 segundos en alcanzar los 200 km/h desde parado). Walter Röhrl no escatima en halagos en esta última generación 911 Turbo «Seré muy honesto: no podía imaginar cómo sería posible mejorar aún más la experiencia ofrecida por la generación anterior. Pero cuando conduzco el 992 Turbo hoy en Hockenheim, es absolutamente increíble. Ha mejorado una vez más en tantas variables que me deja casi sin palabras. El 992 Turbo se conduce al nivel de un superdeportivo, pero puedes poner a cualquiera al volante sin miedo. No hay ni sobreviraje ni subviraje. Es increíblemente rápido. Me quito el sombrero ante el departamento de desarrollo, porque las muchas cualidades de este vehículo eran simplemente inconcebibles hace unos años».

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