Si bien el grupo Volkswagen aumentó su beneficio por operaciones un 7% en la primera mitad del año elevándolos hasta 7.500 millones de euros, necesitó provisionar 2.200 millones de esa cifra para atender nuevas causas abiertas en el espinoso asunto de las emisiones trucadas en sus motores diesel.
Con ello, su beneficio operativo se redujo hasta los 5.300 millones de euros, lo que significa una caída del 22% en dicho primer semestre de este año respecto a la del año anterior (de la que se espera se recuperará en gran parte en el segundo semestre).
Estos resultados y la previsión de una caída de sus ventas mundiales de un 5% en este año, no han sido óbice para que inversores en la Bolsa de Frankfurt hicieran cotizar los títulos un 5,80% al alza, ya que se esperaban un resultado bastante peor y la confianza en la firma automovilista ha aumentado por cómo está llevando el asunto de las emisiones. Así, hasta la fecha el grupo VW habría provisionado 18.000 millones de euros para hacer frente a las demandas sufridas, de los cuales 16.000 millones se han quedado en E.E.U.U. y el resto actuará de cobertura para atender las reclamaciones en otros países donde se vendieron sus coches con los motores trucados en sus emisiones.
