Las gamas superiores de la marca sueca (sólo se salvan los C30 y los S40/V50) deberán pasar por el taller oficial a fin de comprobar unos fallos recurrentes de los que no se libra ni el nuevo S60. Se trata de un falso contacto del airbag del conductor que en ocasiones provoca el encendido del testigo del cuadro indicador de fallo del mismo, un problema menor que tiene solución fácil (sin cargo) reprogramando la centralita y aislando mejor el correspondiente sensor.
Más serio es el problema que afecta a los modelos dotados del motor turbodiesel de 5 cilindros con filtro de partículas, que en ocasiones puede sufrir un aumento intempestivo del flujo y nivel del aceite, con riesgo incluso de rotura del motor. En estos casos la solución pasa por la reprogramación de la centralita de gestión del motor o por su simple y llana sustitución (naturalmente sin cargo). Volvo ya está procediendo a contactar con los usuarios afectados para efectuar en su red oficial esta operación lo antes posible.
