VOLKSWAGEN, en colaboración el instituto alemán Fraunhofer, ha puesto a punto un parabrisas anti-escarcha que impide la formación de hielo sobre el mismo durante las heladas nocturnas así como su empañamiento. Este parabrisas ha sido tratado con una muy fina capa de óxido de estaño e indio (como el de la aleación de algunos cojinetes) que actúa como pantalla térmica, retrasando al máximo la formación de vaho y de escarcha sobre la superficie interior y exterior, respectivamente.
Esta capa, denominada de “baja emisión térmica”, impide la dispersión exterior del calor, retrasando hasta los 18º bajo cero la aparición del hielo sobre el vidrio, y tiene la ventaja de no consumir nada de energía (al revés de los sistemas calefactores automáticos) ni de implicar hilos atravesando el vidrio de las lunas. En todo caso, el invento aún no está suficientemente puesto a punto, ya que desgraciadamente esta barrera térmica también hace que en verano el calor interior del habitáculo se disperse peor (recalentándose aún más) y además hay otro efecto secundario de la lámina de óxido de estaño: interfiere las ondas de radio y teléfonos portátiles, impidiendo su recepción (salvo que se instale una antena exterior específica). Técnicos de Volkswagen, calculan en dos años el tiempo necesario a transcurrir antes de que se lleguen a introducir en los coches de producción en serie.