De la Play Station 3 a la realidad
Coches de ficción creados para los videojuegos pueden acabar por convertirse en modelos de verdad, siquiera sea como “concepts” o prototipos. Ahora es Volkswagen la que cede a la tentación de trasladar el VW GTI Roadster Vision Gran Turismo creado para el juego “Gran Turismo 6” de la Play Station 3 a la realidad, como lo ha mostrado en el llamado encuentro GTI de Wörthersee.
Sony y Volkswagen desvelaron la versión virtual para la PlayStation 3 el 26 de mayo, y sólo tres días más tarde (29 de mayo) llegó el modelo real en el Encuentro GTI en Reifnitz, Austria. Todo un tributo a los fans del Golf GTI, y también a los fans del mundo “GT6”, quienes desde mediados de junio se podrán descargar el «GTI Roadster, Vision Gran Turismo» para PS3.
Nacido a base de bits y bytes para el “GT6” de PlayStation 3 de Sony, este biplaza abierto está propulsado por un motor V6 3.0 biturbo de 503 CV y un par motor máximo de 57 mkg entre 4.000 y 6.000 rpm, con más de 50 disponibles desde 2.000 rpm. Un motor turbo TSI de inyección directa que transmite su potencia a las 4 ruedas (de 20”) a través de una caja de cambios DSG de siete velocidades. Con tracción 4Motion pesa 1.420 kg y alcanza los 100 km/h en 3,6 segundos, con una velocidad máxima de 309 km/h. Evidentemente, todo un superdeportivo.
El diseño del modelo virtual fue hecho por la propia VW (en colaboración con Sony) basándose en el que ya había hecho un año antes como “Design Vision GTI”, que la marca utilizó para mostrar el aspecto de un GTI para competición. Es importante apuntar que lo más destacado del diseño del prototipo de 2013 son los pilares C y las molduras laterales en fibra de carbono que sobresalen de la carrocería en segundo nivel.
Como en el Design Vision GTI, los pilares C y las molduras laterales son de nuevo independientes de la carrocería, pero ahora integrados en un deportivo descapotable cuyo monocasco dual lo conecta con los coches de Fórmula 1. Su color es de un rojo metálico intenso y radiante; una nueva interpretación del “Rojo Tornado” de los Golf GTI. Los componentes añadidos están diseñados en carbono mate como complemento del rojo de la carrocería. Sólo la parrilla del radiador y la pantalla sobre la rejilla de ventilación del vano motor están acabadas en negro brillante.
Destaca sobre todo el cuidadoso diseño aerodinámico del conjunto, con el impresionante alerón trasero en prolongación de la carrocería, para aumentar la carga sobre el eje posterior, aunque sea parcialmente (la tracción es 4×4). Llama la atención ver como este deflector trasero se integra en su diseño: los precursores pilares C periféricos del “Design Vision GTI” de 2013 llegaban al techo; ahora, como elemento del perfil lateral, forman las barras de protección anti-vuelco, mientras que el alerón trasero, con su diseño alargado a nivel, da la impresión de ser un ala que surge tras el coche.
Las llantas de aleación de 20” tienen también un nuevo diseño, con sus fijaciones centrales que forman un círculo rojo cuando las ruedas están girando. Las delanteras (8,5 x 20) montan neumáticos 235/35 ZR20, mientras que las traseras (9,5 x 20) llevan 275/30 ZR20, viéndose entre sus radios los discos cerámicos de freno, de 380 mm de diámetro delante y 356 mm detrás.
El frontal GTI tiene un diseño tridimensional con módulos del parachoques que parecen flotar. Visto desde abajo, el deflector deportivo de carbono llena el espacio entre coche y carretera, a la vez que incrementa la carga aerodinámica del eje delantero. Entre ellos se encuentra el parachoques e integrada centralmente está la parrilla del radiador y a cuyos lados se encuentran las luces diurnas de diodos. Por encima de ellos está la clásica línea roja, otra toma de aire en forma de panal de abeja y las luces delanteras duales de diodos, bajo las que van otras dos tiras de diodos de luz diurna.
El acceso a los asientos se efectúa por unas puertas que giran arriba y adelante, tan atractivas como el alerón trasero. Visualmente, dividen una línea prominente superior e inferior, y sus contornos se enmarcan en los faldones laterales (adornados con la insignia “Gran Turismo” en la parte trasera), el pilar C y los anchos pasos de rueda. A los lados se encuentra un detalle pequeño pero exclusivo: la insignia GTI iluminada.
Las aletas enmarcan las tomas de aire laterales, mientras que el difusor central trasero se caracteriza por sus grandes listones metálicos verticales y dos elementos luminosos montados en posiciones similares a las de los coches de competición. El parachoques se extiende lateralmente sobre ellos con los dos tubos de escape trapezoidales en el centro del coche. En el siguiente nivel en altura se encuentran las estrechas luces traseras de diodos montadas dentro de una carcasa pintada.
Conductor y acompañante se acoplan en un doble monocasco de fibra de carbono, con los dos lados separados por una barra que sube de atrás hacia delante, y luego se abre. En esta zona inferior el extintor se ha situado de forma accesible tanto para el conductor como para el acompañante, como en un coche de carreras. El “GTI Roadster” está equipado con dos asientos deportivos en forma de concha tapizados en tejido Alcántara, ubicados muy abajo y junto al volante de cuatro brazos. Otra característica ”racing” es la pantalla de la cabina en forma de V, unida directamente a la columna de dirección delante del conductor. El volante está montado al final de una columna muy larga, como en los coches de competición, con el interruptor giratorio de las luces y las levas del cambio DSG de 7 marchas a ambos lados del volante.
Este biplaza totalmente revolucionario, junto a su potencial de aceleración y su parabrisas muy inclinado invita a experimentar la conducción en competición de forma directa, tanto en el juego como en la realidad: el conductor se sienta en el monocasco y compite en los circuitos del GT6 desde la altura y la perspectiva de un conductor de Fórmula 1.
