Furgoneta cero emisiones
Este prototipo de furgoneta eléctrica urbana de máxima capacidad y facilidad de carga, busca lograr el máximo espacio útil ocupando la mínima superficie urbana, sobre un bastidor modular y tubular ligero y de bajo coste.
La división de vehículos comerciales de VW es especialista en variantes eléctricas de furgones urbanos, como ha demostrado en múltiples ocasiones (la última en Francfort 2012 con el “eT!”. Soluciones limpias para el reparto que se complementan con las posibilidades de mando y conducción a distancia que permite la telemática actual. Y ahora este “e-Co-Motion” viene a ofrecerlas bajo una estructura modular de bajo coste.
La razón de ser de estos vehículos es clara: en las grandes megalópolis actuales, las necesidades del transporte interior y el reparto urbano son cada vez mayores, con igualmente cada vez mayores necesidades de suministro. Ferrocarril y camiones pesados se encargan de concentrar las mercancías en puntos de atraque, pero el reparto final minorista se encargará a vehículos eléctricos ligeros, con trayectos más o menos fijos y que se mantienen operativos con una recarga diaria de baterías.
El “e-Co-Motion” mide 4,55 m por 1,90 m de ancho y 1,96 m de alto, obteniendo bajo un diseño bastante cúbico un volumen útil interno de 4,6 m3 (en comparación, el VW Caddy Maxi, con 4,88 m de largo ofrece sólo 4,2 m3). Su bastidor cuenta con una estructura “sandwich” con una plataforma inferior para baterías y motor y cambio eléctrico y una superior plana para conductor y carga. La estructura portante del suelo y la superior se forman a base de elementos prefabricados (chapas, barras, tubos…) junto a perfiles extruídos y armazones simples, revestidos exteriormente por paneles de plástico. La del suelo además integra las baterías, cuyas células se convierten en elementos adicionales de rigidez para la plataforma. El resultado es una construcción modular por conjuntos parciales que permite prescindir de la cadena de montaje, pero sin renunciar a la producción en serie.
El motor eléctrico es un sencillo síncrono de 50 KW (68 CV) en carga continua y una punta de 85 KW (115 CV) como máxima puntual instantánea, lo que supone un par motriz de 27,5 mkg, con el que puede alcanzar los 120 km/h en autopista. Va montado sobre el eje trasero, con un engranaje planetario monomarcha que actúa sobre el mismo. Las baterías de tracción forman un pack modular de tres niveles, con 12 celdas cada uno con un conjunto de 20 Kw/h (100 km de autonomía), otro de 30 Kw/h (150 km de autonomía) y un tercero (planificado, aunque todavía sin montar) de 40 Kw/h con el la autonomía total alcanza los 200 km.
Los servicios internos están pensados para lograr el mínimo consumo energético, con calefacción residual por bomba de calor y también por infrarrojos, etc. Y el salpicadero se simplifica, con un cuadro reducido a lo básico (no hay palanca de freno de mano, eléctrico por botón, ni palanca de cambio sustituida por un simple selector giratorio, toda la información se concentra en una pantalla multifunción de 8”, etc).
Lo mejor de este prototipo son esos 4 metros cúbicos y medio largos de que dispone como volumen útil de carga, en un vehículo de apenas 4,5 m de largo y 2 de alto, lo que significa una capacidad importante en el reparto urbano sin salirnos de un tamaño equivalente al de un turismo compacto. Luego, su maniobrabilidad urbana, gracias a un eje directriz sin función motriz que le permite lograr un diámetro total de giro de menos de 9 metros (8,9), equivalente al de un utilitario de 3,7 m de largo (en comparación, el VW Maxi Caddy necesita 12,2). Y por último, su autonomía “a la carta” (100, 150 ó 200 km) según recarguemos uno, dos o los tres módulos de baterías. Habrá que estar atentos a la evolución de este furgón eléctrico urbano para saber finalmente cuál será la oferta definitiva de VVC en este segmento.
