V Spain Classic Raid

30 octubre, 2018
J. GETE
Retropasión por España

El pasado sábado finalizó en Madrid la quinta edición del Spain Classic Raid, competición marcada por ser la más popular y variada en cuanto a paisajes y condiciones climáticas, por los que más de cien coches clásicos han cruzado España por caminos de tierra.

Esta auténtica aventura transcurrió a través de más de 2.500 kilómetros de polvorientos caminos de tierra, piedras, charcos y barro por los que han transitado 150 coches clásicos en cada una de las ocho etapas la caravana del Spain Classic Raid. Son ya cinco ediciones para un raid de regularidad de coches clásicos que no sólo es el más largo de Europa, también una prueba en la que disfrutar de los variados paisajes y geografía española, la gastronomía, la conducción y los coches clásicos en un ambiente de compañerismo y sin olvidar el picante de la competición.

Como en las anteriores ediciones, el Spain Classic Raid ha recorrido gran parte de España, atravesando multitud de parques naturales y zonas restringidas al tráfico de vehículos, por lo que los participantes han podido disfrutar de exclusivos parajes.

Una Citroën AKS 400, la versión furgoneta del mítico 2CV, se atrevió con esta dura prueba

Arrancó el sábado 20 de octubre en Andorra, una dura etapa para las mecánicas que finalizó en Huesca. La segunda jornada hizo parada en Tudela y cruzó las Bardenas Reales para llegar a Soria. De ahí a Cuenca salvando trampas de barro arcilloso, siguiendo rumbo a Alicante, Almería, Cazorla, Ciudad Real y, finalmente, Madrid. El castillo de Loarre, el desierto de Gorafe, el de Almería y el de Abanilla dieron testimonios destacados de la ruta, como las poblaciones de Almansa, Medinaceli, Lorca, Bailén y Consuegra.

Ocho jornadas con elevados kilometrajes para mecánicas con más de 25 años y entre tres y cinco tramos cronometrados, pusieron a prueba una vez más las capacidades de las máquinas y la habilidad de sus pilotos y copilotos. La regularidad no implica correr, pero sí es básico contar con dotes de navegación y una gran habilidad para mantener la velocidad media que marca la organización en los tramos cronometrados.

Y aquí los mejores han sido los hermanos Ricardo y Carlos Ferrón, al volante de un Mitsubishi Montero. Pero la clasificación ha estado muy reñida y las posiciones han ido variando a lo largo de las etapas, decidiéndose todo en una lluviosa última etapa.

En segunda posición de la general el coche más fotografiado del raid, el Volkswagen Baja Buggy de Juan Donatiu y Kim Vilatarsana, seguido del Opel Corsa de Javier Barbeyto y Ricardo Sánchez que afrontaba la última etapa liderando la general y un problema en los sistemas de medición los relegó a la tercera posición.

El Seat Panda, uno de los modelos más populares atravesó parajes tan bellos como este

Pero hay ciertos equipos que merecen una mención especial por diferentes motivos, como el formado por Gonzalo Garmendia y Raquel Recio que completaron el raid en sexta posición con un Citroën GS, quizá el coche más cómodo de la prueba gracias a su peculiar suspensión hidroneumática. También modelos desarrollados hace casi 60 años y que todavía hoy son capaces de ganar etapas, como el Renault 4 del equipo formado por Iván e Íker Solera, o los entrañables SEAT 127 y el pequeño y ya exclusivo Talbot Samba. No podemos pasar por alto el Fiat Panda 4×4 de la familia de la Iglesia, que este año se negó a dar tregua a sus tripulantes y les hizo reparar en cinco de las ocho etapas. Y el coche que más arrojo, tesón y buena energía ha requerido de su equipo ha sido el dorsal 24, una Citroën AKS 400 (la 2CV) de Dani Sánchez y Francesc Sala, que han superado esta dura prueba y han sido aplaudidos en cada una de las etapas.

El patrocinio y colaboración de Bosch, Jeep y Fiat hacen posible que el Spain Classic Raid llegue a su quinta edición con total éxito de inscripción y se haya convertido en la prueba de regularidad clásica referencia en el panorama nacional.

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