Hermano pequeño del RAV4
Fue mostrado en el reciente Salón de París bajo la etiqueta de “crossover” híbrido emocional y deportivo, para celebrar el 20 aniversario del RAV4 se convertirá en su hermano pequeño con sólo 3 puertas.
Lo que destaca de este C-HR “concept” es sobre todo un “marcaje” al Nissan Juke, con un diseño lleno de aristas, con marcados ángulos y perfiles, que busca combinar el diseño de un coupé deportivo con el de un SUV urbano. El frontal, con los faros muy estirados y el emblema central del doble óvalo a modo del rombo que utiliza ahora Renault en sus modelos, marca una diferencia estética con los Toyota actuales. Y aquí no encontramos la exagerada y poco estética “X” cruzada de los últimos modelos de la marca nipona, y el emblema central parece menos “hocico” que antes.
Las protecciones de pasos de rueda y bajos de caja nos recuerdan su pretendida vocación “off road”, lo mismo que las grandes llantas con diseño pentagonal de 5 apoyos en negro y plata, calzadas con neumáticos Goodyear de perfil 35. Su tamaño apunta al segmento C de SUV compactos, con 4,35 m de largo por 1,85 de ancho y 1,50 de alto, sobre una plataforma de 2,64 m de batalla, bajo una fórmula de carrocería dos volúmenes con 3 puertas (2 + portón), tal y como empezó el RAV4.
Pese a sus marcadas aristas, el diseño general es proporcionado y equilibrado, muy limpio y sin estridencias (salvo las exageradas ruedas y la forma del techo, cuyo montante posterior forma una superflua Z con la visera del deflector aerodinámico, con una banda negra de unión entre las ventanillas y la luneta. Los grupos ópticos marcan también una flecha exagerada, acentuada por el dibujo lineal interior, y en las aletas se marcan unos perfiles verticales que parecen albergar dos grandes huecos de salida de aire (aunque bien podrían ser ciegos o meramente decorativos).
El techo tiene una zona central acristalada, decreciente hacia atrás hasta culminar en la banda que acoge la tercera luz de freno, en el alerón trasero. La escasa superficie acristalada, el bajo parabrisas y la casi inexistente luneta posterior (más de la mitad de su superficie es opaca) no auguran precisamente una muy buena visibilidad, y tampoco han trascendido detalles de su interior.
De la mecánica sólo sabemos que es híbrida, porque lo dice Toyota, pero no hay más detalles de cuál es su planta motriz térmica y cuál la (o las) eléctricas(s). Tampoco a qué ejes animan , y qué autonomía tiene como “cero emisiones”, etc. Nada de nada, señal de que poco a poco Toyota lo irá desvelando, y como pronto no saldrá al mercado hasta finales de 2016.