Bajo una misma plataforma, la india Tata ofrece en el Indica un pequeño vehículo compacto de 5 puertas (3,68 m) que en su variante Station Wagon pasa a denominarlo Indigo. Ambos, recientemente renovados, pretenden llegar a un público que busca cubrir la necesidad más básica de transporte, con el mínimo precio.
Por su concepción sencilla y sobre todo por los precios a los que se comercializa, podríamos catalogarlos como coches «Low Cost» o de bajo coste, que tan de moda se están poniendo últimamente tras el éxito del Dacia Logan, y a los que pronto se añadirán nuevos competidores.
El Tata Indica es un modelo veterano (1999) que fue introducido en nuestro país a principios del 2002, mientras que el Indigo no llegó hasta el 2005 —coincidiendo con el primer restyling del Indica—, obteniendo una gran aceptación por su concepción práctica y gran capacidad en sólo 4,13 m de longitud (hasta 1.370 litros de maletero con asientos abatidos).

Consciente de la lucha por ser los más competitivos, Tata ha actualizado los Indica e Indigo dotándoles de una nueva imagen más moderna y atractiva, al tiempo que ha mejorado las calidades interiores, disminuido las emisiones contaminantes en sus nuevos motores y sobre todo aumentado su seguridad con barras laterales en las puertas y airbag delanteros.Exteriormente encontramos los cambios más significativos en la parte frontal, con paragolpes de nuevo diseño con tres tomas de aire el Indica y una ampliada en el Indigo, integrando ambos faros antiniebla redondos.
Las nuevas ópticas multifocales y una nueva parrilla con el logo de la marca en medio —el Indica añade dos bandas transversales cromadas—, dan una imagen más actual a los modelos. Los protectores laterales y del paragolpes trasero en el Indica, van ahora pintados en el color de la carrocería, completándose las modificaciones exteriores con los nuevos diseños de los espejos retrovisores y pilotos traseros, redistribuyendo estos últimos sus ópticas el Indica. El Indigo elimina la poco estética banda protectora negra del paragolpes trasero y también rediseña los pilotos traseros.

En el interior se emplean materiales de mayor calidad y mejor presencia visual en plásticos y tapicerías, y se adopta un nuevo diseño de la consola central (con paneles símil aluminio) y el salpicadero que puede integrar doble airbag.
En cuanto a motores hay dos, uno diesel y otro gasolina, ambos de 1.4 litros y procedencia india. Mientras el 1.4 MPFi gasolina entrega 85 CV de potencia y un par máximo de 12,2 mkg a 3.000 rpm, el turbodiesel 1.4 Dicor llega a 71 CV y 14,3 mkg a 2.500 rpm, siendo este último el único conducido el día de la presentación. El motor Dicor monta en Europa inyección directa por common-rail (para poder superar la norma Euro IV) además de intercooler.
Siendo algo sonoro, deja escapar alguna vibración no deseada al habitáculo, y debe girar a 2.000 rpm para que se note cierto empuje, si bien es enérgico hasta las 4.500 rpm. Ningún reproche a la estabilidad al contar con suspensiones independientes suficientemente firmes que impiden balanceos excesivos de la carrocería, mientras los frenos, de disco ventilados y tambores detrás se mostraron aceptables para las prestaciones del modelo. En cuanto al puesto de conducción queda ecasamente ergonómico e incluso carece de regulación en altura de volante y asiento, y los pedales adolecen de estar situados muy juntos. El espacio interior es suficiente para cuatro adultos, aunque ambos modelos están homologados para 5 plazas.
El importador Nissho Motor (Grupo Bergé) anuncia precios competitivos, y toda la gama equipa de serie aire acondicionado, elevalunas eléctricos, radio CD con MP3 y cierre centralizado. Las versiones altas añaden airbag de pasajero, faros antiniebla delanteros, llantas de aleación, ABS+EBD y tapicería de cuero. Además la plena confianza en su producto lleva a la marca a aumentar un año la garantía de todos sus modelos (4 años ó 100.000 km).