Suzuki Kizashi (Primer contacto)

11 enero, 2011

Presentados desde el 2007, la serie de conceptos Kizashi (traducido como “grandes cosas llegan”) culminó el verano pasado con el modelo definitivo de calle, puesto a la venta hace menos de un año en el mercado norteamericano. Ahora, siguiendo su plan de comercialización, le llega el turno a nuestro país. El Kizashi ha sido desarrollado con detalle desde octubre de 2004 y sigue la evolución lógica de la marca especializada en vehículos compactos y todo terrenos, hacia un segmento no explotado hasta el momento y que le debe de abrir las puertas no sólo de los grandes mercados sino al reconocimiento como la gran marca global que es.

Bajo una imagen imponente y robusta, el Kizashi esconde una plataforma totalmente nueva, con una batalla de 2,70 m que permite alcanzar cotas más bien compactas para lo que se estila hoy en día en el segmento D. Con sólo 4,65 m de largo por 1,82 de ancho y 1,47 de alto, más bien es una berlina derivada de un compacto medio, que se podría comparar con el nuevo VW Jetta. Sin embargo, su pormenorizado diseño ofrece capacidad para 5 ocupantes y un maletero con 461 litros, eso sí, sin rueda de repuesto, que es sustituida por un kit antipinchazos.
El amplio interior cuenta con un moderno salpicadero donde predomina la consola central en forma de “V”, realizado en materiales de buena calidad con plásticos acolchados que contrastan con los colores oscuros de los mismos, algo sobrios, pero siempre elevando los estándares a los que nos tiene acostumbrados la marca. Los asientos delanteros son dignos de un constructor alemán, con la dureza justa, banqueta larga y buena sujeción lateral, mientras que las plazas traseras disponen de espacio holgado para piernas, salidas de aire y comunicación con el maletero a través de una trampilla detrás el apoyabrazos central (ideal para unos esquíes), estorbando lo suyo el túnel de la transmisión (aunque sobresale lo justo) a la plaza central.

El Kizashi está propulsado por un único motor gasolina que condicionará sin duda su posible éxito en nuestro mercado, ya que en principio, no está prevista una versión diesel que dinamice algo más sus ventas. Sin embargo, la filial española espera, más allá de unas ventas razonables (unas 200 unidades al año), elevar la imagen de la marca cambiando su percepción ante el gran público, que le encasilla como marca sólo especialista en coches pequeños y de todo terreno.
Este silencioso propulsor es un cuatro cilindros realizado en aluminio de 2.4 litros con distribución variable, que entrega una potencia de 178 CV a 6.500 rpm a las ruedas delanteras y está asociado a una caja manual de 6 velocidades (7,9 lit/100 km), precisa pero de largo recorrido de palanca. El motor empuja de forma progresiva desde bajas revoluciones aunque su empuje se percibe en mayor medida sobre las 3.000 rpm, para alcanzar su par máximo de 23,5 mkg a 4.000 rpm.

Pero más allá de los convencionalismos, Suzuki ha querido demostrar su especialidad en tracciones integrales ofreciendo una variante con tracción a las cuatro ruedas que comercializa junto con una caja automática secuencial por variador continuo tipo CVT (8,3 lit/100 km). Esta dispone también de 6 marchas, es bastante rápida de accionamiento y tiene levas de cambio en el volante, garantizando la máxima deportividad, mientras que el sistema de tracción i-AWD permite mejorar la tracción en superficies con poca adherencia, distribuyendo el 100% al eje delantero o solidariamente al 50% en ambos ejes por medio de un botón en el salpicadero. Cuando lo conectamos, enseguida percibimos el arrastre del tren trasero seguido de una mayor direccionabilidad y agilidad, a lo que contribuye también su sensible dirección y la algo exagerada monta de llantas de 18 pulgadas (neumáticos 235/45) de serie.
Su esquema de suspensiones independientes tipo Mac Pherson delante y multibrazo detrás, garantizan la máxima efectividad, combinada con una acertada regulación de suspensiones que deja cierto margen al confort de sus ocupantes ante baches o mal firme, aunque es inevitable que se transmita algo de sequedad al interior.

El Kizashi sólo se ofrece en acabado Sport por 28.729 euros, mientras que la variante con tracción integral y cambio automático alcanza los 31.729 euros. Su completísimo equipamiento de serie puede justificar su precio menos competitivo , incluyendo arranque por botón, ESP, 7 airbags (delanteros, laterales, de cortina y de rodilla), faros xenon de alta intensidad, llantas de aleación de 18 pulgadas, techo solar, control de velocidad, climatizador bi-zona, asientos eléctricos calefactables tapizados en cuero, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, control de presión de neumáticos, volante multifunción, bluetooth, puerto USB, etc.

Suzuki
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