SUZUKI ALTO contra la crisis

14 diciembre, 2008

Es bien cierto que Suzuki a lo largo de su historia se ha ganado una reconocida fama como fabricante de vehículos de todo terreno o todo camino. Pero no lo es menos que la marca japonesa tiene también una dilatada experiencia en la producción de turismos de tamaño pequeño. En Europa son bien conocidos el Swift y el Splash y también en algunos países el Alto, un modelo que ahora está a punto de vivir una nueva generación y que producido en la planta que la marca nipona tiene en Gurgaon, cerca de Nueva Delhi, llegará al mercado español en la próxima primavera.

Hay un par de motivos importantes para justificar la llegada del Alto. De un lado que la crisis económica que afecta a la industria del automóvil ha castigado menos a los modelos del segmento A, es decir a los urbanos, frente al resto de segmentos, lo que evidencia que el usuario contempla cada vez con más atención este tipo de vehículos ahora que estamos en época de vacas flacas. Por el otro, una cierta conciencia medioambiental que hace que los coches que se muestran más respetuosos, y por tanto quedan exentos del impuesto de matriculación, tengan un mayor tirón ahora que cien euros más o menos tienen mayor importancia. El caso es que el Suzuki Alto cumple con las dos características mencionadas y por tanto no es de extrañar que las expectativas que los dirigentes de la firma han puesto en el mercado europeo se sitúen en las 60.000 unidades anuales.

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La nueva generación del Alto que entra en producción a finales de año se sitúa por debajo del Swift y el Splash ya que sólo mide 3,50 metros. Es, por tanto, un coche de neto carácter urbano, ideal para desenvolverse por las calles de la ciudad, ya que además disfruta de una excelente maniobrabilidad gracias a un diámetro de giro muy reducido (9 m). La carrocería de cinco puertas presenta un diseño de líneas muy suaves y redondeadas que le permiten ofrecer un coeficiente de penetración aerodinámico bueno (CX de 0,30), a la vez que una imagen bastante atractiva. Se ha homologado exclusivamente para cuatro plazas y dispone de un maletero con un umbral de carga bastante elevado que ofrece una capacidad de 130 litros aunque puede ampliarse hasta 367 si se abate el respaldo del asiento trasero; por lo que respecta a la rueda de repuesto que se aloja debajo del piso es del tipo emergencia.

El interior está pensado para un uso muy funcional. El salpicadero es de diseño sencillo, con una instrumentación minimalista a base de un gran reloj que incorpora el velocímetro y los demás testigos habituales pero sin cuentavueltas. El volante sólo dispone de regulación en altura y el asiento del conductor reglaje longitudinal. Los plásticos son de textura dura pero de buen aspecto; la guantera carece de tapa pero ofrece capacidad y en la zona de la consola central hay varios huecos mientras que los de las puertas traseras pueden alojar una botella grande en tanto que los delanteros son más pequeños. Por lo que respecta al espacio, atrás hay buena anchura para esas dos plazas homologadas y también espacio para las piernas siempre que no se mida más de 1,75 metros; detalle curioso, las ventanillas traseras son de apertura de compás.

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El Suzuki Alto estará disponible con un solo motor. Se trata del mismo propulsor que lleva el Splash, es decir el tres cilindros de 1 litro que rinde 68 CV y que tan solo emite 103 gramos de CO2, lo que unido a un consumo medio de 4,5 litros lo convierten en uno de los más económicos y limpios entre los motores de gasolina. Va asociado a una caja de cambios manual de cinco velocidades. Las suspensiones adoptan un sistema Mac Pherson delante y atrás un eje rígido en tanto que los frenos son de discos ventilados delante y tambores atrás.

En la pista de pruebas de Maruti Suzuki tuvimos la oportunidad de establecer un breve contacto con unas unidades de pre-serie. El motor tricilíndrico le va como anillo al dedo al Alto, toda vez que el modelo es casi un centenar de kilos más liviano que el Splash, lo que facilita su agilidad. La caja de cambios, en principio, ofreció un tacto algo áspero e incorpora un desarrollo en quinta bastante largo para favorecer el consumo en tanto que las suspensiones, aunque bien equilibradas, se mostraron algo duras a la hora de absorber irregularidades.

De momento se desconoce su precio, aunque todo indica que la única versión que estará disponible estará por debajo de los 8.000 euros, con un equipamiento de serie que incluye aire acondicionado, ABS, cuatro airbags y equipo audio con CD y MP3. El control de estabilidad se contempla como una opción.