Sony Vision S: su primer coche eléctrico

23 enero, 2020
J. ROBREDO
De la electrónica al coche eléctrico

El norteamericano CES (Consumer Electronic Show) de Las Vegas se ha consolidado ya como la mayor feria de electrónica de consumo del mundo, y qué mejor marco para una empresa de electrónica como Sony para presentar su posible salto al universo del automóvil con este Vision-S.

El futuro horizonte eléctrico del automóvil está favoreciendo una nueva interacción entre el mundo del automóvil y el de la electrónica de consumo. La simplicidad de la tracción eléctrica anima a fabricantes de electrodomésticos a producir coches (ahí está el ejemplo de Dyson, el rey de los aspiradores), al tiempo que la difusión de videojuegos anima a los fabricantes de coches (en especial a los especialistas en superdeportivos) a lanzar modelos “virtuales” para los mismos (sólo existentes en pantalla).

En este contexto mestizo se entiende mejor la presencia de este “concept” Vision S presentado en el CES por Kenichiro Yoshida, presidente de Sony Corporation, que presentó el primer vehículo de la marca como fruto de “la nueva megatendencia de la década, la movilidad”, tras afirmar que la megatendencia de la segunda década del siglo ha sido la telefonía móvil. Un Vision S mostrado entre todo tipo de gadgets de última generación, donde el automóvil viene a ser uno más de ellos…

Sony Vision S: eléctrico y autónomo

El Sony Vision-S es una berlina eléctrica de 4,89 m de largo por 1,9 de ancho y 1,45 de alto, sobre una plataforma de 3 m de batalla y una carrocería de 4 plazas con asientos individuales para cada una. Se trata de una plataforma modular específica para coches eléctricos fabricada por Magna, uno de los socios a los que ha recurrido Sony para hacer este coche que equipa lo último en tecnología de conectividad, audio a 360º y más de 30 cámaras y sensores para hacer posible la conducción autónoma.

Este concepto de coche eléctrico de Sony incorpora sus últimas novedades en tecnologías de imagen y detección del entorno, con todo tipo de sensores que tienen en la conducción autónoma una de sus mejores aplicaciones prácticas, como el “Safety Cocoon”, un concepto de zona segura que identifica el vehículo basado en diversas situaciones diarias detectadas tras una previa evaluación del entorno a 360º.

La firma japonesa también ha recurrido a otros socios del sector de automoción como Bosch, Continental, GNX, Nvidia, HereMaps o Qualcomm para equipar los distintos componentes de su Sony Vision-S, que cuenta con una tracción total a cargo de dos motores eléctricos de 200 kW cada uno, con una potencia total conjunta de 540 CV, quedando asegurada la tracción integral con un motor por cada eje.

Sony no ha facilitado más datos sobre sus baterías y autonomía, sólo su peso (nada menos que 2.350 kg) y prestaciones (4,8 segundos en la aceleración de 0 a 100 km/h y 240 km/h de velocidad punta), y del bastidor sólo se conoce su suspensión neumática en ambos ejes, mediante triángulos superpuestos.

La supervisión “segura” del entorno a 360º se lleva a cabo mediante 33 cámaras y sensores destinados a detectar y reconocer personas y objetos dentro y fuera del automóvil, repartidos entre sensores de imagen CMOS y ToF, y un nuevo sensor Lidar (sensor de cálculo de distancia). El objetivo no es otro que detectar y reconocer personas y objetos tanto fuera como dentro del propio coche, y proporcionando una avanzada capacidad conducción autónoma.

Según Sony, los sensores de imagen CMOS consiguen una alta sensibilidad, definición y rango dinámico al mismo tiempo que suprimen el parpadeo de los diodos LED para ofrecer un reconocimiento preciso de los objetos. Por su parte, los sensores Lidar miden distancias con gran precisión para obtener una comprensión 3D precisa de los espacios en la vida real. Las soluciones de detección en “tiempo de vuelo” (ToF) en cabina usan tecnologías de medición de distancias para reconocer personas y objetos dentro del automóvil, información que se utiliza para ofrecer un sistema de infoentretenimiento optimizado con interfaces intuitivas como el control gestual y la mejora de la seguridad y la comodidad dentro del vehículo.

Toda esta panoplia de sensores cibernéticos es una muestra del potencial de Sony para contribuir al desarrollo de vehículos de conducción autónoma, para los que este Vision-S sirve realmente de escaparate. Por eso la firma nipona no se ha pronunciado sobre si se llevará a producción algún día este coche o si se quedará simplemente como un prototipo utilizado como escaparate tecnológico para mostrar de lo que es capaz. Y pese a su vocación de modelo de conducción autónoma, tampoco renuncia a mostrarse “conducible”, con un puesto de conducción bastante normal con volante y una distribución del habitáculo bastante tradicional y no demasiado futurista

Cuenta con sensor de cansancio y fatiga de conducción y paneles de techo transparentes, todo compatible con sus sistemas de conectividad 5G y todo tipo de servicios almacenados en la “nube”, que permiten hasta una aplicación de audio envolvente totalmente nueva, el «360 Reality Audio», un sistema con altavoces integrados en cada asiento para ofrecer una experiencia de audio inmersiva y profunda que “encapsula” a los pasajeros con su sonido en 360º.

El salpicadero lo forman un total de cinco pantallas unidas que dan la sensación de una única pantalla panorámica. En su zona inferior hay otro panel táctil de control para el climatizador, y en la consola central un botón circular de selección de funciones del sistema multimedia, diseñado para ofrecer todo tipo de opciones de infoentretenimiento, con una integración total con teléfonos móviles.

Sin embargo, el diseño exterior de este Vision-S es bastante convencional, como sedán 4 puertas, bajo un estilo que nos recuerda tanto al Model S de Tesla como al Porsche Taycan, con un cierto aire de Citroën en el frontal. En fin, un Sony con 4 ruedas que va mucho más allá de lo que podrían pensar los usuarios de la Play Station…

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