Sobre el capó delantero del nuevo Twingo

13 marzo, 2015

¿Es verdad que en el nuevo Twingo de Renault no se abre el capó delantero? Es algo que me parece increíble. Yo tengo uno de los primeros y su capó (con el motor debajo) es más corto que el del nuevo, que lleva el motor detrás… Y no acepto que se diga que es porque delante va la batería, el depósito del lavaparabrisas, el radiador y su vaso de expansión, el depósito del líquido de frenos (y su cilindro maestro), etc. Todo eso también lo lleva el mío delante, y además el motor, que es de 4 cilindros (y no tres) y bastante más grande. ¿Es que ya no saben ahora hacer los coches como antes?
Borja Valera (Las Rozas, Madrid, correo electrónico)

Renault-Twingo

Respuesta. Es Vd. un poco duro con el nuevo Renault Twingo (lo mismo podríamos decir del nuevo Smart Forfour) pero la verdad es que no le falta razón… El primer Twingo de 1993 fue todo un ejemplo de aprovechamiento espacial, con un gran maletero (sin perder la rueda de repuesto y ampliable con la banqueta trasera desplazable longitudinalmente) y una mecánica convencional que hubiera podido alojar en su vano anterior un motor 1.6 de gasolina (o un 1.5 dCi diesel) perfectamente (hemos visto transformaciones de este coche con más de 160 CV). Pero los criterios de seguridad actuales obligan a ofrecer una zona de deformación delantera en caso de choque muy superior a la de hace 20 años, y la colaboración con Mercedes también ha impuesto más estrictas normas de seguridad. Y si además adelantamos al máximo el habitáculo (con una batalla de 2,49 m, 2 cm más que la del primer VW Golf) pues nos quedamos sin sitio por delante…
Piense que el nuevo Twingo lleva también el radiador delante (por abajo) con su correspondiente ventilador, y unas ruedas mucho más “gordas” que las del suyo (que nació con llantas de 13” y murió con 14”, sin pasar nunca de 165/65 de ancho de neumático, frente a las de 15” del actual con neumático delantero mínimo de 185/60). El resultado es que si encima le ponemos los depósitos de expansión del radiador, el del lavaparabrisas, el del líquido de freno, la batería… al final no queda sitio para casi nada. En Renault se defienden diciendo que así han logrado liberar espacio para que las ruedas delanteras giren a 45º (en vez de a 30º, como en la mayoría de los tracción delantera) pero lo cierto es que también habrían podido conseguirlo con un ancho de vía algo mayor y ruedas de 14” con neumáticos de 165 ó 175, y dejando al menos un hueco central para una rueda de repuesto de emergencia. Pero lo peor es el sistema de apertura practicable (porque el capó se abre, pero muy poco), con unas frágiles tirillas delanteras de plástico que liberan el acceso a las fijaciones mediante la llave del coche (son dos y no se hace en un momento), permitiendo que deslice unos 16 cm hacia delante. Es un sistema muy mejorable (para eso casi mejor haber hecho lo que hizo Audi con su primer A2, al que se le desmontaba la parrilla para verificar los niveles del motor), realizado para ahorrarse las bisagras y montar así un capó muy ligero de plástico que permitiera un buen resultado en las pruebas de atropello del test Euro NCAP. Pero desde luego, mejor hubiera sido un capó practicable de verdad, donde meter una rueda de repuesto y al menos un par de bolsas de deportes.