El futuro Crossover eléctrico de Skoda
Aunque la novedad principal de la marca checa en el Salón de Ginebra ha sido el Skoda Scala, no dejó de llamar la atención un “concept” eléctrico deportivo, que bajo el nombre de Skoda Vision iV se basa en la nueva plataforma eléctrica modular del grupo Volkswagen, anticipando un futuro «crossover» eléctrico.
Con este nuevo Concept, Skoda destaca su diseño “emocional” mezclando una carrocería SUV con un coupé de 4 puertas, dotado de un exagerado tren rodante propio de su condición (llantas de 22”, con los tapabujes iluminados en azul) y la últimamente reiterada disposición lineal enlazada de los grupos ópticos traseros, en este caso de un modo original, mediante la leyenda de Skoda en letras rojas iluminadas, pero no unidos directamente como sí lo están los faros delanteros, mediante una fina banda de diodos que cubre la función de luz de cruce diurna. En todo caso es un diseño bonito, en el que destaca el contraste de insertos en negro frente al color amarillo del “concept” (Ultra Yellow, con pigmentos de “oro orgánico” según Skoda), y como suele ser habitual en estos prototipos, detalles técnicos como la ausencia de tiradores de puertas (se abren al tocarlas) y de espejos retrovisores (sustituidos por cámaras a 180º de visión).

Más original es la apertura enfrentada de las puertas, con las traseras correderas hacia atrás (por accionamiento eléctrico). Su carrocería del tipo “coupé de 4 puertas” (o mejor dicho, 5) mide 4,67 m de largo por 1,93 de ancho y 1,61 de alto, sobre una plataforma de 2,77 m de batalla, en un formato muy similar al del Jaguar i-Pace. Por lo demás, todas sus luces son de diodos (con los faros Matrix LED) y el techo de vidrio es todo panorámico.
En el interior, tenemos un amplio habitáculo al carecer de túnel de transmisión (algo por otra parte normal en coches eléctricos), con un salpicadero bajo en dos pisos (con zonas iluminadas e insertos en cristal), volante cuadrangular de dos radios y una consola central desplazable entre conductor y acompañante, con hueco para dos teléfonos recargables inalámbricamente. La pantalla central multimedia es de gran tamaño, el cuadro digital y hay zonas tapizadas en una especie de antelina artificial (Ultrasuède, una fibra sintética similar al Alcántara) y otras (asientos) en otra fibra hecha a base de poliéster reciclado (Dinamica), como las alfombrillas del piso, igualmente de lana biodegradable. Los aireadores son unas finas hendiduras en madera de abedul sobre el salpicadero. En cuanto al maletero, su capacidad oficial anuncia unos generosos 550 litros.
Skoda Vision iV Concept: Con dos motores eléctricos
Pero lo más interesante es su tracción eléctrica, a cargo de dos motores, uno por cada eje, con un total de 205 kW (306 CV), que le permiten unas buenas prestaciones aunque su velocidad punta, 180 km/h, se queda corta para sus 300 CV. Claro que normalmente suele estar autolimitada -depende del peso, que Skoda no ha hecho público- o bien condicionado por el máximo régimen de giro eléctrico, si el motor es de tracción directa, sin desmultiplicación, lo que sería raro tratándose de un SUV. En todo caso su aceleración es muy brillante (de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos y de 80 a 120 km/h en menos de 4 segundos).
Pero tan importante o más que la potencia en un coche eléctrico es su autonomía, y aquí Skoda anuncia 500 km (bajo normas WLTP), una de las mayores existentes (incluso para “concepts”) gracias a unas baterías de ion-litio de 83 kW/h de capacidad, también de las mayores existentes (en teoría sólo le superan las del Tesla Model X y Jaguar i-Pace). Estas baterías van situadas en los bajos del coche, en disposición plana y refrigeradas por líquido. En cuanto al tiempo de recarga, Skoda sólo dice que “es posible recargarla al 80% en media hora”, pero no dice bajo qué tipo y potencia de toma de enchufe (se supone que trifásica y de 100 kW por lo menos). Vamos, que con un enchufe doméstico se llevará 12 o 14 horas…
En cuanto a conectividad, tenemos toda la panoplia habitual en los coches modernos, con un sistema multimedia diseñado para ofrecer una serie de servicios en conexión permanente con internet, a través de la plataforma de «Škoda Infotainment Online and Care Connect» (con conexión de datos 5G). Admite manejo táctil y gestual, y también de mando por voz, permitiendo enlazar los teléfonos móviles de conductor y acompañante para controlarlo o usarlos como llave para abrir y arrancar el coche. Además, tiene una función para monitorizar el pulso del conductor y su nivel de concentración de conducción, y en caso de detectar una situación de emergencia, puede llegar a detener el coche de forma segura. También ha sido pensado para un nivel 3 de conducción autónoma, contando para ello con escáneres láser, sensores de radar y cámaras. Igualmente puede compartir información con otros vehículos próximos así como con las infraestructuras conectadas a una red de datos para adaptarse mejor al tráfico y sus condiciones.

Sin más información acerca de su posible comercialización futura, este Skoda Vision iV Concept supone un primer paso de Skoda hacia la inminente electrificación que nos rodea, incorporando a la vez multitud de tecnologías innovadoras que aportan seguridad y confort, dando paso a su vez a una nueva era de información, entretenimiento y digitalización. Su posible producción no llegará antes de 2022, ya que antes la marca checa debe lanzar su Superb PHEV (previsto para este año, como híbrido enchufable) y tras él, el Skoda Citigo EV (la versión 100% eléctrica de su pequeño utilitario, primo del Seat eMii).
Hay que tener en cuenta que, dentro de la fiebre eléctrica que nos invade, Skoda proyecta invertir durante los próximos 4 años 2.000 millones de euros en vehículos alternativos o eficientes y en nuevos servicios de movilidad. Según los planes de la marca checa del Grupo Volkswagen, para fines de 2022 Skoda tendrá en el mercado más de 10 modelos electrificados (tanto híbridos, como híbridos enchufables o eléctricos puros). Y entre ellos, estará seguro la versión de calle de este Skoda Vision iV Concept.