La segunda generación Superb de Skoda no ha causado demasiado problemas de juventud, aunque sí algunos que han dado lugar a alguna llamada a revisión. Como es el caso los últimos modelos 2012 (producción desde octubre 2011) donde el motor eléctrico para el cierre automático a distancia del portón se bloquea o gripa a veces, impidiendo tanto el cierre como la apertura. Como son unidades aún en garantía, hay aviso a la red para que solucione el problema en las revisiones oficiales, sustituyendo el electromotor en caso necesario. Luego, en las primeras unidades (mayo de 2009) dotadas del motor V6 con tracción 4×4, ha habido algún problema de fijación del cable eléctrico de la batería (se afloja un tornillo) que corta la alimentación, dificulta la masa y si llegar a soltarse, impide el arranque. Han sido muy pocas unidades las afectadas, ya avisadas (y muy pocas en nuestro país). Por último, y en tono menor, en algunas unidades equipadas del cambio automatizado DSG de doble embrague, puede fallar el sensor de temperatura del aceite del mismo, causando disfunciones del cambio por avisos erróneos del mismo.
