El Octavia 4×4 se independiza
La versión 4×4 del Octavia Combi deja de llamarse Octavia para ser Skoda Scout, y vuelve al mercado con su tracción total Haldex, carrocería sobreelevada y tres motorizaciones, un gasolina y dos diesel. Estará a la venta a principio del otoño desde 30.340 euros.
El cambio de nombre es simplemente puro marketing comercial, para situarlo en una gama aparte, ya que en otros mercados se mantiene el de Octavia Combi Scout, del mismo modo que se mantienen ofertas 4×4 del Octavia berlina y familiar. Pero aquí se ha pensado que convenía desmarcarse un poco del Octavia, y se ha quedado en Scout a secas.
Este Scout utiliza el mismo bastidor y carrocería del nuevo Octavia Combi, cuyas cotas internas comparte, así como las externas (salvo la altura, ligeramente mayor), con sus 610 litros de volumen de maletero (1.740 con los asientos traseros abatidos) y hasta 2,92 m de fondo útil (con el respaldo del acompañante delantero también plegado). Mide 4,69 m de largo (10 cm más que antes, los mismos que gana en batalla, que pasa de 2,58 a 2,68 m, lo mismo que el Octavia Combi).
Presentado el pasado marzo en el Salón de Ginebra, saldrá a la venta en España este octubre, utilizando la última generación de la tracción total por embrague Haldex (la 5ª ya) y con los suaves retoques que impone un discreto uso “off road”, como son los nuevos parachoques con escudos inferiores en negro con detalles metalizados y una mayor toma inferior de aire, así como faros antiniebla específicos. Los umbrales de puertas y los pasos de rueda llevan molduras de protección en negro, y la altura libre al suelo se incrementa 3,3 cm en comparación con el Octavia, hasta llegar a unos más útiles 17 cm.
Monta de serie llantas de aleación de 17”, con neumáticos de 225 pero esta vez en perfil 50 en vez de 45, y trae de serie la protección de bajos para rodar en tierra. La parrilla luce el logo Scout y las molduras laterales negras envuelven los marcos de puertas y pasos de rueda. También trae de serie bandas protectoras inferiores en plástico negro y retrovisores exteriores con carcasas en aluminio, mientras que las barras de techo (metalizadas) lamentablemente son opcionales.
En el interior, el volante multifunción de tres brazos va forrado en piel, como el pomo del cambio, luciendo también el emblema Scout, y el salpicadero puede ir en negro o bitono en negro y marrón (en los niveles superiores), mientras que la tapicería puede ir en negro o bicolor negra y marrón (piel/Alcántara). Y cuenta con todas las soluciones de funcionalidad ya vistas en el nuevo Octavia Combi (alfombrillas de doble cara, rascador anti-hielo, chaleco bajo el asiento del conductor, etc).
Motores complacientes.- Todos los Scout traen de serie la tracción 4×4 por embrague Haldex de 5ª generación, con un aumento del 25% en capacidad de arrastre (ahora hasta dos toneladas) y mayor capacidad “off road”, gracias a los mayores ángulos de ataque y salida (16,7º y 13,8º respectivamente). Más ligera (1,4 kg menos), esta tracción Haldex trae bloqueo electrónico de diferencial (EDL) a baja velocidad y un ESP (ESC) ajustable a las condiciones específicas de conducción.
En cuanto a motores, la oferta se reduce a tres, dos diesel y un gasolina, más potentes y económicos que los anteriores y hasta 29 kg más ligeros, combinados con paquetes “Green-Tec” con sistema start-stop y recuperación de energía en la frenada, y por supuesto cumplidores de la normativa EU6, que entrará en vigor en septiembre.
El más potente de los tres es el turbodiesel 2.0 TDI de 184 CV, unido de serie a un cambio automatizado DSG de doble embrague y seis relaciones. Utilizado por primera vez por Skoda, esta variante de 184 CV del 2.0 TDI anuncia sólo 5,1 lts/100 km de consumo oficial combinado, con 134 grs/km de emisión de CO2. Por su parte, el 2.0 TDI de 150 CV viene sólo con el cambio manual de seis marchas, anunciando el mismo consumo (129 grs/km de CO2).
Finalmente, en gasolina el Scout monta el 1.8 TSI de 180 CV, turbocomprimido y de inyección directa, unido como en el TDI de 184 CV al cambio DSG de 6 marchas, con el que anuncia un consumo en ciclo combinado de 6,9 lts/100 km (158 grs/km de CO2).
En cuanto a prestaciones, el TDI 184 CV anuncia 219 km/h de velocidad punta y 7,8 segundos de 0 a 100 km/h (gracias a su considerable par de 38,7 mkg constantes entre 1.750 y 3.250 rpm), aunque el 1.8 TSI casi le iguala (216 km/h de velocidad punta y mismo crono en el 0-100 km/h) pese a sus 10 mkg menos. El TDI de 150 CV por su parte hace techo en los 207 km/h acelerando en el 0-100 km/h en 9,1 segundos, cifras muy notables para un familiar campero sin pretensiones deportivas…
Respecto al único equipamiento, sobresale el que el Scout incorpora en materia de seguridad, con 9 airbags de serie (incluido el de rodillas) y frenado anticolisión. Pero luego la mayoría de las ayudas son ya opcionales, como el Front Assist (frenado de emergencia urbano automático), el asistente de protección de ocupantes, aviso de abandono de carril, faros ILS, etc. Aquí choca el que Skoda caiga en algunas cicaterías, cobrando aparte las redes de sujeción de equipaje (55 €), el respaldo plegable del acompañante delantero (90 €) o el detector de fatiga (40 €). Al menos trae de serie una rueda normal de repuesto, climatizador dual y control de crucero.
En cuanto a los precios, parten de 30.340 € con el motor TDI de 150 CV, 2.400 € más la variante de 184 CV con cambio DSG y 31.840 € con el motor TSI también con la caja DSG, aunque se espera unos descuentos aún por determinar que podrían estar en torno a los 4.000 euros.