Seat Mii 1.0. Cambios y versión 5 puertas

28 mayo, 2012

Disponible con carrocería de 3 puertas primero y ahora también con 5 puertas (las laterales traseras un tanto estrechas), este Seat Mii (¡que nombre tan poco afortunado!) se fabrica como sus hermanos de VW y Skoda en la planta eslovaca de Bratislava, los tres con el mismo motor tricilíndrico de 999 cc en gasolina, declinado en dos versiones de 60 y 75 CV, y los tres con la misma plataforma y carrocería, a excepción de algunos cambios cosméticos diferenciadores (parrilla y grupos ópticos).

El objetivo de Seat es recuperar la oferta que cubrió en su día el Arosa, aunque ahora lo va a tener más difícil, ya que no tiene sólo un rival en la familia (como lo fue antes el Volkswagen Lupo para el Arosa) sino dos, al sumarse también ahora el Skoda Citigo, que como el Seat Mii y el VW Up, cuenta con el asistente a la frenada de emergencia activo también a baja velocidad (menos de 30 km/h) que Seat llama Asistente de Frenada en Ciudad y Skoda “City Safe Drive”. Y además, el control dinámico de estabilidad ESP (ahora ESC para Seat), obligatorio ya en la UE desde el pasado octubre para todos los coches de nuevo diseño.
Concebido como un utilitario básico, el Seat Mii tiene las mismas medidas que sus hermanos (3,56 m de largo por 2,42 de batalla) y habitabilidad sólo para 4 plazas.

Su precio es competitivo en su primer nivel de acceso, no así en los otros dos (el Style en 60 y 75 CV), sobre todo frente a la dura competencia asiática de los Kia Picanto, Hyundai i10, Nissan Pixo y Suzuki Alto. Ante ellos, el Mii presume de ser un peso ligero (854 kg en vacío), lo que le permite un consumo combinado de 4,5 y 4,7 lts/100 km en cada versión (60 y 75 CV), con 97 grs/km de emisión de CO2 (en el 60 CV con el pack Ecomotive, con “start & stop” de serie y sistema de recuperación de energía). Con 171 y 160 km/h de velocidad punta en cada versión, sus prestaciones son suficientes, aun cuando su aceleración (14,4 y 13,2 segundos en el 0-100 km/h, y casi 36 y 35 en el km desde parado para cada uno) resulte un tanto linfática.

Al volante, destaca ante todo una buena amplitud interior para sus cortas dimensiones y una acertada posición de conducción, con una lograda ergonomía general de mandos, sobre todo el mando del cambio, muy accesible. El maletero, con 251 litros oficiales es bastante capaz, ampliable a casi mil litros (951) plegando los asientos posteriores, y la visibilidad es también muy correcta y adecuada para un coche urbano. Pero hay puntos mejorables: la rueda de repuesto (de emergencia) es opcional (50 €), los limpiaparabrisas presentan un barrido deficiente, y hay demasiadas zonas interiores sin revestir (guardapuertas, portón…), así como sólo un elevalunas eléctrico (el del conductor) lo mismo que un solo espejo por mando eléctrico (curiosamente el del conductor, cuando el más necesario sería el del acompañante.

En la versión de acceso (Reference) los asientos traseros plegables y el sistema “easy entry” con memoria de posición y ajuste de altura en el del conductor es opcional (250 €), algo no muy de recibo. En marcha, el tricilíndrico de 999 cc resulta un tanto áspero y ruidoso y aunque a alto régimen y con tres personas a bordo (sin equipaje) se defiende bien, falta elasticidad a bajo régimen, en especial en la versión de 60 CV, aunque tampoco el 75 CV destaca por sus recuperaciones (y hasta en aceleración: en las salidas rápidas exige hacer patinar más de la cuenta al embrague si se quiere un poco de vivacidad). La dirección electrohidráulica resulta muy precisa, pero la suspensión no es cómoda y además la carrocería balancea en curva más de lo que debiera, con cierta propensión al cabeceo.

Quizá ello pueda disculparse más en un coche de vocación eminentemente urbana. Pero lo que ya no es tan perdonable en un coche de este carácter es su escasa protección de carrocería ante los típicos roces del tráfico urbano. No hay molduras protectoras, ni en los laterales ni en los paragolpes, y en el delantero tenemos un resalte inferior “rompetobillos” (supuestamente pensado para infligir menos daño a los peatones en caso de atropello) muy expuesto a los bordillos.

Además, este deflector es solidario con el paragolpes, y en caso de rotura obliga a cambiar todo el conjunto, algo poco lógico y que encarece innecesariamente las reparaciones. El equipamiento es correcto en el nivel Style, pero peca de pobre en el Reference, sin aire acondicionado (opcional por 700 €) ni equipo de audio (300 €), sólo de serie en el Style. Sólo así se consiguen anunciar esos 8.690 euros de la versión base, que suben a 10.240 con el motor de 60 CV y llegan a 10.690 con el de 75. Sólo con el pack Style Sport (800 €) se pone ya en los 11.500 (y el pack Confort, de 350 €, pone al Mii 60 CV por encima de los 10.500). El pack Style Sport incluye suspensión rebajada y llantas de aleación de 15”(ambos perjudican el confort), junto con lunas supertintadas, faros antiniebla, volante y pomo del cambio en piel y los retrovisores eléctricos y calefactados, y el pack Confort añade el ordenador de a bordo, control de crucero y sensores traseros de aparcamiento).

Hay también un pack Chic (que cambia las llantas de aleación de 15” por 14”, la tapicería Sport por la Chic y prescinde de la suspensión rebajada y las lunas supertintadas) y otro Smile/Enjoy (290 €) con estriberas y alfombrillas específicas, adhesivos personalizados, etc… Todos para el nivel Style, con lo que los precios finales se van ya por encima de los 11.000 euros, rozando los 12.000 si se pide la carrocería de 5 puertas (425 euros más). O sea, casi en el mismo nivel del VW Up!, lo que reduce bastante el encanto de esta gama.

Versiones del modelo: 'Mii'

Seat
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Tno. 93 487 88 55
Garantía: 2 años sin límit