El más rápido y potente de su historia
Derivado en 2 puertas del actual Ghost, el Rolls Royce Wraith es un coupé de superlujo con carácter más deportivo pero bajo los cánones más tradicionales, incluso demasiado hasta para una marca tan conservadora como Rolls-Royce. Pero como los extremos se tocan, llega a sorprender con detalles como sus puertas de apertura antagonista al sentido de la marcha.
Mostrado en el Salón de Ginebra del año pasado, no fue presentado a la prensa hasta el otoño e inició su venta el pasado diciembre, a un precio orientativo de 335.000 euros, pues ya se sabe que como coche artesanal que es difícilmente se encuentran dos modelos iguales.
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La marca de lujo británica, propiedad de BMW, ha hecho de este Wraith (“espectro” en inglés, nombre ya utilizado por los Wraith y Silver Wraith de 1938, según su fantasmal nomenclatura tradicional) un Ghost coupé, acortando la batalla de su plataforma en 18 cm (pese a todo imponente, con sus 3,11 m, que aunque nos parezca tremenda era justo la que tenía el legendario Citroën DS “tiburón”), lo que da una longitud total de 5,27 m, gracias a su gran voladizo posterior (otro detalle de coupé de “los de antes”). Realizado sobre un bastidor monocasco de acero con 1,98 m de ancho por 1,5 de alto tiene una estampa apabullante, con su carrocería bicolor (marrón y beige) de larga cola y techo tendido con la zaga truncada, rememorando los orígenes del estilo “fastback” que se remontan a la época del diseño aerodinámico de los años 30 y se vinculan con el cine negro (según afirma la propia Rolls Royce). Muy popular en EE.UU., la palabra fastback pronto vino a definir el espíritu de aventura y el dinamismo que representaba el paradigma de los deportivos y GT europeos de principios y mediados del siglo XX. Aunque a nosotros lo que nos sugiere este Wraith es el coche ideal de la Cruella de Ville (recuerden los “101 dálmatas” de Walt Disney) del siglo XXI…
Su motor es el mismo del Ghost, o sea el V12 biturbo de origen BMW aquí ligeramente potenciado hasta 632 CV DIN (ó 624 BHP según la obsoleta norma británica de potencia que Rolls aún se empeña en utilizar, tan anticuada como la SAE), una potencia récord para Rolls (el más potente de su historia según la marca, aunque como antes no la declaraban no sabemos cuánto más). Pero lo que importa son sus 81,6 mkg de par constante entre 1.500 y 5.500 rpm, un par motriz imponente pero necesario para poder mover con soltura los 2.360 kg de peso en vacío de este Wraith, nada ligero para un “espectro”… Así alcanza 250 km/h de velocidad máxima (autolimitada) y se pone en 4,6 segundos de 0 a 100 km/h, prestaciones de superdeportivo acordes a los más de 300.000 euros de su precio, que todo hay que decirlo. Como también su consumo, con 14 lts/100 km en el promedio oficial combinado (327 grs/km de CO2) pese a su inyección directa y su parafernalia ecológica germana (en ciudad pasa de 21 lts/100 km, que tampoco es para escandalizarse en un 12 cilindros de 6,6 litros sobrealimentado por dos turbos).
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Pero no todo es clásico en este Rolls Royce Wraith. Lo mismo que su motor incorpora lo mejor de la ingeniería germana, el cambio ZF automático de 8 relaciones también, con una curiosa aplicación, aparte de la ya banal de reducción múltiple de marchas al pisar a fondo, como es el sistema de transmisión asistida por satélite, que utiliza la información del sistema GPS para ver más allá de lo que ve el conductor, anticipando los cambios de marcha basándose en la posición y en el estilo de conducción actual y después selecciona la marcha más adecuada para el siguiente tramo del camino.
En comparación con el Ghost, es 5 cm más bajo, con la suspensión neumática retocada para minimizar el balanceo y mejorar su reacción en curva, sobre llantas de 21” de diámetro; la asistencia variable de la dirección es mayor (más rígida a alta velocidad y más suave a baja) pero manteniendo siempre el máximo confort y la sensación de flotar sobre un colchón de aire. Además, su comportamiento está asegurado por sus ayudas electrónicas de asistencia a la conducción (control dinámico de estabilidad que incluye el de tracción y frenado en curva). Dispone también de ACC (control de crucero inteligente) con sensores que supervisan la carretera, aumentando o disminuyendo la velocidad para mantener la distancia de seguridad, y que ahora también reaccionan ante vehículos estáticos, ayudando a la conducción por ciudad, con la función iBrake 6 que mediante un sensor radar y la cámara frontal ayuda al conductor a detener el coche rápidamente frente a una situación de emergencia. El sistema avisa al conductor a través de la pantalla. Si no se toma ninguna acción, se emiten más avisos sonoros y visuales. La tercera luz de freno también parpadea en las frenadas de emergencia.
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Y hay más: pantalla virtual, faros autoadaptables, maletero de apertura sin llave… Por ejemplo el sistema avanzado de gestión de impactos y seguridad (ACSM), con sensores alrededor del coche que realizan 2.000 mediciones por segundo. Una combinación de cinturones de seguridad con limitadores de fuerza y airbags inteligentes protege a los ocupantes en caso de impacto violento, con airbag delanteros y traseros frontales y laterales y también delanteros de rodillas. Y también dispone de tecnología de visión nocturna que ahora incluye mensajes de aviso, así como la preparación automática del freno para ayudar a realizar una maniobra evasión en caso de accidente inminente. Las cámaras de infrarrojos situadas en las esquinas superiores de la rejilla frontal proyectan una imagen térmica en la pantalla que resalta los objetos calientes, identificando los obstáculos entre 15 y 200 m por delante de la carretera, y avisando con una señal triangular amarilla (que se vuelve roja ante el peligro de atropello, con aviso sonoro y frenos que se preparan para frenar a tope si la situación se vuelve crítica). Cuenta también con cambio automático de faros (de cruce a carretera y viceversa), sistema de aviso Auto E-Call en caso de accidente (el coche automáticamente informa a los servicios de emergencia de su ubicación mediante el posicionamiento GPS), cámara de visión periférica, etc…
Son equipamientos de hoy, que van mas allá de los revestimientos de piel flor y los insertos en madera de poro abierto Canadel, junto a los detalles de acabado interior “art deco”, y desde luego más interesantes y valiosos, como el navegador con activamiento por voz situado al volante, que permite acceder a la navegación, teléfono y dar otras órdenes, como mandar correos electrónicos y mensajes SMS simplemente dictándolos. O la información de tráfico en tiempo real (RTTI), que además de las fuentes utilizadas por el canal de mensajes de tráfico, usa datos procedentes de los teléfonos móviles instalados en flotas de vehículos comerciales y taxis, recopilados y actualizados cada tres minutos. O los colores (verde, amarillo, naranja y rojo) utilizados para señalar la fluidez del tráfico en las vías seleccionadas (y cuando es probable añadir 20 minutos o más a un trayecto dado, se ofrece una ruta alternativa con información adicional sobre consumo de combustible y tiempo estimado si se elige dicha ruta). Mediante la aplicación RR Connect, la navegación fluida se extiende a las búsquedas con un dispositivo móvil cuando no se está a bordo del Wraith. La aplicación RR Connect dispone también de otras funciones (actualización de noticias mediante RSS, radio web reproducida directamente en el habitáculo, búsqueda local por Google…).
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Auténticos detalles de lujo actual que superan los de su exquisito equipo hi-fi (1.300W, 20,5 Gb de capacidad, 18 altavoces) o los de “gadgets” como el de la figura icono de la marca, el “espíritu del éxtasis”, que además de adornar la rejilla frontal (ligeramente modificada e inclinada 5º hacia delante) también se ha reproducido en el habitáculo del Wraith, girando suavemente en la pantalla cuando se arranca el motor, y sobre la superficie de cristal del nuevo mando giratorio sobre un panel táctil (en lugar de una pantalla táctil que podría dejar según Rolls-Royce, “antiestéticas huellas dactilares a la altura de la vista del conductor y de los pasajeros”). Con él se pueden escribir caracteres con el dedo, así como elegir las opciones de los menús girando el selector cromado y pulsando para seleccionar sus funciones.
El panel táctil del mando giratorio repite las funcionalidades de «pellizcar y estirar» de los últimos teléfonos móviles, lo que ayuda a los ocupantes a localizar las zonas elegidas de la pantalla o a ampliarlas. Por ejemplo, se pueden encontrar diferentes zonas en un mapa moviendo un dedo por el panel táctil mientras que la vista en modo calle se puede ampliar o reducir estirando o pellizcando. También ofrece función de puntero para seleccionar las opciones de los menús, y la posibilidad de incluir datos de texto escrito, por ejemplo, cuando se tienen que introducir un nombre y un número a través del menú del teléfono. El Wraith reconoce caracteres latinos, rusos y árabes, así como los del chino mandarín, señal inequívoca de la importancia del segundo mercado más grande del mundo (y el primero en nuevos ricos) para una marca como Rolls Royce. En suma, un clásico coupé de lujo a lo grande al viejo estilo, pero con un equipamiento tecnológico de últimísima vanguardia, como no podía ser de otra manera en un Rolls.