A los tres años de su presentación oficial (tercera generación) y 500.000 unidades vendidas desde su nacimiento en 1995, Renault realiza una ligera puesta al día de sus Scenic y Grand Scenic, los cuales actualizan su imagen mediante la inclusión de un nuevo diseño del frontal que incluye ligeras modificaciones en faros (con nuevo diseño de ópticas y pestañas opacas), aletas, capó y paragolpes (estos últimos con la luz diurna integrada), además de inserciones cromadas y en negro brillante.
Si los nuevos cambios exteriores en el Scenic dinamizan su imagen, en el Grand Scenic elevan su distinción con las barras de techo y un diseño más horizontal que incluye una entrada de aire ensanchada en el paragolpes.
Los cambios exteriores se completan con nuevos juegos de llantas específicos para ambas carrocerías.
En el interior encontramos nuevos colores y diseños de tapicerías, con mayor número de cromados que mejoran la calidad percibida y aunque no hay cambios en el salpicadero, mejoran los grafismos de la pantalla TFT del cuadro de instrumentos, ahora de mayor percepción gracias al contraste de colores elegido.
Las mejoras introducidas en la gama, añaden dos novedades tecnológicas como son el Visio System y la ayuda al arranque en cuesta. El primero mejora la atención del conductor a través de una cámara que detecta las líneas que delimitan las vías de circulación (a partir de 70 km/h), avisando acústicamente si se traspasan sin indicación previa de intermitencia, ahora de un solo toque. Además, la visibilidad nocturna mejora sustancialmente al incluir luces largas automáticas (a partir de 45 km/h) que se desconectan al detectar los faros o pilotos de vehículos cercanos.
Por último, a partir del nivel Authentique se añade una nueva radio que ofrece las conexiones Bluetooth, USB y I-Pod. En cuanto a propulsores, se ofrecen los mismos con algún motor mejorado, como es el caso del diesel 1.5 dCi de 110 CV que aumenta el par máximo un 8% (26,5 mkg) y disminuye el consumo mixto un 16% (-0,8 l/100 km) hasta los 4,1 lit./100 km, gracias al Stop & Start con recuperación de energía al frenar, un turbo de geometría variable optimizado, una bomba de aceite de presión variable y unas boquillas de inyección más precisas. En gasolina, el próximo mes de mayo se introducirá el nuevo motor de 1.2 TCe de 115 CV realizado todo en aluminio (recientemente estrenado por el Megane) y que sustituye al 1.6 atmosférico de 110 CV, un 20% más austero en consumo (5,8 l/100 km) y emisiones (135 g/km de CO2).