Un Renault o un Dacia?, el Sandero va a ser las dos cosas; en Brasil, donde se fabrica y se vende desde el pasado mes de diciembre, será Renault (una especie de Clio más barato), lo mismo que en Argentina a donde llegará en el mes de febrero de 2008. Pero también este año 2008 se empezará a producir, en la planta de Pitesti en Rumanía, una versión para los mercados europeos y que no se llamará Logan, pero sí llegará bajo la marca Dacia y nombre probablemente Solane (con el fin de no hacer sombra a la tercera generación Clio, uno de sus competidores naturales) y al que se le realizarán una serie de cambios en la calandra, excepto las ópticas, y cuyo precio podrá rondar los 8.500 euros, lo que, de ser así, convertirá a este robusto y compacto modelo en uno de los más competitivos de su segmento.

Y es que en el fondo el Sandero es un Logan, con el que comparte la plataforma, pero con cinco puertas, maquillado, modernizado y de aspecto más atractivo y menos espartano, aunque sin renunciar a sus mejores armas como son las generosas dimensiones, pese a pertenecer a la categoría de los polivalentes grandes, ya que mide 4,02 m y cuenta con un maletero de 320 litros (288 el Clio). Generosidad de espacio que se aprecia en el interior donde dispone de 1,4 m de anchura en las plazas delanteras y una distancia al techo en las traseras de 87,8 cm, una habitabilidad traducida también en funcionalidad con la posibilidad de abatir la banqueta trasera en partes asimétricas (1/3-2/3).
Otro aspecto en que el nuevo Sandero supera al Logan es en la seguridad, ya que puede incluir el sistema ABS de última generación que incorporan tanto los nuevos Megane como el Clio de segunda generación. En cuanto a seguridad pasiva, los cinturones de seguridad de 3 puntos, los airbags, el salpicadero de nido de abeja o el travesaño de protección le convierten en un competidor sin complejos.

Aunque no se ha desvelado con que motores llegará a Europa, en Argentina está animado por los fiables 1.6 de 8 válvulas y de16 válvulas de gasolina, además del 1.5 dCi diesel de inyección directa, mientras que para Brasil se reservan las motorizaciones flexfuel, que funcionan con biocarburante, de 1.0 litros 16 válvulas y 1.6 de 16 válvulas que equipan ya al Renault Clio y Dacia Logan, junto con el motor, igualmente flexfuel de 1.6 litros y 8 válvulas hasta ahora inédito en la gama Renault.
Todo ello unido a una garantía de 3 años y a unos bajos costes de mantenimiento.