Prueba: Opel Astra 1.0 Turbo Dynamic

15 abril, 2017
C. ENRIQUEZ DE SALAMANCA

Nada pasional y mucho racional

A Favor
• Rendimiento
• Comportamiento correcto
• Consumos ajustados
• Opciones interesantes
• Sistema OnStar

 

En contra
• Precio comparado con la gama
• Maletero justo
• Algunas opciones son caras

 

Este Opel Astra te da justo lo que necesitas, porque el motor de gasolina 1.0 Turbo de 105 CV gasta poco y anda suficiente; porque el coche es bastante amplio y el equipamiento de serie tiene lo imprescindible; y también porque su comportamiento es más que correcto.

Claro, luego te pones a pensar qué tipo de coche te apetecería tener de verdad —siempre y cuando te gusten los coches— y el asunto cambia bastante. Pero una cosa es querer y otra es poder. Una cosa es querer un aparato de más de 300 CV y otra cosa es pagarlo… y poder mantenerlo; una cosa es tener unas prestaciones de superdeportivo y otra saber exprimirlas… y poder saborearlas, ya que las normas actuales son las que son. También otra cosa es tener una familia con dos hijos y pensar que te hace falta un monovolumen de 5 metros con siete asientos y 600 litros de maletero, que de todo hay en la viña del Señor. El Opel Astra que hemos tenido la ocasión de probar no tiene nada de pasional pero sí mucho de racional.

Esta versión del Opel Astra es muy recomendable por su motor, por el equipamiento y por las aptitudes del chasis. También, como coche pensado para una familia media, es lo suficientemente amplio por dentro. Con sus claroscuros, pero cumple en general con buena nota. Y, como buen coche pensado para uso diario, saca buenas notas en casi todos los apartados… sin brillar especialmente en ninguno de ellos.

Siguiendo la moda.- Personalmente no me gusta la definición, pero creo que el motor tricilíndrico 1.0 Turbo de este Opel Astra es, por su rendimiento y prestaciones, “políticamente correcto”. Y lo es por tres factores fundamentales: primero, este motor sigue la tendencia actual de mecánicas de tres cilindros con turbo e inyección directa y alrededor de 1 litro de cilindrada. Basta echar una ojeada al mercado para ver que Ford, Citroën, Peugeot, Volkswagen, Seat, Suzuki, etc, tienen motores similares, con potencias que oscilan entre los 90 y los 140 CV aproximadamente; segundo, este tipo de propulsores destacan por su bajo nivel de consumo y emisiones, que es precisamente lo que ahora piden por una parte la (insoportable) corrección política y, por otra, las normas; y, tercero, la forma de responder que tiene este tres cilindros de Opel. Sin entrar a analizar de momento las cifras de consumo y prestaciones, en este Astra todo parece pensado para que el 1.0 Turbo de 105 CV ofrezca su mejor cara en torno a los límites legales. De hecho, puede ir más allá como es natural, pero ya no se encuentra tan cómodo porque no se obtiene un mejor resultado.

El 1.0 ECOTEC, con 105 CV y cambio de 5 velocidades, destaca por su agradable empuje, sin vibraciones y una más que suficiente capacidad de aceleración o recuperación para la gran mayoría de los conductores. No solo es un motor muy suave, sino que también consume poco si lo llevamos a ritmo normalmente tranquilo. Los 5,8 l/100 km de media que hemos obtenido durante la prueba dan fe de ello. Si pretendemos exprimirlo a tope, el consumo sube proporcionalmente más de lo que mejoran las prestaciones y es fácil pasar de 8 l/100 km.

El motor responde bien incluso en marchas largas, es decir, que no hace falta jugar mucho con el cambio para avivar el ritmo. Además, el manejo de la palanca es correcto y el tacto del embrague es suave, algo que se agradece por otra parte a la hora de conducir por ciudad. Otro punto a favor es que la respuesta es progresiva desde muy bajas vueltas, lo que también es gratificante en el tráfico urbano, manteniendo de manera constante un suave empuje hasta poco más allá de medio régimen. Se puede insistir para alcanzar la zona alta del cuentavueltas —no le cuesta ganar régimen— pero ya hemos visto que ésa no es su zona de confort.

Buen comportamiento.- Opel ha reducido el peso global del coche —aunque muchos de sus rivales son más ligeros— al tiempo que ha aumentado ligeramente la rigidez torsional. La marca asegura que se ha aligerado el coche entre 120 y 200 kilos con respecto al Astra de 2012. Si comparamos esta versión 1.0 Turbo en concreto con el anterior Astra 1.6 atmosférico de 115 CV, la dieta supone exactamente esos 120 kilos a los que hacíamos referencia.

Una suspensión con buena puesta a punto de cara a ofrecer un acertado confort de amortiguación y una adecuada precisión terminan por dibujar un panorama francamente interesante. Como el motor no pone jamás en aprietos al chasis y la electrónica incluso mitiga el improbable subviraje, este Astra destaca por un comportamiento dinámico más que notable. El eje trasero, por ejemplo, va siempre muy bien asentado. Sin embargo, el coche es bastante ágil y la dirección tiene la suficiente precisión y rapidez para un coche de estas características. La dirección además no da sensación alguna de flotabilidad y transmite buena información de lo que sucede en el tren delantero. Los neumáticos de esta versión en concreto —225/45 sobre llanta 17” de aleación— también tienen que ver en este sentido y no inciden negativamente en la comodidad de marcha. No hay problema alguno cuando se suceden los cambios de apoyo y la suspensión tiene el suficiente nivel de confort como para viajar con una calidad de rodadura francamente buena, aunque ya no tenga la posibilidad de montar la amortiguación pilotada FlexRide que sí se ofrecía en la anterior generación del Astra. El coche tiene la agilidad justa, va por el sitio y —salvo animaladas propias de un «tuercebotas»— jamás te va a dar un susto; las reacciones siempre son nobles, predecibles y controlables. Equilibrio en suma.

Espacio y equipamiento.- Por dentro, aunque las dimensiones exteriores se han reducido —casi 5 centímetros más corto, 2,5 más bajo— y también la distancia entre ejes es un poco más corta (23 mm), el Astra es francamente amplio. La única cota que aumenta es la anchura (57 mm) pero lo curioso es que el nuevo Astra destaca por el espacio que hay en las plazas posteriores para las piernas y para la cabeza. La anchura interior es la habitual en un compacto, es decir, que tres adultos atrás irán estrechos e incómodos. El maletero, por otra parte, con sus 370 litros está por desgracia en la zona media-baja de la tabla.
El aislamiento acústico del Astra, también el filtrado de asperezas y vibraciones, está a bastante buen nivel. Ello contribuye a ese buen confort de marcha que antes comentábamos. Como todo es mejorable, se pueden escoger los asientos ergonómicos deportivos «Wellness», una opción que vale 500 € pero obliga a coger también la tapicería de cuero (otros 1.600 €). Ofrecen regulación de anchura de la banqueta y del respaldo, masaje y dos memorias para el conductor y ventilación para conductor y acompañante. Soltar 2.100 euros más por unos simples asientos tal vez te parecerá mucha tela, pero son mucho más cómodos que los de serie y, aunque a lo mejor no lo valores, tienen un certificado de ergonomía de la Aktion Gesunder Rücken (AGR), una firma alemana que investiga la disminución de los dolores de espalda. A un conductor joven tal vez le dé igual, pero los que ya tenemos unos años sabemos que estas cosas no son para tomárselas a la ligera. Si no te convence lo que te digo, al menos piensa como decía Santiago Bernabéu cuando le ofrecían fichar a un jugador extranjero: “con ese nombre tan raro, tiene que ser buenísimo”.

Otra opción interesante, sobre todo para los que suelen conducir por la noche, son los faros matriciales Led IntelliLux (cuestan 1.100 €). Cada faro tiene ocho grupos de leds independientes que se encienden y apagan para alumbrar de manera óptima las zonas en penumbra sin deslumbrar al resto de conductores. No son activos, es decir, que no giran en las curvas, pero iluminan muy bien las zonas oscuras y parece que, efectivamente, no deslumbran.

En la nube.- Uno de los elementos más atractivos de Opel es el servicio OnStar. Algunas de las funciones del OnStar son muy útiles, aunque otras me parecen una boutade. Por ejemplo, tener una red wifi a bordo nunca está de más, pero si solo caben 5 personas en el coche, y una de ellas debe ir atenta a la carretera porque es el conductor, no sé para qué se pueden conectar hasta 7 dispositivos simultáneamente. ¿Para el Zafira tal vez? Lo que me parece acertado es el sistema de respuesta automática en caso de colisión: en caso de accidente, un asesor preguntará inmediatamente por el estado de los ocupantes y si no hay respuesta enviara los servicios de emergencia al lugar donde se encuentra el coche.

También el servicio de emergencia o ayuda 24 horas, el diagnóstico del vehículo, la descarga de itinerarios de forma remota —te mandan al navegador la ruta para llegar a un sitio o te la puedes enviar tú mismo previamente desde tu smartphone— y la asistencia en caso de robo. También se puede hacer lo que se ve en el anuncio de la tele: el padre abre y cierra el coche a distancia desde su teléfono mientras la hija se «da el filete» con el novio. OnStar viene de serie con el acabado Dynamic y es gratuito el primer año. Después habrá que pagar por el servicio y por la zona wifi (serán más de 100 euros anuales en total).

¿Merece la pena?.– Los principales rivales de este Opel Astra 1.0 Dynamic de 5 puertas están en su propia casa. Por 417 o 845 euros más, respectivamente, se puede elegir el motor 1.4 con 6 marchas y 125 CV o 150 CV. Hay una clara mejoría en las prestaciones —sobre todo con el coche cargado— y no tanto en el consumo o en agrado de uso. Personalmente creo que, para una conducción tranquila, es mejor quedarse con el 1.0 y escoger uno de los múltiples paquetes opcionales que ofrece Opel. Por ejemplo, el Navi900 IntelliLink (850 €) o el Pack Parking —actualmente por 300 €— que incluye retrovisores exteriores plegables eléctricamente, sensor de aparcamiento delantero y trasero, cámara de visión trasera, alerta de ángulo muerto y aparcamiento sin manos. Evidentemente, cada uno tiene que decidir si prefiere un coche más equipado o necesita un motor con algo más de chicha. Sin embargo, a pesar de que el cronómetro no miente, el 1.0 de 105 CV llega a ser un motor brillante que no defrauda en cuanto a agrado de uso y rendimiento global, mientras que el 1.4 se queda algo descafeinado con respecto a lo que uno se espera, sobre todo el de 150 CV.

Versiones del modelo: 'Astra'

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