Prueba: Kia Sportage 1.6 CRDi MHEV GT-Line

20 diciembre, 2024
J. Robredo

Un SUV diésel práctico y microhíbrido

Probamos la última generación del Kia Sportage con mecánica diésel MHEV (“mild hybrid”) a 48 voltios y nivel de equipamiento GT-Line, un SUV compacto muy versátil e interesante con esta versión 1.6 CRDi de 136 CV (que en realidad se acerca a los 150 CV reales con la ayuda de su hibridación “light” a 48 voltios) que ahora puede lucir la etiqueta ECO de la DGT.

Es esta versión Kia Sportage 1.6 CRDi MHEV la que nos parece más interesante que las HEV y PHEV híbridas (o sea las recargables y enchufables) para los que tienen que recorrer muchos kilómetros, al ser más frugal que los gasolina, sobre todo para un SUV compacto de 4,5 m de largo y 1.600 kg de peso, y en una banda de precios bastante asequible, desde poco más de 32.000 euros a los 43.000 largos de nuestra unidad de prueba, en el nivel alto GT-Line con cambio automatizado DCT de 7 relaciones y tracción 4×2. Un modelo especialmente apreciado entre los SUV de nuestro mercado y que representa nada menos que casi la cuarta parte de las ventas en España de Kia.

Prueba: Kia Sportage 1.6 CRDi MHEV GT-Line
A FAVOR EN CONTRA
Habitabilidad y funcionalidad Tren rodante algo excesivo
Relación consumo/prestaciones Sonoridad a alto régimen
Nivel de equipamiento

Respecto a la anterior generación de 2016 (código QL), reestilizada en 2019, gana 3 cm más largo, uno más de ancho y otro más de alto, con casi la misma batalla (2,68 m, +1 cm), o sea 4,52 m de largo por 1,87 m de ancho y 1,65 de alto. Pero su aspecto ahora es más anguloso y llamativo, causando una impresión estética singular. Pero la sensación de calidad percibida es mucho mayor, y ajustes y presentación interior mejoran mucho respecto al anterior Sportage. Con ocho colores de carrocería, el nivel GT-Line lleva el techo en negro a contraste, con llantas de aleación de 19” (neumáticos de 235/50 R19).

Pero tenemos unas plazas posteriores amplias y un maletero aún bastante grande, en un coche ahora con la ventaja de la etiqueta ECO para circular mejor por las Zonas urbanas de Bajas Emisiones. Los asientos del nivel GT-Line son cómodos y de buena sujeción, con ajuste eléctrico y dos memorias de posición en el del conductor, además de estar ventilados y calefactados (el volante también puede estar calefactado). El acceso es cómodo y sencillo gracias al notable ángulo de apertura de puertas, también en la segunda fila donde hay mucho espacio para las rodillas y bajo los asientos delanteros para meter los pies.

Prueba: Kia Sportage 1.6 CRDi MHEV GT-Line

Un adulto de 1,85 m de estatura puede ir tras otro de igual talla sin problema de espacio para piernas, ni tampoco de altura libre al techo, aunque aquí el techo practicable nos lo pone un poco más difícil. La plaza central trasera, como es habitual, es más incómoda que las laterales, tanto por mullido como por anchura, algo escasa para que tres adultos grandes viajen cómodos. Pero aún así y para su tamaño este Kia Sportage 1.6 CRDi MHEV es uno de los SUV más amplios y habitables de su clase.

Los respaldos de la segunda fila son reclinables, pero la banqueta es fija, lo que se echa de menos cuando otros SUV como los Citroën C5 Aircross, Ford Kuga o Skoda Karoq tienen banquetas deslizantes. Pero las plazas traseras del Sportage disponen de huecos portaobjetos de puertas, regulación del climatizador y salidas de aire en la consola central, tomas USB-C, perchas, y hasta calefacción en las plazas laterales, funcionalidades parecidas a las que ofrece su primo coreano, el Hyundai Tucson.

Prueba: Kia Sportage 1.6 CRDi MHEV GT-Line

El volumen del maletero no llega a los 591 litros de las versiones no híbridas de gasolina, ni siquiera a los 562 del 1.6 T-GDi MHEV, sino que se queda en 526 litros (hay que hacer sitio a los 14 litros del depósito de Ad Blue) que en todo caso es un buen volumen frente a su competencia, pudiéndose abatir en tres los respaldos de los asientos posteriores (40:20:40) y graduar su inclinación, lo que permite ganar algo de espacio.

Cuenta con un punto de luz y una toma de corriente a 12 voltios y anillas para sujetar una red. El piso no se puede colocar a distintas alturas, pero sí  levantar para acceder a un pequeño espacio donde está el kit antipinchazo y algunos huecos para guardar objetos no muy grandes.

Prueba: Kia Sportage 1.6 CRDi MHEV GT-Line

Una vez al volante, tenemos dos pantallas iguales en el salpicadero (12,3” cada una) una para el cuadro de instrumentación y la otra multimedia, una junto a la otra y con una visera común para que parezca una sola. La del cuadro ofrece suficiente información, cambiando de configuración con los modos de conducción (Eco, Normal y Sport), aunque sin gran capacidad de personalización.

La pantalla multimedia ofrece una buena resolución gráfica y una intuitiva distribución de funciones, es rápida a los toques y presenta sus menús de forma fluida y convincente. Compatible con Android Auto y Apple Car Play (útil para quienes elijan usar el navegador del móvil antes que el del coche, ya que muchos lo prefieren así), tenemos el “chivato” de presencia obstáculos en el punto muerto a base de la imagen que surge en la esquina del cuadro, como en otros modelos de la marca, y hasta los mandos del volante, que trae bastantes botones, son sencillos y de fácil uso.

Prueba: Kia Sportage 1.6 CRDi MHEV GT-Line

Los mandos de uso más frecuente quedan a mano y en posición lógica, mientras que los menos frecuentes, como el del freno de mano eléctrico (se activa y desactiva de forma automática) o la desconexión del control de estabilidad, quedan algo ocultos a izquierda del volante. En la consola hay varios huecos para vasos, botes y pequeños objetos, con una gran guantera y un generoso hueco bajo el apoyacodos central, y tenemos de serie en este nivel GT-Line el soporte para la carga inalámbrica del teléfono móvil, delante del selector del cambio automático de marchas (sin conexión física con la transmisión, sino electrónica, mediante un mando rotativo en la zona baja de la consola).

Tenemos bajo los aireadores centrales los mandos del climatizador, sin que haya que pasar forzosamente por la pantalla para elegir temperatura, aunque desde ella también se pueden hacer ajustes. Los mandos van sobre un panel táctil multifunción, ya que con un botón pasa de mostrar el control del climatizador a los del sistema multimedia.

Prueba: Kia Sportage 1.6 CRDi MHEV GT-Line

Disponible en cuatro niveles de equipamiento (Concept, Drive, Tech y GT-Line) sin duda el último es el más completo y propio de un alto de gama, pero sin olvidar lo cuidado del mismo desde el nivel de acceso Concept (que trae de serie llantas de 17”, climatizador bizona, encendido automático de luces, aviso de mantenimiento de carril, control de crucero y sistema multimedia con pantalla de 8”).

Y desde el nivel Drive el cuadro digital de 12,3” y el sistema multimedia también con pantalla de 12,3”, además de cámara de visión trasera y conexión a internet, navegador, llantas de 18”, incluyendo además de serie sensores de aparcamiento delanteros y traseros, ajuste lumbar del asiento del conductor, faros antiniebla y dos tomas USB en la segunda fila. Pero en el GT-Line, Kia echa la casa por la ventana… Llantas de aleación de 19″, tapicería y asientos especiales, botón de arranque y llave inteligente, techo solar panorámico, equipo hi-fi JBL con 8 altavoces, faros de diodos de encendido matricial, etc, etc.

Kia Sportage 1.6 CRDi MHEV: mecánica suficiente

Pero lo más interesante de este nuevo Sportage diesel MHEV es su hibridación “light” a 48 voltios sobre un motor de gasóleo y no de gasolina, con la que se permite, junto al catalizador SCR de reducción selectiva, anunciar una rebaja del 4% en consumo y emisiones en el ciclo WLTP. Es una microhibridación específica del grupo Hyundai (también la tiene el Hyundai Tucson) denominada EcoDynamics+, que ya existía antes en el 2.0 CRDi 4×4 y ahora se extiende al 1.6 CRDi, alimentada por una batería de iones de litio de 48 voltios. Funciona de forma continua cargando energía al retener y suministrándola al acelerar (casi 12 CV), para disminuir el consumo y emisiones del motor diesel.

Esta batería de ion-litio de 48V y 0,88 kW/h de capacidad (antes 0,44) va situada debajo del maletero, mientras que la unidad “mild-hybrid” se integra con el motor de combustión interna. Al arrancar, el motor se inicia con el sistema EcoDynamics+ para obtener un arranque rápido, y ya en marcha, al acelerar o bajo un esfuerzo puntual entra también el motor eléctrico apoyando al diesel.

En marcha normal a velocidad constante, el motor diesel también recarga parcialmente la batería, pero sobre todo lo hace al retener o frenar, que es cuando la energía cinética del coche se convierte en energía eléctrica que recarga la batería. De este modo Kia anuncia para este Sportage 1.6 CRDi MHEV DCT7 un consumo WLTP combinado de 5,2 l/100 km (fácil de bajar a 5 en un coche totalmente rodado), con un ahorro medio de 0,7 litros cada 100 km (en realidad algo menos de medio litro), lo que no deja de ser un registro excelente para un SUV automático de su peso y tamaño.

Si pensamos que tenemos un depósito de combustible de 54 litros, tenemos una autonomía teórica de 1.036 km, que aunque en la práctica sea algo menor, no deja de ser suficiente para poder rodar un mínimo de 800 km entre cada visita a la estación de servicio, y a poco que seamos cuidadosos, más de 900… Otra ventaja de la hibridación “light” en diesel.

Prestaciones correctas, consumo sobresaliente

El motor turbodiésel es el 1.598 cc de última generación. De arquitectura “larga” (77 x 85,8 mm) en sus 4 cilindros, lleva distribución biárbol en cabeza con 16 válvulas, turbocompresor de geometría variable con un generoso “intercooler”, inyección directa a más de 2.000 bares y una relación de compresión no muy alta (16 a 1), que le permite generar 136 CV a 4.000 rpm con un par motor máximo de 28,5 mkg constantes entre 1.500 y 3.000 rpm.

Si a ello añadimos los 12 CV extra del motor eléctrico y sus no menos de 8 mkg puntuales, tenemos una muy ágil respuesta, al nivel de la del 2.0 CRDi MHEV 4×4 (que anuncia 5,7 l/100 km de consumo medio WLTP). Kia anuncia una velocidad máxima de 180 km/h con 11,4 segundos en la aceleración de 0 a 100 km/h, cronos nada excesivos pero muy reales, cumplidos sin problema por nuestra unidad de prueba (182 km/h de punta en 5ª y 11,5 segundos en el 0-100 km/h, bajando de 32 segundos en el km desde parado).

Pero lo mejor es el descenso real de consumos: Kia anuncia 5,4 l/100 km en la media a baja velocidad (equivalente a nuestro consumo urbano) bajando a 4,5 en la de alta velocidad (carretera) y 5,9 a muy alta velocidad (autopista), y nuestras mediciones han sido muy parejas. Menos de 5 l/100 km en el trayecto tranquilo de carretera (90/100 km/h), 5,3 en el de autovía (120/130 km/h) y sólo 5,8 en el urbano… En condiciones normales siempre estaremos gastando menos de 6 litros de gasóleo cada 100 km, y si somos cuidadosos, en torno a los 5 litros. Eso en un SUV de más de tonelada y media de peso, cambio automático y ruedas de 235 mm de ancho… Es un resultado excelente.

En este singular bajo consumo interviene de forma más decisiva que antes el MHSG (Mild Hybrid Starter Generator) el motorcito eléctrico que actúa como motor de arranque y alternador, apoyando además al motor diésel en las fases de aceleración y permitiendo al sistema Star&Stop funcionar con más rapidez y suavidad, y apagándolo antes de detenerse el coche por completo.

Un cambio DCT7 muy mejorado

El coche es muy cómodo de conducir en vías rápidas, manteniendo cruceros de 130/140 km/h sin esfuerzo, con un techo real (ya prohibitivo) a partir de los 160 km/, eso si se va en modo normal o Eco (en Sport llega sin problemas a los 180 km/h) y en 6ª o 7ª. Gira a gusto en torno a 2.000 / 2.500 rpm, acusando la ayuda eléctrica en momentos puntuales con una elasticidad muy grata a bajo régimen. No pide subir de régimen casi nunca, y por eso se nos hace un poco ruidoso por encima de las 3.000 rpm. Pero se desenvuelve muy bien en recuperaciones y no echamos en falta más potencia en conducción normal, para la que está pensado este Sportage diesel híbrido.

La caja de cambios automatizada de 7 relaciones y doble embrague en seco (7DCT) ha mejorado mucho su funcionamiento, disminuyendo la brusquedad inicial que tenía antes a veces y siendo ahora bastante más rápida. Tan sólo se acusa muy de tarde en tarde algún pequeño tirón en uso deportivo, pero ahora es más suave en los cambios de marcha, y resulta perfecta en las continuas paradas y arranques urbanos, junto a un “stop & start” mejorado también que para el motor incluso antes de la detención final y actúa con una gran suavidad.

Comportamiento fácil y seguro

Para ser un SUV compacto, el Sportage microhíbrido se revela ideal en vías rápidas, seguro y confortable, haciendo que los km caigan pronto. Pero en carreteras viradas de montaña también responde muy bien, con trazadas limpias sin apenas balanceo y una dirección muy precisa. Presenta un buen comportamiento dinámico, entre los mejores de la categoría, aunque no sea tan deportivo como algunos de sus rivales. Parte del mérito recae en una suspensión bastante elaborada, por eje delantero MacPherson y multibrazo detrás, con una amortiguación bien tarada para no endurecer excesivamente su respuesta sobre mal piso (y de ajuste fijo normal, estando disponible la amortiguación variable en este nivel GT-Line pero solo con tracción 4×4).

En conducción deportiva (a la que realmente no se presta demasiado este SUV diesel) el Sportage 1.6 CRDi MHEV también permite algunas alegrías, especialmente gracias a su dirección, cambio y frenos. Apoya bien al límite y subvira lo bastante como para no preocuparse del tren trasero, siendo el mayor inconveniente las diversas ayudas a la conducción (ESP, ABS, aviso de salida de carril, etc) que deberemos desconectar en lo posible para disfrutar un poco (por supuesto en modo Sport).

El mejor ejemplo es el del sistema activo de mantenimiento de carril, molesto e invasivo y que acaba perjudicando la precisión de la dirección, que aunque se puede desconectar pulsando un botón en el volante, vuelve a conectarse automáticamente cada vez que arranquemos el motor.

Lo mismo pasa con un ESP que se anticipa en cuanto forzamos la salida en curva sobre mal piso, los avisos por proximidad del vehículo precedente, etc. Algo un tanto lógico en un SUV familiar que de 140/145 CV reales y sin aspiraciones deportivas, y sí las de ofrecer un uso lo más económico, versátil y funcional posible. A cambio, tenemos unos frenos potentes y resistentes, de buen tacto y progresivos (con discos de nada menos que 320 mm delante y 300 detrás) que con el tren rodante de la unidad probada (neumáticos Continental EcoContact 6 en 235/50 R19) han clavado el coche a 120 km/h en menos de 50 m, sin tardar mucho en calentarse frenando en frío…

Y en ciudad este Sportage se defiende bien y se aparca sin mucho esfuerzo pese a su gran anchura gracias a la ayuda de las cámaras exteriores y los sensores de proximidad. La visibilidad podría ser mejor hacia atrás y el teórico diámetro de giro de 10,9 metros entre paredes sube a casi 12 reales con las ruedas de 19”. Pero en conjunto cumple satisfactoriamente en todo uso, filtrando correctamente baches y badenes con reacciones nobles en conducción al límite.

Es un SUV muy completo tanto en un uso urbano como en carretera y autovía, con la única pega de un aislamiento acústico mejorable a alta velocidad, fruto también de su excesivo tren rodante (para su peso pensamos iba sobrado con neumáticos de 225, e incluso 215, en perfiles de 55 para arriba y desde luego llantas de no más de 18” si de verdad se quiere un uso mixto tierra/asfalto). En todo caso, Kia no ha olvidado su posible uso “off road” incluso en esta versión automática 4×2, contando de serie con control de descenso en cuesta y una altura libre al suelo de 17 cm…

Precio / producto: buen compromiso

Por 43.710 euros (con descuento por financiación incluido) este Kia Sportage 1.6 CRDi MHEV DCT7 4×2 da mucho más de lo que parece, sobre todo para quienes busquen un SUV medio práctico y sin muchas restricciones medioambientales (etiqueta ECO). Quizá pueda parecer un precio alto, pero comparado con modelos de similar potencia y equipamiento, vemos que Kia sigue manteniendo una excelente relación calidad/precio, colocando su producto entre las mejores opciones de su segmento, especialmente en esta versión diésel de 136 CV, con tracción delantera y cambio automático 7DCT de 7 relaciones, que viene a resumir la oferta más equilibrada y racional de las opciones de hibridación suave disponibles en el Kia Sportage.

Kia Sportage 1.6 CRDi MHEV: FICHA TECNICA

MOTOR: PosiciónDelantero transversal
Nº de cilindros y disposición4 en línea
Cilindrada – cotas cilindro1.598 cc – 77 x 85,8 mm
CombustibleGasóleo
DistribuciónÁrbol de levas doble en culata
Válvulas (nº)16
Alimentación (inyección)Directa “common rail” + Turbo
Compresión15,9 a 1
Potencia máxima136 CV a 4.000 rpm
Par máximo28,5 mkg de 1.500 a 3.000 rpm
MOTOR ELÉCTRICO 
Posición:Delantero transversal
Tensión48 Voltios CC
Potencia y par9 kW – 12 CV / 8 mkg
Capacidad batería ion-litio0,88 kWh
TRANSMISIÓN:Tracción delantera
EmbragueAutomático por doble embrague en seco
Desarrollos cambio (Km/h a 1.000 rpm) 
1ª-2ª-3ª-4ª-5ª-6ª-7ª7,3-12,2-18,4-25,9-33,6-42,2-53,0
BASTIDOR 
Suspensión delantera:Independiente pseudo MacPherson con triángulo auxiliar, por columnas con montantes telescópicos, muelles helicoidales, amortiguadores hidráulicos y de gas, y barra estabilizadora.
Suspensión trasera:Independiente, por eje multibrazo, barra estabilizadora, muelles helicoidales y amortiguadores hidráulicos telescópicos.
Frenos delanterosDiscos ventilados (320 mm)
Frenos  traserosDiscos macizos (300 mm)
DIRECCIÓN: Tipo (asistencia)De cremallera (sí)
Diámetro de giro –Vueltas de volante10,9 m  – 2,5
RUEDAS: neumáticos (marca)235/50VR19  (Continental EcoContact 6)
LlantasAleación (8 x 19”)
CARROCERÍA: Tipo (nº de puertas)SUV Dos volúmenes (5)
Longitud – anchura – altura4,52 – 1,87 – 1,65 m
Batalla – Vías delantera/trasera2,68 – 1,62 / 1,62 m
Peso en vacío1.602 Kg
Maletero – depósito combustible54 –  526 / 1.715 litros
RENDIMIENTOS 
Velocidad máxima180 km/h
Aceleración de 0 a 100 km/h11,4 segundos
Consumo combinado WLTP5,2 l/100 km
Emisiones CO2137 g/km
PRECIO/ GARANTÍA43.710 euros / 7 años o 150.000 km