Prueba exprés: Kona 1.6 T-GDi 177 CV AWD DCT Style Sky

24 julio, 2018
J. ROBREDO
La opción más dinámica
A FAVOR EN CONTRA
Funcionalidad general Maletero mejorable
Compromiso confort/comportamiento Posición intermitentes traseros
Carácter “semi SUV” Consumo mejorable
Prestaciones sobresalientes Sin rueda de repuesto
Comportamiento Precio elevado

El motor 1.6 turbo de 177 CV del Hyundai Kona 1.6 T-GDi, unido al cambio automatizado de doble embrague 7DCT (con 7 marchas) y a la tracción total, cambia de raíz el comportamiento de este SUV compacto con vocación urbana.

En primer lugar, además del motor tenemos un puente trasero distinto, con un eje multibrazo totalmente independiente (y no semitorsional), impuesto al montar también motriz el eje trasero, lo que junto con las llantas de 17” y su excesivo calzado (neumáticos de 235/45 WR17) elimina la posibilidad de rueda de repuesto de emergencia (que sí tiene el 1.0 T-GDi).

Este motor más potente, de 177 CV, le confiere unas prestaciones realmente muy notables, a cambio de un consumo también mucho más elevado (incluso en el modo de conducción Eco). Hyundai anuncia 205 km/h de velocidad punta y 7,9 segundos de 0 a 100 km/h, y desde luego son registros bastante verosímiles (nuestra unidad de prueba, en condiciones poco favorables, nos hizo los 192 km/h de punta real –lo que significa que los 200 están totalmente al alcance- y cubrió el 0-100 en 8,3 segundos).

Con una relación de marchas bastante cerrada (la 6ª es casi igual de larga que en el 1.0 T-GDi y la 7ª sólo es 7 km/h x 1.000 rpm más larga) y 27 mkg de par, su comportamiento dinámico en carretera y autovía es sensacional, permitiendo cruceros ilegales de 140/150 km/h reales con toda facilidad. En el modo Sport (el cambio automatizado de doble embrague DCT tiene tres, Eco, Comfort y Sport) su respuesta es de lo más enérgica, lo que hace de este mini SUV urbano todo un GTI.

La otra cara de la moneda está en el consumo: Hyundai anuncia un promedio combinado de 6,7 lts/100 km, con un máximo urbano de 8 y un mínimo interurbano de 6, pero en la práctica no baja en carretera (incluso en conducción suave en Eco) de los 7,5, pasando enseguida de 8 a poco que se aumente el ritmo (8,3 a 120/130 km/h de crucero en modo Eco, y 8,8 en Sport). Y en ciudad tampoco baja de 9 (entre 8,8 y 9,2, con tráfico no muy denso), pese al “stop & start”.

Y si nos ponemos a practicar una conducción abiertamente deportiva, no es fácil bajar de los 10 lts/100 km en cualquier tipo de vías. La tracción total y el cambio DCT, y sobre todo las ruedas de 18” con neumáticos de asfalto de 235/45 le pasan factura irremisiblemente

El comportamiento está a la altura de sus prestaciones, con una suspensión más dura (necesaria en asfalto) y un cm menos de altura libre al suelo (17 cm), virando muy plano gracias a sus barras estabilizadoras, perfectas en carretera, aunque perjudican en su capacidad “off road”.

Para disfrutar de su capacidad y no sufrir demasiado su elevado apetito lo ideal es circular en modo Comfort, donde se puede utilizar racionalmente la 6ª y 7ª con una buena respuesta motriz. En uso urbano se muestra ágil gracias a su muy rápida dirección (a veces demasiado, sobre todo en autovía) pero pierde más de medio metro de diámetro de giro por culpa de las ruedas gordas.

En realidad, en esta configuración este Kona es más un turismo compacto que un semi SUV, por más que su tracción total y su discreta altura libre al suelo le autoricen cierta capacidad de uso fuera del asfalto. Pero si se quiere aprovecharla, es imprescindible montar ruedas M+S de 16” como máximo y de perfil alto. La tracción total recurre a un embrague multidisco que reparte el par con el eje trasero si detecta pérdida de agarre en el delantero. También cuenta con bloqueo del diferencial central, que reparte el par al 50% entre ambos ejes y se desconecta automáticamente al superar los 30 km/h.

Por lo demás, el equipamiento del nivel Style está al máximo nivel, como se espera de un nivel de lujo, tanto en elementos de confort como de seguridad (frenada de emergencia autónoma, aviso de cambio involuntario de carril, cambio automático de luces, control de crucero adaptativo, detector del cansancio del conductor, aviso de presencia de vehículo en ángulo muerto, alerta de tráfico cruzado, etc). También trae de serie sensores de aparcamiento delanteros y traseros, asientos delanteros calefactados, ventilados y de reglaje eléctrico, volante con calefacción, faros de diodos y hasta un sistema “head up display”, novedad en Hyundai.

En cuanto a su precio, nos encontramos ante la versión más potente y equipada de la gama (incluye hasta techo solar practicable), con tracción total y caja automática, detalles que hacen que el precio final de este SUV compacto se sitúe en unos altos 32.440 euros, si bien pueden reducirse hasta 28.840 euros si nos acogemos a todas las promociones y descuentos de la marca por financiación, que sin embargo, nos sigue pareciendo algo elevado.

 

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