Prueba: Audi A4 35 TFSI MHEV Black line edition

J. Robredo

El discreto encanto de la etiqueta ECO

En un momento en el que parece que sólo hay SUV´s en el mercado, traemos a escena la prueba de este Audi A4 35 TFSI MHEV Black line edition con caja automática S tronic, un clásico turismo “premium” que sigue siendo elegido por sus bondades dinámicas, calidad y confort.

Este modelo que se corresponde con la quinta generación de 2015 y actualizada en 2020, dispone de una versión de acceso en gasolina denominada Audi A4 35 TFSI con hibridación ligera y etiqueta de la DGT Eco, que en este nivel máximo Black line edition está a la venta por poco más de 52.000 euros, si bien hay ofertas de concesionario que consiguen rebajar el precio, siendo muy competitivo para su alto nivel de rendimiento y calidad, máxime si se elige con los niveles de equipamiento inferiores Advanced o S line.

El principal encanto de estas versiones (gasolina y también en diésel) más recientes del A4, como uno de los modelos “premium” más vendidos de nuestro mercado, estriba en la hibridación “light” de todas ellas (salvo el superdeportivo RS 4), tan “light” que se efectúa a sólo 12 voltios y no parece añadir potencia extra a los 150 CV que anuncia, pero que nos permite lucir en un coche “normal” la etiqueta medioambiental ECO de la DGT.

Otro factor positivo ha sido la actualización de su sistema multimedia, en este caso a través del «Audi virtual cockpit» (de serie en el nivel Black Line Edition), con una gran pantalla táctil de 12,3” (31,1 cm) con el sistema operativo MIB 3 (el más alto de Audi) y en la que se activan las órdenes que antes se hacían desde el grupo de mandos existente entre los asientos. A cambio, ahora hay que ejecutar más opciones a través de la pantalla (distrayendo la vista de la conducción). Pero al menos se mantienen los mandos físicos del climatizador trizona (de serie en todos los niveles).

Además, Audi ha mejorado el reconocimiento de órdenes por voz en este Audi A4 35 TFSI, ahora con un lenguaje más natural, y mediante una aplicación al teléfono móvil (MyAudi) se pueden realizar algunas funciones del vehículo a través del mismo bajo entornos Android  Auto y Apple Carplay (como bloquear y desbloquear las puertas y arrancar el motor). Por lo demás, tenemos el navegador MMI Navegation Plus, así como navegación con Google Earth, información del tráfico en tiempo real, acceso Wi-Fi, servicios online de noticias e información meteorológica, de puntos de interés, etc…

Imagen familiar

En el exterior, los cambios del Audi A4 35 TFSI MHEV son mínimos, apreciando ligeros cambios en el frontal y zaga, con nuevos faros de diodos de serie (y en opción los Matrix Led de iluminación variable inteligente). Pero en lo esencial sigue siendo la generación B9 del A4, en plena de madurez y funcionalidad. Sus medidas se sitúan un poco entre un turismo de la clase C y la D, con 4,76 m de largo, 1,85 m de ancho y 1,43 m de alto, sobre una plataforma de 2,82 m de batalla, con un diseño bastante intemporal por el que no pasan los años y una estampa que sigue siendo moderna y elegante, con su gran parrilla “singleframe” típica de Audi y perfiles horizontales para destacar su anchura con abultados pasos de rueda.

Por lo demás, tenemos la capacidad ya conocida en el A4; un generoso espacio tanto para piernas como para las cabezas en las plazas delanteras, con unos cómodos asientos y tres plazas traseras, con dos muy cómodas para adultos de talla media y alta, y una tercera central ya bastante menos cómoda para uso ocasional. Por anchura no hay problema, pero el resalte de la banqueta y el túnel de transmisión no permiten que el tercer pasajero se encuentre todo a gusto que podría ser.

Y tampoco se puede decir que el habitáculo sea especialmente amplio para un coche de su longitud, lo mismo que el maletero (que tampoco es pequeño con sus 460 litros), pero tenemos asientos cómodos y remates de calidad, con control de temperatura en las plazas traseras, y apoyacodos plegable. También puede llevar dos tomas de carga USB-A (pero opcionales, al precio de 95 euros, lo mismo que pasa con las cortinillas parasol de las ventanas traseras). Pero la posición al volante roza la perfección, con una lograda ergonomía y un cuadro digital con la posibilidad de seleccionar sus modos de visualización.

El volumen del maletero viene a estar en la media de sus rivales, un poco disminuido al llevar bajo su piso la batería de ion-litio del motor eléctrico de 12 voltios, junto a la normal de servicio igualmente de 12V. No hay hueco para una rueda de recambio, siquiera de emergencia, pero sus formas son muy regulares y está impecablemente terminado. Quienes busquen más volumen de carga siempre tiene la versión familiar Avant y la campera Allroad por poco más de 2.000 euros más, con 35 litros más volumen útil y sobre todo un práctico portón a la hora de cargarlo, siempre mejor que la tapa más estrecha del maletero de la berlina (eso sí, dotada de apertura automática).

Acabado Black line edition

En la versión Audi A4 35 TFSI MHEV hay disponibles tres niveles de acabado (el Advanced básico, el popular S Line y ahora el algo más lujoso y deportivo Black Line edition, con sobrios detalles en negro como máxima propuesta, incorporando el paquete deportivo del S Line pero sin tantos cromados y grises satinados. Las molduras metalizadas internas van en aluminio cepillado mate (pero choca un poco que para un Black Line se hayan dejado como extras los insertos en negro brillo Exclusive…). Y de serie trae los faros Matrix Led con intermitentes dinámicos y lunas supertintadas;  las inserciones metalizadas de los parachoques son ahora también negras, lo mismo que el marco de la parrilla frontal, el perfil de ventanillas y las carcasas de los retrovisores exteriores, y tenemos una amplia carta de colores de carrocería (hasta 12) con uno más, el Gris Terra.

Como curiosidad, su motor de combustión no se avergüenza de serlo, con una doble salida de escape real (y no decorativas, como se ha puesto de moda en otros coches), aunque como versión de acceso se disimulen sus modestos 150 CV sin ninguna inscripción posterior que señale que es un 35 TFSI, al revés de los A3.

En cuanto al tren rodante, las llantas de aleación pasan a ser de 19” de diámetro, calzando neumáticos de 245/35 ZR 19 (Hankook Ventus S1 Evo2 en nuestra unidad de prueba), francamente excesivos para un coche de 150 CV y algo más de tonelada y media de peso en vacío. Hay tres diseños de llantas a elegir (Estrella, Rotor y Flag) pero creemos que unas ruedas menos sobredimensionadas y con mayor perfil le vendrían mejor (unas 235/45 en llantas de 18” son más que suficientes) ganando en confort sin perder agarre.

Audi A4 35 TFSI MHEV: mecánica suficiente

El motor de combustión es el acreditado 4 cilindros 2.0 turbo de gasolina de 1.984 cc, un motor de aleación ligera de carrera larga (82,5 mm x 92,8 mm de cotas de pistones) y clásica culata biárbol de 16 válvulas, alimentado por inyección directa y con un alto potencial de rendimiento como demuestran sus versiones TFSI 40 y 45 de 204 y 265 CV. Pero en este nivel de acceso se conforma con 150 CV constantes de 4.000 a 6.000 rpm, con 27,5 mkg entre 1.300 y 3.850 rpm, lo que supone un rendimiento tranquilo pero muy sostenido, con una respuesta firme y muy continua desde 1.500 rpm hasta más de 5.000 rpm.

A este suave pero enérgico rendimiento se añade ahora la ayuda eléctrica en los momentos puntuales más necesarios que proporciona una sencilla hibridación ligera “mild hybrid” a sólo 12 voltios en todos los A4 (salvo en el V6 TDI del S4, que es de 48 voltios) capaz de generar hasta 5 kW reteniendo y añadir 2 CV acelerando (1,3 kW), alimentada por una pequeña batería de ion-litio bastante ligera de sólo 0,5 kW/h de capacidad.

Y aunque parezca una ayuda un tanto insignificante, resulta suficiente incluso para rodar a motor de combustión apagado durante unos segundos con el coche circulando por inercia, lo que según Audi supone una reducción de consumo de 0,3 litros cada 100 km. Y eso con una hibridación suave a 12 voltios, pero que permite cubrir la función del motor de arranque mediante el motor eléctrico unido al cigüeñal por una correa que, además, también hace las veces de alternador. Y por supuesto, da acceso a lucir la etiqueta ECO, con todas sus ventajas.

Audi anuncia para A4 35 TFSI una velocidad punta de 210 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 8,9 segundos, registros que cumple sin grandes alharacas (con un 0-100 km/h en 9 segundos justos y el km desde parado en menos de 31 segundos (30,8). Son buenos cronos para un coche de su peso y calzado, aunque obtenidos dentro de un marco de suavidad que les hacen pasar desapercibidos (pese a elegir el modo Sport del Audi Drive Select). El cambio es el S tronic de 7 marchas, automatizado por doble embrague, y la tracción solo delantera (la total quattro se reserva a las motorizaciones más potentes, en opción o de serie).

Para obtener una respuesta rápida hay un modo S deportivo de la transmisión, que se activa bajando ligeramente la palanca del selector del cambio. En esta posición S, la caja S tronic estira más las marchas y es más rápida, pero incluso en su posición normal resulta muy confortable y suave.

El coche se muestra bastante rápido y con una gran elasticidad, siempre bajo un nivel de confort y silencio máximos que hacen olvidar esos únicos 150 CV que parecen multiplicarse con un cambio automático que cumple de sobra por rapidez y suavidad, y con unos consumos bastante moderados (la marca anuncia un promedio WLTP de 6,3 l/100 km, con un máximo de 8,5 y un mínimo de 5,4), muy próximos a los oficiales (5,6 l/100 km en nuestro crucero de paseo a 90/100 km/h, un litro más en autovía a 120/130 km/h y apenas 7 en ciudad (7,1).

Rodando rápido en conducción deportiva podemos pasar de 8 y llegar a 9 en terreno montañoso, pero incluso en autovía por encima de los límites oficiales (140/150 km/h) no llegamos a 8… Es lo que tiene tener una 7ª de más de 65 km/h x 1.000 rpm, que le permite llanear deprisa a poco más de 2.000 rpm en terreno favorable (pero que por eso mismo no se engrana hasta que el coche no supera los 80 km/h)… Y eso con ruedas de 245/35 de ancho y llantas de 19”…  Seguro que con unas 225/45 en llanta 18 se podrían rebajar algunas décimas en la media total. Pero lo mejor de todo es que no hay grandes variaciones por el uso y condiciones del tráfico, moviéndose casi siempre entre los 6 y los 7 litros cada 100 km en conducción normal, y sobre medio litro más en conducción alegre, lo que en un coche de su porte y peso está francamente bien, siendo esta uniformidad de gasto sin grandes diferencias la mayor ventaja de su microhibridación.

Porque no hay que olvidar que aquí no estamos ante motores de tres cilindros más o menos apretados, sino ante un 4 cilindros turbo de dos litros, y en posición longitudinal (no transversal), ya que este modesto A4 35 TFSI comparte plataforma (la modular MLB Evo del grupo VW) con coches tan selectos como los Audi Q7, Bentley Bentayga, Lamborghini Urus o Porsche Cayenne, lo que permite hacerse una idea de su rigidez y resistencia, así como de su calidad industrial, aunque en este caso con tracción solo delantera, toda una excepción entre los demás modelos con la misma y el ya casi exclusivo motor en posición transversal.

La respuesta general a través de los modos de conducción mediante los programas Drive Select facilitan su variación, más o menos enérgica modificando la rapidez de cambios de la transmisión, respuesta del acelerador, tarado de la suspensión o dureza de dirección, entre otros factores.

Comportamiento noble y seguro

Finalmente, sobre el comportamiento de este Audi A6 35 TFSI S tronic poco hay que decir que no sea ya del dominio público. Es un gran turismo muy rutero, capaz de afrontar viajes largos con un gran confort, gracias a su suspensión, aislamiento, climatización e iluminación nocturna, gozando de un gran aplomo de trayectoria a alta velocidad. Obedece fielmente el giro del volante y soporta un veloz paso por curva antes de protestar por la trazada impuesta, siempre corregible por su rápida y precisa dirección, proporcionando una alta sensación de seguridad tanto en curva cerrada  como en las amplias y rápidas. Con la amortiguación normal deportiva se tiene perfectamente (y si se busca algo más, que no hace falta, tenemos en opción la suspensión adaptativa, en dos niveles, confort y deportiva (la primera rebaja la altura al suelo en un cm y la segunda en dos).

No se trata de un coche deportivo, y menos en esta versión de acceso, pero no hay objeciones que hacer a su comportamiento dinámico, sumamente equilibrado, con una suspensión de mínimo balanceo y lo bastante elástica como para asegurar un buen confort en zonas bacheadas (lo que tiene su mérito con unos neumáticos de perfil 35).

La dirección cumple correctamente, rápida y muy precisa, el cambio también, y los frenos responden perfectamente, potentes y fáciles de dosificar y dando lo mejor de sí cuando se han calentado un poco (el problema de las ruedas grandes y pesadas). Pero sus reacciones son muy progresivas, con un comportamiento noble y ejemplar que exige poco a sus numerosas ayudas electrónicas. Sólo al límite puede acusar alguna pérdida de tracción, pese a sus exagerados “zapatos” que perjudican su consumo y su agarre en mojado. Repetimos que por mucho Black Line Edition que sea, para una versión de acceso con unas 225/45 R18 iría más que sobrado.

Y ya que hablamos de ayudas, conviene precisar que muchas de las de seguridad y confort se pagan a parte, pese al alto nivel de equipamiento original de este nivel Black Line Edition. Por eso conviene elegirlas agrupadas en paquetes que incluyen el sistema de mantenimiento de carril, el asistente de salida en batería con alerta de tráfico cruzado o la apertura segura de puertas, entre otros. Hay tres paquetes principales (Tour, City y Tech), incluyendo el primero un control de crucero inteligente que acelera y frena el coche según la información suministrada por el navegador, las señales de tráfico y un sistema que hasta predice la regulación de semáforos urbanos para que el conductor adapte la velocidad y pueda tomarlos en verde.

Pero claro, son paquetes opcionales que en cuanto elijamos uno o dos elevan el precio final de este A4 35 TFSI S tronic Black Line Edition en 3.000 ó 4.000 euros, situando su precio final al filo de los 56.000 euros. Y lo mismo pasa con los extras de confort, que salvo algunos son bastante caros si se piden individualmente (el Head Up Display se va a los 1.270 €, y el techo practicable a los 1.900 €, el equipo de sonido Bang & Olufsen 1.100 €, la dirección dinámica Dynamic Steering 1.330 €, etc.

Con todo el encanto de este A4 35 TFSI sigue siendo máximo, adaptándose a todo tipo de conductores. Es un coche de gran confort y prestaciones más que suficientes, que sirve tanto como turismo familiar, coche de empresa y hasta como berlina discretamente deportiva, sin tener que recurrir a las versiones de gama más potentes. Supone una elección muy racional, y quienes lo encuentren todavía caro, lo tiene en un nivel S Line también muy completo por 3.000 euros menos y al filo de los 40.000 en el básico Advance, con elementos de serie como el climatizador trizona. Y eso sí, todos con la etiqueta medioambiental ECO como principal atractivo.

Ficha técnica Audi A4 35 TFSI MHEV