El constructor de vehículos malayo Proton (fundado en 1983), vuelve una vez más a la palestra buscando un socio estratégico para entrar en su capital, propiedad del grupo de inversiones DRB-Hicom, que también controla Lotus y podría incluso utilizarse en la operación.
La situación financiera de Proton es muy delicada y ya ha recibido una ayuda del Gobierno malayo de 326 millones de euros que apenas han servido para cubrir las pérdidas de cerca de 200 millones del año anterior, donde vendió solo 102.000 coches (la mayoría de marcas occidentales adaptadas), cuando la capacidad de fabricación de sus 2 fábricas es de más de 400.000 vehículos. Unos automóviles que comparte con los suyos propios, que presentan muchos problemas de fiabilidad, lo que ha motivado que sus ventas en su mercado local hayan ido descendiendo año tras año.
Ante esta situación Proton ha enviado propuestas a 20 fabricantes de coches, siendo el más interesado hasta ahora la francesa PSA Peugeot-Citroën, a la que vendría bien utilizarla como marca “low cost”, como hace Renault con Dacia y a la que también podría interesarle, aunque en menor medida ya que acaba de quedarse con el 70% de la rusa AutoVaz (fabricante de los Lada). La japonesa Suzuki también habría mostrado interés, al igual que Volkswagen, que también estuvo en conversaciones con ella hace 10 años, ya que entre sus proyectos está una marca “low cost”.
