
La Comisión Europea (CE) ha intervenido directamente en la paralización de la última directiva sobre contaminación sonora del tráfico rodado, al existir sospechas de que la misma había sido elaborado bajo criterios sugeridos por la marca alemana. Todo viene por una denuncia de la ONG Transport & Environment (T&E) que acusó a Porsche de haber introducido una enmienda en la citada directiva por la que se mantendrían los actuales límites de emisión de ruidos 15 años más, y sobre todo, por la que se eximirían de ella muchos vehículos además de establecer cláusulas adicionales liberatorias para coches deportivos. Las nuevas normas más restrictivas llevan ya medio año de retraso.