Peugeot Exalt Concept

10 febrero, 2015
J.C. BERGER

Por la senda del 608

Salido del centro de diseño de estilo de PSA en Shanghai, el Peugeot Exalt Concept es el tercer “concept” que apunta maneras en la búsqueda de la superberlina de Peugeot, tras del Onyx de hace algo más de dos años. Pero todo indica que está cada vez más cerca, quizá para 2016.

En los últimos tiempos y tras la desaparición del 607, Peugeot parecía haber renunciado a tener una gran berlina de representación (“estatutaria”, que dicen los franceses), confiando al 508 esa tarea. Pero en realidad el 508 no ha llegado a cubrir ese nicho (bastante tiene con defenderse en el medio/alto), y unido ello a la desaparición del coupé de gama alta que encarnaba el 407 Coupé (que nunca eclipsó el recuerdo del precioso 406 Coupé de Pininfarina), quedaba un hueco en la oferta de la marca ideal para ser cubierto por un “coupé de 4 puertas” tan de moda. Y ese es el hueco que deberá cubrir el futuro 608, para el que Sochaux parece haber dado finalmente vía libre, eso sí, partiendo de la plataforma del 508 y sus 2,82 m de batalla.

El primer Exalt “concept” se mostró el pasado mes de abril de 2014 en el Salón de Pekín, con las mismas formas del que luego vimos en otoño en París, aunque ya con interiores diseñados en Paris y otro frontal y con una zaga bicolor que integraba su curioso portón de apertura articulada. El Exalt visto en China lucía insertos interiores en madera de ébano, grabados y esculpidos por maestros artesanos locales para su decoración interior.

Superaerodinámico.- Más interesante fue la combinación de colores de la carrocería, con la mayor parte en dos tonos de gris (según el metal empleado, acero o aluminio) y la popa en “piel de tiburón” (Shark Skin), un revestimiento plástico en color rojo cuya superficie presenta un fino relieve granulado piramidal que ayuda a disminuir la resistencia al roce de los fluidos, mejorando la aerodinámica (es el mismo tipo de revestimiento textil de los trajes de baño olímpicos que ha sido finalmente prohibido por mejorar demasiado la penetración en el agua). Según Peugeot mejora la aerodinámica al reducir las turbulencias posteriores, y lo cierto es que este último Exalt ostenta un SCx (índice Cx por superficie frontal) de 0,62, lo que viene a representar un Cx real de 0,24, un índice muy bueno para un coche de 4,70 m de largo (aunque también muy bajo, sólo mide 1,31 m de altura), al que también ayudan otros elementos como el extractor de aire del parachoques trasero, la curvatura del techo o los retrovisores perfilados.

Finalmente, el portón del Exalt lleva la parte inferior motorizada e integrada, un detalle “concept” positivo, aunque no sabemos si se llevará a la práctica. Esta parte inferior del portón, que baja hasta el parachoques, se articula y adelanta, ocultándose bajo la zona de la luneta. Si a eso se añade unas bisagras de articulación pantográfica, tenemos un portón que pese a su gran longitud despeja una gran boca de carga sin subir demasiado alto, lo que permite una fácil apertura incluso bajo techos de escasa altura, como los de muchos aparcamientos subterráneos. Con él abierto, el Exalt  descubre un piso de carga bajo que permite acceder a un maletero donde se esconde un patinete eléctrico Hybrid-Kick (otro “gadget” de “concept”). Una banda horizontal en el perfil del alerón trasero remata la popa resaltando la anchura del coche, a la vez que proporciona un toque de volumen a la firma luminosa de los grupos ópticos traseros.

En todo caso este Exalt es una singular berlina deportiva, o coupé de 4 puertas, como prefieran, de rasgos propios y a la vez armoniosos y elegantes, con un estilizado perfil que crea un habitáculo espacioso, unos flancos entallados sobre los bajos de caja en fibra de basalto y grandes ruedas de 20”. El recurso a la fibra de basalto es otro rasgo “concept” (también lo vemos en el Quartz), usada en lugar de la fibra de carbono como compuesto natural, procedente del citado mineral y como símbolo del menor uso de recursos petroquímicos. Pero con una fibra de carbono barata, como la ya existente reforzada con plástico, no tiene mucho sentido.

Cabina inteligente.- En el interior, destaca el nuevo estilo del Peugeot i-Cockpit (ahora todas las marcas tienen su propio “i-cockpit”, algo así como “cabina inteligente”) que pretende ofrecer una intensa experiencia de conducción centrada en el placer. Los asientos “baquet” son de material compuesto con banqueta y respaldo tapizados en lana china, y los laterales forrados en cuero. El acero queda desnudo en todas las zonas donde no hay contacto directo con el cuerpo de sus cuatro ocupantes. Al nivel de los codos y en las zonas de apoyo de los brazos, el Exalt dispone de una madera de tonalidades cálidas. A partir de la línea inferior del acristalado, la madera cede su lugar al tejido chino de lana natural que tapiza techo, salpicadero y paneles de puertas. Y entre ambos materiales, una banda en 3D disimula las fuentes de sonido del equipo hi-fi.

El volante cuadrangular y un tanto oblongo va forrado en piel y tejido chino, y la pantalla digital del cuadro de instrumentación se eleva por encima del eje visual del conductor para una ubicación y una lectura intuitivas, según la marca (aunque para eso, con el “head up display” sobra). En la prolongación de la consola central, dos pantallas táctiles escamoteables sobresalen del salpicadero. La superior cubre las funciones del ordenador de a bordo, el equipo de audio o el navegador, mientras que la segunda presenta de manera permanente los controles del climatizador automático y del sistema Pure Blue.(un purificador de aire).

Otro detalle original es la luz negra, que, integrada en los faros, resulta muy efectiva en la transición del día a la noche, haciendo más segura la conducción en condiciones de visibilidad precaria, al acentuar la visión de las marcas de la calzada.

En la parte técnica, y lo mismo que en el primer Exalt, encontramos bajo el capó una motorización híbrida de hasta 340 CV de potencia total conjunta, más que suficiente para los 1.700 kg de peso total del coche, con tracción a las 4 ruedas. El motor térmico (lo mismo que en el Quartz) es el 1.6 THP turbo de inyección directa de gasolina, en su versión más potente (la del RCZ-R) con 270 CV. Asociado a un cambio automático de 6 velocidades, este 4 cilindros de gasolina desarrolla más de 170 CV/litro, lo que le sitúa entre los mejores del mundo en este apartado. El motor eléctrico se sitúa encima del eje multibrazo posterior, y da 50 KW (68 CV), ayudando también a la recarga de las baterías de tracción mediante la frenada regenerativa. Y como en todos los HYbrid4 de Peugeot, el Exalt dispone de tres modos de rodaje: eléctrico puro, gasolina puro o híbrido gasolina-eléctrico.

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