Con el 508, Peugeot reafirma su presencia y sus ambiciones en uno de los segmentos en el que históricamente ha estado presente; el de las grandes berlinas, y en el que ha sido líder en España con el 405, el 406 y el 407. Peugeot propone una oferta moderna, orientada al futuro, que satisface las aspiraciones de una clientela que ha evolucionado mucho y que es exigente, dinámica y responsable.
Presentado al público en octubre pasado (Salón de París), se mostró en las dos versiones con que llega al mercado, la berlina y la familiar SW. El 508 mide 4,8 m de largo (4,79 la berlina y 4,81 el familiar) con 2,82 m de batalla (9,2 cm mayor que el 407), unas medidas que aún siendo del segmento M2 lo acercan al H, respondiendo a las necesidades de cierto tipo de clientes de este segmento. La adopción de la denominación numérica 508 obedece al deseo de marcar una ruptura con la anterior saga de los 400, que renació con el 405 a fines de los años 80 del pasado siglo (tras los legendarios 403 y 404 de los 50 y 60), alcanzó su cenit con el 406, y se prolongó ya en este siglo con el 407. Peugeot no utilizaba esta serie del 500 desde el fin del 505, y si ahora se rescata es porque se muestra especialmente indicada para un modelo que viene a integrar la herencia de dos gamas, la del 407 y la del 607, como cabeza del imperio.
Fabricado en Sochaux (Francia) para el mercado europeo, la nueva imagen del 508 presenta un diseño que rompe con la continuada extrapolación de líneas “felinas” de los últimos Peugeot con un frontal de capó realzado, al estilo de las grandes berlinas pero manteniendo su imagen de marca, y unas aristas generales más suaves, que le han permiti-do una excelente aerodinámica, con un Cx de 0,25 para la berlina y 0,26 para el SW, los mejores de su categoría. Y además, pese a ser 10 cm más largo que el 407 (5 en el caso del 508 SW frente al 407 SW) el peso no ha aumentado, sino que ha bajado, siendo 35 kg más ligero el 508 berlina y 45 el familiar SW. Faros y parrilla cambian un poco el estilo felino, mientras que se reduce el gran voladizo delantero del 407 en 4,3 cm, aumentando un poco el trasero, de forma que la silueta lateral es ahora más armoniosa y proporcionada. Si hay tres palabras que resumen la intención de estilo de este coche, esas serían las de calidad, pureza y eficiencia, sin olvidar un contenido emocional que apele al placer de conducción para todos sus usuarios, un rasgo que forma parte del ADN de Peugeot.
Pureza de diseño.- La gran elegancia de las formas del 508 delatan una sobriedad conceptual y una idea integral que se plasman en un diseño “esculpido”, con un perfecto equilibrio de volúmenes. Sus líneas, tanto en la berlina como en el familiar SW se encadenan de manera armoniosa, sin cortes ni rupturas, desde el inicio del capó motor hasta el final de la tapa del maletero.
Se prescinde de todo elemento superfluo (soportes de limpiaparabrisas ocultos, ninguna antena a la vista, etc), buscando superficies enrasadas sin holguras entre cada parte, definidas con precisión para obtener una óptima calidad de montaje. Así se consigue una auténtica escultura rodante, sublimando en un automóvil la noción de elegancia y fluidez bajo la máxima calidad de realización. Por delante, el Peugeot 508 reinterpreta la evolución de los códigos estéticos del genoma de la marca, siguiendo las ideas destiladas en los últimos concept cars (en especial el SR1) de Peugeot.
Así logra una identidad visual, fuerte y reconocible, que sugiere fuerza, refinamiento y modernidad tecnológica. En el extremo del largo capó de aluminio, el nuevo escudo del león se aloja de manera natural en un rebaje del capó que le sirve de marco. Bajo el mismo, la gran «boca» frontal, característica del estilo de Peugeot adquiere una nueva dimensión, más suave sin dejar de ser rotunda, y estrena una parrilla «flotante», que parece despegarse de la carrocería, efecto conseguido mediante el perfil cromado que la enmarca, en cuya interrupción superior se inserta el nombre «Peugeot» letra por letra.
Los faros mantienen la mirada felina de los últimos Peugeot, ahora con un fondo especial, mezcla de superficies cromadas y satinadas, y dotados (en las versiones equipadas con faros bi-xenon direccionales) de unas luces de cruce diurnas en forma de “cañones de led’s”, con siete diodos cada uno, lo que permite el reconocimiento visual inmediato del coche, en la calle y de lejos, tanto de día como de noche. Por su parte los faros halógenos también evolucionan y adoptan una nueva tecnología (NEO, New Efficients Optics), potente y compacta, que integra un juego de lentillas que sugieren la pupila de un felino y mejora un 30% la intensidad del haz de luz.
De lado encontramos un perfil equilibrado, de cintura discretamente alta pero sin exagerar, con unos contornos de ventanillas subrayados a veces, según versiones, por unos perfiles cromados satinados que permiten apoyar visualmente la línea de la carrocería, manteniendo una armoniosa alianza entre potencia y elegancia. Este diseño también se ex-tiende al 508 SW, que presenta un dinamismo muy propio de un “shooting break”, (o “break de chasse” como llaman en Francia a este tipo de familiares de diseño deportivo), con una caída del techo firmemente apoyada en los flancos, y para resaltar el gran techo panorámico de vidrio que da continuidad al parabrisas, las barras de techo en aluminio parecen fusionarse sobre el mismo para subrayar su exclusividad.
La zaga difiere lógicamente según se trate de la berlina ó el SW. En la primera, destaca la tapa del maletero perfectamente enrasada con el parachoques al igual que las dos salidas de escape de la versión «GT», lo que proporciona una sensación de fluidez y de fuerza. Un discreto junquillo cromado situado en la tapa del maletero decora la parte trasera en paralelo al pequeño listón cromado situado en la parte inferior del difusor, “asentando” su imagen y rebajando la impresión visual de altura. Los grupos ópticos de ambas carrocerías cuentan también con una muestra de las señas de identidad Peugeot: en el 508 berlina, tres garras rojas salientes vienen a enmarcar tres filas de 6 diodos que personalizan visualmente el coche por la noche. En el 508 SW encontramos un diseño de los pilotos en “culata”, con una banda roja que se ilumina al encender los faros.
Rico en sensaciones.- Como sucesor a la vez del 407 y del 607, el 508 presenta dentro de sus diferentes niveles de acabado un nivel GT especialmente pensado para la actual clientela del 607 que deja de fabricarse. En este nivel (de momento sólo ofrecido con el motor 2.2 HDI, ahora con 204 CV) el Peugeot 508 ofrece un acabado interior sumamente cuidado, con un completo cuadro de instrumentación (que incluye hasta termómetro de aceite, como en el actual 607) y añade un distinto tipo de suspensión delantera independiente, por dobles triángulos superpuestos con eje de pivote desacoplado, mientras que los demás 508 montan el conocido eje por columnas Mac Pherson (aligerado 12 kg). En el eje posterior, tanto los GT como los demás niveles montan un eje independiente multibrazo de destacada eficacia.
La calidad percibida mejora muy considerablemente, como también el equipamiento, con sistemas de climatización de hasta cuatro zonas (inédito), proyección de datos en el parabrisas (“Head Up Display”), navegador con disco duro y sistema de alerta, etc. De este modo, el 508 GT se perfila como el destinado a los clientes más exigentes, con la ventaja de contar con dos carrocerías, quedando los otros cuatro niveles (Acces, Active y Allure, junto al específico Business Line, que es una variante del Active pensada para flotas de empresa) para la demanda natural del 508, heredera de los usuarios de los 406 y 407.
Una vez en el interior, comprobamos como el diseño del salpicadero sigue la línea marcada por las tres pautas evocadas por el diseño exterior del vehículo: calidad, pureza, elegancia… Su buen hacer minimiza las holguras entre las piezas que lo componen, ayudado, sobre todo, por una consola central multi-cableada cuya tecnología permite prescindir de los habituales inconvenientes genera-dos por los elementos de tamaño «ISO» estandarizados. Los materiales utilizados, el cuidadoso acabado y una estudiada duración contribuyen a despertar la emoción sensorial de los ocupantes: la textura superior del salpicadero, los diversos elementos decorativos, la consola central lacada en negro, los mandos en cromado satinado… todo el conjunto inspira refinamiento y tecnicismo, pero sin ostentación.
En este ambiente destacan los equipamientos de vanguardia como el «Head Up Display» a color (la proyección en el parabrisas de la información esencial del cuadro, con recordatorio de las órdenes de navegación), la climatización de 4 zonas, los faros adaptativos y direccionales, el acceso y puesta en marcha «manos libres», el freno de estacionamiento eléctrico automático, el masaje lumbar eléctrico en el asiento del conductor, nueva telemática Nav Plus, el equipo de audio JBL con vía central… equipamientos de serie o en opción según los acabados, que acentúan la exclusividad del 508, lo mismo que el amplio techo panorámico opcional de vidrio.
Precisamente en el apartado de las superficies transparentes conviene destacar que el nuevo 508 familiar, el SW, ofrece una superficie de cristal de 1,62 m2, o sea un 25% más que el actual 407 SW.
Amplitud generosa.- Peugeot ha puesto el acento en dotar a cada pasajero del 508 de un tratamiento específico de confort, donde además de un generoso espacio, pueda disfrutar de servicios y equipamientos propios y exclusivos (climatización de 4 zonas para mayor confort de los pasajeros traseros, banqueta regulable en longitud para conductor y acompañante, etc…). Las cotas de habitabilidad, por su parte, son dignas del 607 y muy superiores a las del 407, con 5,3 cm más de distancia para las rodillas en las plazas traseras, de modo que dos adultos de buena talla (hasta 1,93 m de estatura) pueden acomodarse confortablemente uno detrás del otro. Una amplitud que se extiende también al maletero, que sobrepasa con creces los 500 litros reales de capacidad (y que presenta detalles propios y originales, como su apertura en la berlina, bien mediante un botón al salpicadero desde dentro ó desde fuera apretando el “cero” del logotipo exterior trasero de “508” (en el caso del 508 SW se dispone en opción de apertura eléctrica).
Con un volumen bruto de 545 litros de agua (en la berlina) que equivalen a 515 bajo la norma VDA, el maletero del 508 berlina es la vez amplio y práctico, con anillas de sujeción de equipaje, hueco para triángulos se señalización… En el familiar SW este volumen sube a 660 litros brutos (560 VDA), lo que supone en ambos casos más de cien litros sobre sus predecesores (108 más en la berlina y 112 en el SW), capacidades que siempre se pueden ampliar abatiendo los asientos traseros, con respaldos abatibles asimétricamente (1/3-2/3) y mediante un mando específico en el caso del SW.
Con estos asientos plegados, el volumen útil total sube en la berlina a 1.581 litros brutos (1.381 VDA) y 1.865 en el SW (1.598 VDA). En todo caso hay que tener presente que esta capacidad incluye el hueco compartimentado oculto que existe bajo el piso del maletero (42 litros VDA), que se reduce a 26 litros en los 508 GT debido a la doble salida de escape que afecta a la altura del piso, y que llega a desaparecer en caso de elegir la opción del montaje de rueda de repuesto de emergencia.
Lo que significa que el 508 GT berlina se queda ligeramente por debajo de los 500 litros de maletero, un volumen que sigue siendo muy notable.
En el caso del SW, el piso inferior puede plegarse de manera que permita compartimentar el maletero y acceder más fácilmente a los espacios bajo el mismo. Asimismo, su bandeja superior enrollable, sólida y práctica, se manipula fácilmente gracias a su plegado automático mediante una simple presión en su parte central. También en el SW, hay una red de retención para cargas elevadas disponible en opción para transportar objetos voluminosos con total seguridad. Puede instalarse en la parte trasera de los asientos posteriores, o de los delanteros, cuando se abaten los de la segunda fila.
Además, el 508 dispone según versiones, de hasta 22 litros de volumen en huecos portaobjetos. En las puertas delanteras encontramos amplios huecos (4 litros de volumen en cada uno) donde pueden acomodarse botellas de 1,5 litros mientras que los paneles de puertas traseros admiten botellas de medio litro. Y además de la guantera (con 9 litros de capacidad), hay un espacio bajo el apoyabrazos central (2 lit) y otros «escondites» según el nivel de acabado (cajetín bajo el volante, hueco cerrado con tapa en la consola central, etc.).
Toda esta capacidad y habitabilidad se revaloriza al haber sido tratada bajo las mejores condiciones de aislamiento térmico y sonoro, mediante una cuidadosa ambientación interior en materia de filtrado acústico y de vibraciones.
La mecánica va debidamente encapsulada, habiéndose logrado un silencio a bordo que es toda una referencia en su segmento. El parabrisas acústico de serie (para filtrar ruidos exteriores) y el bastidor activo delantero (en los 2.2 HDI de 204 CV) para reducir las vibraciones del motor son otros elementos que contribuyen a lograr un extraordinario confort del habitáculo, digno de un segmento superior.
Alto nivel de seguridad.- No podemos cerrar el capítulo de la carrocería del 508 sin hacer mención a su excelente dotación en materia de seguridad activa: todos los 508 están equipados con un ESP de última generación que incluye el CDS (control dinámico de estabilidad), el AFU ó EBA (asistencia a la frenada de urgencia) y el REF (repartidor electrónico de frenada, EBD en sus siglas inglesas). Incluye también la ayuda de arranque en cuesta (Hill Assist) y un control de tracción inteligente que permite al vehículo reemprender mejor la marcha y avanzar en carreteras de muy baja adherencia, permitiendo cierto deslizamiento en las ruedas motrices delanteras.
Esta seguridad activa se mantiene al máximo nivel, como es tradición de la marca, gracias tanto a la bondad de su bastidor que le permite una excelente estabilidad, como a su nivel de ayudas, donde además de las ya citadas hay también que incluir el Head Up Display, los faros bi-xenon adaptativos, los faros antiniebla con alumbrado estático direccional, etc. Y si hablamos de frenos y dirección, trenes rodantes, etc, varían según los niveles y motores, con llantas de 16 a 18 pulgadas de diámetro (19 en opción), dirección con asistencia electro-hidráulica y discos ventilados delanteros de 283, 302 y 340 mm, según tipos, pero siempre asegurando la mejor respuesta dentro de su logrado comportamiento dinámico al que nos tiene acostumbrados Peugeot.
E igualmente su seguridad pasiva se mueve al máximo nivel que pueda encontrarse entre los coches de su segmento. Su estructura deformable comprende zonas de absorción a nivel de la cuna delantera, lo que permite reducir la longitud del voladizo. Y en cuanto a airbags, el 508 monta dos frontales, (de 45 litros para el conductor y 80 para el acompañante), dos laterales delanteros (de 18 litros cada uno) y otros dos de cortina para las cabezas (30 litros cada uno), equipando también todos 5 cinturones de 3 puntos de anclaje (con pretensores pirotécnicos y limitador de esfuerzo los delanteros, y con limitador de esfuerzo en las plazas laterales traseras, además de dos anclajes Isofix de 3 puntos para sillas infantiles en las plazas laterales traseras. Por su parte, los asientos delanteros equipan nuevos apoyacabezas en V, regulables de forma progresiva (multiposición), sin muescas en el vástago para adaptarse perfectamente a cada usuario, y con una estudiada forma para amortiguar los efectos de un accidente por alcance (“whiplash”).
En cuanto a la llamada seguridad “terciaria” (de servicio y auxilio) ofrecida por Peugeot, líder en la misma, propone como en la mayoría de sus modelos el equipamiento Peugeot Connect. Este sistema permite disponer gratuitamente y sin límite de duración del servicio Peugeot Connect SOS, y del Peugeot Connect Asistencia, ayudas a las que se suma para los clientes profesionales abonados el servicio Peugeot Connect Fleet (envío automático de información relacionada con el mantenimiento del vehículo). No hay que olvidar que el Peugeot Connect SOS, ya presente en 10 países europeos y en más de 400.000 Peugeot, permite la localización del vehículo y el envío de la asistencia adecuada en cualquier caso de incidente. Desde su introducción en 2003, ha permitido un socorro rápido en más de 4.000 situaciones de emergencia.
Bien servido en motores.- De entrada, en gasolina hay un único motor, el 1.6 desarrollado en colaboración con BMW, en dos versiones: la atmosférica de 120 CV (16,3 mkg) del 1.6 VTI, como versión de acceso pero con cambio automático robotizado (la caja BMP6) de seis velocidades, y la turboalimentada THP, con inyección directa de gasolina (156 CV y 24,5 mkg), disponible con cambio manual de 6 relaciones ó automático también de 6, esta vez con la caja automática AT6, sobre la que Peugeot ha desarrollado, en colaboración con la nipona Aisin, el nuevo cambio automático AM6, capaz de encajar hasta 46 mkg de par y que también monta de serie el 508 GT 2.2 HDI. Estos 508 1.6 de gasolina escalonan sus emisiones entre los 144 y 164 grs/km de CO2, con unos consumos combinados entre 6,2 y 7,1 lts/100 km (con 6,7 en el 1.6 THP, que bajará a 6,5 a partir del próximo verano). Sin embargo, sus prestaciones están al nivel de los anteriores 2.0 atmosféricos: los tres son capaces de superar los 200 km/h (velocidades máximas oficiales de 203 km/h para el 1.6 120 CV, 222 para el 1.6 THP manual y 220 para el automático, con unas aceleraciones de 0 a 100 km/h de 11,5, 8,6 y 9,2 segundos respectivamente), señal de que el “downsizing” equivale a menos consumo y emisiones, pero no a menos prestaciones…
Mientras la oferta diesel, más nutrida, se escalona en torno a tres motores de la familia HDI, turbodiesel de inyección directa “common rail”, y todos con filtro de partículas (FAP): el 1.6 HDI, el 2.0 HDI y el 2.2 HDI, disponiendo el primero de una versión ecológica e-HDI, que con la misma potencia de la normal (112 CV ) y algo más de par motriz (27,5 mkg, que sube a 29 con la función “overboost”) limita su emisión de CO2 a 115 grs/km (exenta del impuesto de matriculación), y homologa un consumo de gasóleo de sólo 4,4 lts/100 km, que aún se reducirá a partir del verano con una nueva homologación (a 109 grs/km y 4,2 lts/100 respectivamente, gracias en parte a la introducción de en-tradas de aire pilotadas). Este 1.6 e-HDI combina suavidad y prestaciones, estrenando la tecnología microhíbrida “e-HDI” en Peugeot con un sistema Stop&Start de nueva generación. Rápido (arranque en 400 ms), eficaz (el motor se para por debajo de 8 km/h) y silencioso, conjuga reducción de consumo y emisiones (hasta -15% en ciudad) con el máximo de agrado de utilización, yendo asociado al cambio BMP6 (manual pilotado de 6 marchas) a fin de que el máximo número de clientes pueda beneficiarse del menor consumo posible.
Por su parte, el 508 1.6 HDI normal monta un cambio manual de 5 velocidades (es el único de la gama con 5 marchas), anuncia una velocidad punta ligeramente inferior al 1.6 e-HDI (190 frente a 197 km/h) pero rebaja su aceleración en el 0-100 km/h de 11,9 a 11,3 segundos (6 décimas menos), con un consumo también muy bajo de menos de 5 lts/100 km (4,7). A continuación tenemos el 2.0 HDI, desdoblado en dos potencias, 140 y 163 CV (con 34,7 mkg de par máximo en ambos), el primero con cambio manual de 6 relaciones y el segundo sólo con el automático (el nuevo AM6) también de seis marchas. Con estos motores, el 508 se pone al nivel del gasolina 1.6 THP, con 210 y 225 km/h de velocidad punta y menos de 10 segundos en el 0-100 km/h (9,8 y 9,2, respectivamente), mientras su consumo combinado baja de 5 lts/100 km en el 140 CV (4,8) y se queda en 5,7 en el 163 CV (125 y 149 grs/km de CO2 cada uno).
Pero la joya de la corona y gran novedad diesel es el 2.2 HDI que equipa el 508 GT. Este grupo propulsor proporciona mejores prestaciones que el antiguo V6 2.7 HDI del 407, con mayor brío a bajas revoluciones y un consumo y unas emisiones claramente inferiores: hasta un 33% menos (emite 150 grs/km de CO2 frente a los 223 del V6 2.7 HDI, o sea ¡73 gr menos!). Este 4 cilindros de 2.179 cm3 es una evolución del motor anterior 2.2 HDI de 170 CV, con su culata de 16 válvulas y doble árbol de levas en cabeza. Ahora da 204 CV a sólo 3.500 rpm (nada menos que 34 CV más) mientras que su par máximo (46 mkg a 2.000 rpm) se mantiene inalterado entre 2.000 y 2.750 rpm. A pesar de esta evolución, y asociado al cambio automático AM6, su consumo cae casi un 20 % (unos 40 grs/km menos de CO2). Este 2.2 HDI lleva unas cámaras de combustión de nueva generación ECCS (Extreme Conventional Combustion System), con un diseño optimizado que rebaja su relación de compresión a 16:1, garantía de prestaciones y de reducción de emisiones (entre ellas las de NOx).
Su inyección “common rail” sube ahora su presión a 1.800 bares, y adopta inyectores piezoeléctricos de 8 orificios (antes 7) para lograr un mayor grado de pulverización del gas-oil (lo que favorece la combustión). Otra novedad es el turbocompresor de geometría variable, ahora en titanio, un metal muy ligero que reduce la inercia del turbo para conseguir más par motor, sobre todo en regímenes intermedios y, con ello, una mejor respuesta del vehículo. La insonorización y las vibraciones también se han tratado de manera especial; además de sus dos ejes contrarrotantes de equilibrado, la propia concepción y gestión de inyección disminuye el ruido del motor, ahora más sordo y tamizado.
Y aunque no es un e-HDI, este 2.2 cuenta también con siste-mas para reducir el consumo, como el «Volt control», que desconecta el alternador en las aceleraciones al tiempo que le permite recargar la batería en las deceleraciones, ganando con ello otros 5 grs/km menos de CO2. Otra ayuda es la rebaja del régimen de ralentí a 700 rpm en lugar de 820, lo que reduce el consumo durante el uso urbano cotidiano.
Y en cuanto al cambio AM6, su evolución sobre el AT6 le ha permitido, merced a sus numerosas mejoras técnicas (rodamientos y segmentos de menor fricción, aceite específico de baja viscosidad, nuevo convertidor de par que permite rodar a bajo régimen, nuevo programa de cambios en modo “drive”…), mejorar su consumo y disminuir en 13 grs/km adicionales las emisiones finales de CO2. En realidad, todos estos avances anticipan la futura llegada de un 508 híbrido, el 508 HYbrid4, que se sumará a la gama al año que viene con tracción total, a base de montar el motor diesel 2.0 HDI de 163 CV delante y otro eléctrico de 37 CV detrás, sumando así 200 CV totales. Con un consumo mínimo (3,8 lit/100 km), este 508 HYbrid4 podrá rodar sólo en modo eléctrico, anunciando una emisión combinada de CO2 de sólo 99 grs/km.
En definitiva, así es este nuevo Peugeot 508, que reúne lo mejor de todos los avances de la más moderna tecnología de automoción, junto al diseño más sobrio y armonioso que encarna la mejor tradición de la marca del león. Un coche con dos chasis (normal y GT), con dos carrocerías (berlina y SW), con una plena funcionalidad práctica y a la vez, la representatividad y el “status” de un modelo “premium”, con los más eficientes motores diesel y gasolina y unas prestaciones acordes a su impresionante estampa. Un coche elegante y dinámico, que al verlo y al oírlo deja sentir como se ve y suena hoy día, en 2011, el último rugido del león imperial.