Ligero y potente
De nuevo Peugeot confía las siglas GTI a su gama 208, creando una versión deportiva pero no tan radical como para dejar de ser un coche de diario: un 208 GTI dinámico y brillante, pero confortable y fácil de conducir, que se constituye en la nueva referencia deportiva del segmento B.
Aún vigente la herencia que dejó el mítico 205 GTI, no es extraño que haya sido éste la fuente de inspiración del nuevo 208 GTI, bajo una reinterpretación actual. Orientado a una clientela más exigente, el 208 GTI es un fruto de un intenso trabajo de adaptación de todos sus componentes, en especial su bastidor, capaz de aguantar sobre su carrocería 3 puertas (única versión posible, en contraste con la de su rival, el Renault Clio RS, éste sólo en 5 puertas) los 200 CV de su motor 1.6 THP turbo de inyección directa de gasolina, que para un peso total de 1.160 kg le permite unas muy brillantes prestaciones.

El 208 GTI mide 3,96 m de largo, por 1,74 de ancho y 1,46 de alto. Parrilla y fondo de faros le distinguen ligeramente de sus hermanos de gama, junto a sus llantas de aleación de 17” de diámetro (calzadas con neumáticos de 205/45), el deflector posterior de techo y la doble salida trapezoidal de escape, flanqueando el escudo inferior del paragolpes trasero. Más bajo, con las ruedas más envueltas en los guardabarros y con aletas ensanchadas completadas por los bajos de caja, su mayor anchura de vía (+1 cm delante y +2 detrás) le confiere un aspecto más fiero y agresivo.
El habitáculo presenta un aspecto deportivo donde dominan los tonos rojos, negros y cromados. Los asientos delanteros son cómodos y envolventes, pero los traseros no son aptos para tallas de más de 1,75 m de estatura. Los pedales son de aluminio perforado así como el apoyo del pie izquierdo, y la ergonomía domina la disposición de mandos. Como en todos los 208 el volante, forrado en piel y achatado por abajo, va más bajo de lo normal para que con su pequeño diámetro se pueda consultar la instrumentación por encima, tanto la del cuadro como la de la pantalla táctil multifunción, cuya iluminación en rojo por diodos y su tamaño (7”) permite concentrar sus funciones (como la del asistente de aparcamiento automático Park Assist). Una disposición (la del volante bajo y pequeño) que queda mejor en una versión deportiva como ésta, pero que aún así sigue siendo contestada, sobre todo cuando el volante tapa una parte de la visión del cuadro a los conductores de baja talla en la posición ideal de conducción. El maletero no varía, con 311litros de capacidad ampliable hasta 1.152 litros abatiendo los asientos traseros.

En cuanto a bastidor, el 208 GTI utiliza el mismo esquema de suspensiones del 208, aunque modificado para digerir el enorme potencial del motor. Así, los muelles son un 20% más rígidos, con amortiguadores más duros y barras estabilizadoras más gruesas, así como más rígidos los subchasis delantero y trasero. La asistencia (eléctrica) de la dirección es más progresiva y menor, y los frenos se refuerzan con discos delanteros ventilados de 302 mm de diámetro y traseros macizos de 249 mm, por supuesto con su correspondiente ABS y ESP, por primera vez desconectable este último en un Peugeot.
La mecánica garantiza la diversión.–Como ya hemos dicho recurre al 1.6 THP, turbocomprimido y de inyección directa, fruto de la colaboración del grupo PSA con BMW, modificado aquí hasta dar 200 CV a 5.800 rpm y 28,1 mkg de par constante entre 1.700 y 4.000 rpm. Un cuatro cilindros de aleación ligera y arquitectura “larga” (77 x 85,8 mm de cotas de pistones), con una alta compresión (10,5:1) para ir sobrealimentado por un turbocompresor de geometría variable, y con distribución biárbol en culata con 4 válvulas por cilindro. Asociado a un cambio manual de 6 velocidades y relación cerrada (con un desarrollo final bastante corto), nos ha producido una grata impresión, junto al placer de conducción de unas suspensiones firmes pero no radicales. Muy ágil, enlaza las curvas con gran precisión y mínimo balanceo, como comprobamos por carreteras cercanas a Niza, incluyendo un tramo del Rallye de Montecarlo, sobre las que el 208 GTI se ha mostrado divertido y seguro, dados sus ajustados trenes rodantes y contenido peso. Se ha trabajado bien la respuesta de la dirección, más firme, precisa y rápida, y los mayores discos ofrecen una incisiva frenada, aunque algo blanda de tacto en nuestra unidad.

El motor ofrece una respuesta instantánea y sube de revoluciones con rapidez. A bajo régimen le cuesta un poco salir, y lo mejor llega arriba si queremos ir de carreras, aunque a medio régimen tiene mucha fuerza gracias a su par constante. Nunca da la sensación de ser un motor sobrealimentado, ya que el turbo funciona desde el principio sin el clásico tirón de los motores turbo. La entrega de potencia es muy progresiva, y el cambio manual de 6 marchas tiene un manejo perfecto, aunque sus desarrollos son muy cortos para lograr aceleraciones de alto nivel (la 5ª da 35,92 km/h a 1.000 rpm y la 6ª, 42,50 km/h), con los que consigue cubrir el 0-100 km/h en 6,8 segundos y alcanzar los 230 km/h de velocidad máxima, con un consumo medio homologado de 5,9 lts/100 km (139 grs/km de emisión de CO2).
Con un completo equipamiento de serie (climatizador bizona, asientos deportivos, llantas de 17”, asientos calefactados…) el 208 GTI sale a la venta esta primavera al precio de 22.900 euros, que debería permitir una buena salida a la producción anual de 10.000 unidades prevista por la marca del león.