La compañía automovilística japonesa Mitsubishi ha estimado en 1.220 millones de euros las pérdidas netas que le supondrá, al finalizar su año fiscal (marzo 2017), el falseamiento de los datos de consumo y emisiones contaminantes en sus coches “kei cars”.
Y como también recuerda en su comunicado, ésta pérdida será el primer resultado negativo de la compañía en los últimos ocho años de beneficios (habiendo sido el del año fiscal último de 615 millones de euros).
Como se recordará, el citado escándalo motivó la dimisión del hasta ahora su Presidente, Tetsuro Aikawa, y lo que es peor, que la compañía automovilística Nissan se adueñará del 34 % de las acciones de Mitsubishi en la Bolsa de Tokio y con ello tomara su control que ha pasado a la Alianza Renault-Nissan, convirtiéndole en el tercer productor mundial de vehículos por detrás de Toyota y Volkswagen.