En el primer trimestre de 2012, Opel España comunicó a las autoridades de consumo de la Comunidad de Aragón (donde la empresa está radicada) la detección de posibles fugas de combustible del depósito del mismo del Opel Antara correspondiente a las unidades del modelo 2011, con posible riesgo de incendio. La empresa afirmaba haber procedido al envío de avisos postales a los propietarios para que llevaran los vehículos a los talleres de la red oficial para proceder a la sustitución del citado depósito, sin dejar constancia del número y fecha de fabricación de las unidades afectadas. El dato ha sido recogido por Facua, asociación de consumidores que reclama al Gobierno, desde que el INC (Instituto Nacional del Consumo) recoge las llamadas a revisión sobre automóviles dentro del apartado de productos no alimentarios inseguros (aparte de alimentos y fármacos), que las asociaciones de consumidores sean incluidas en las redes de alerta de los mismos.
