Con más empaque y mejores consumos
Presentado en Fráncfort en su cuarta generación, el nuevo Kia Sportage se anuncia corregida y aumentada, con más capacidad, mejor aerodinámica y motores mejorados que cumplen ya la normativa anti-contaminación Euro 6.
El nuevo Kia Sportage, aunque muy similar en estilo, apariencia y dimensiones al actual, se trata de un modelo completamente nuevo, y no de un “restyling”. A la venta en el primer trimestre del próximo año, este SUV compacto fabricado en la planta eslovaca de la marca surcoreana (Zilina) sigue siendo el Kia más vendido en Europa. Nacido en 1993, esta nueva generación Sportage reemplaza a la tercera de 2010, está inspirado en el “concept» car «Provo» de 2013 y comparte plataforma y motores con el nuevo Tucson de Hyundai presentado en este año, pero al llegar algo más tarde se ha permitido el lujo de pulir y mejorar algunos de sus detalles y equipamientos.
Estéticamente repite el diseño frontal que Kia llama “hocico de tigre” (Tiger nose). Los faros están ahora en posición más alta y se extienden hacia atrás hasta los bordes exteriores del capó. La parrilla más baja y ancha, se ha dimensionado para una mayor refrigeración del motor, ampliando la mitad inferior del frontal. El resultado es un aspecto más imponente que sugiere estabilidad, aunque la anchura (1,86 m) es la misma de su predecesor. Las versiones GT Line refuerzan su imagen exterior (más deportiva) con los faros antiniebla (por diodos) rectangulares tipo “cubo de hielo”, inspiradas en las del cee’d GT, y con un protector de bajos en efecto aluminio.
Sus medidas aumentan ligeramente (4,48 m de largo, 4 cm más que ahora, repitiendo la anchura y la altura -1,63 m-). La distancia entre ejes crece 3 cm (2,67 m), pero los voladizos apenas varían (2 cm más delante y uno menos detrás), y el diseño general se afila, mejorando la aerodinámica (Cx de 0,33 por 0,35 antes). Los trenes rodantes pasan a montar llantas de 16”, 17” y 19” (éstas últimas de serie en los GT Line, con neumáticos de 245/45 R19), y la visibilidad mejora mediante un parabrisas más ancho y largo (+3 cm) a base de adelgazar los pilares delanteros y traseros (hasta 6 cm más estrechos detrás), lo que también repercute en que el techo practicable opcional se alargue 10 cm más (hasta los 49 cm).
En el interior se aprecia un mejor aprovechamiento de la habitabilidad, superior al del leve aumento de medidas; se gana medio cm de altura libre al techo delante y más de 1,5 detrás, con una ganancia menor en espacio para piernas (2 cm delante pero sólo 7 mm detrás) y en maletero, que aún así pasa ahora a superar los 500 litros (503 frente a 465 antes), uno de los mayores de su clase sin renunciar a la rueda de repuesto y con doble piso (con un compartimento oculto bajo el plano de carga). Su ancho interior útil gana casi 4 cm y el umbral de carga baja casi 5, situándose ahora a 73 cm.
En cuanto al acabado, aumenta la calidad percibida, con nuevos materiales de mejor presencia y tacto, con el salpicadero bien en negro o bien bitono (negro y beige o en dos tonos de grises). El nivel GT Line aumenta los detalles metalizados (molduras, pedales…) y la disposición del cuadro mantiene la instrumentación analógica, aunque ahora con la posibilidad de un amplio “display” central en el cuadro, que se suma a la pantalla multifunción táctil de la consola (orientada en 10º al conductor) de 7” ú 8” de tamaño. Según Kia los asientos son más cómodos y ligeros (-2,5 kg) y detrás se va sentado 3 cm más alto (con 4 cm más de altura para pies, sin haber reducido la altura libre al suelo), y ahora con posibilidad de ir calefactados y disponer de reglaje eléctrico (8 niveles delante -10 en el del conductor-, con ajuste lumbar también eléctrico). Detrás también pueden ir calefactados (dos niveles, por tres en los delanteros) y el respaldo se gradúa en inclinación de 23º a 27º.
El nuevo bastidor del Sportage está construido mayoritariamente en acero de ultra alta resistencia (UHLS), hasta en un 51% (18% antes), lo que ha permitido aumentar la resistencia a la torsión en un 39%, predominando su construcción en pilares (A, B y C), guadabarros, estribos y techo. El aislamiento acústico ha mejorado la insonorización interior (de 38 dB a 36 dB en las versiones de gasolina, y de 46 a 44 dB de los diesel) y también mejora el aislamiento de vibraciones.
Con casquillos de suspensión y soportes de transmisión más grandes y robustos (y nuevas llantas de aleación un 49% más rígidas), la suspensión de ambos ejes es independiente, y se ha modificado su geometría para disminuir el carácter subvirador del coche, con nuevos anclajes y una amortiguación de mayor recorrido y más progresiva. Detrás, el eje independiente multibrazo lleva su subchasis de soporte montado sobre casquillos, con los brazos inferiores dobles (en las versiones de tracción delantera) y el tirante transversal más rígido (en todos) con los amortiguadores con mayor recorrido a la extensión.
La servodirección eléctrica traslada el motor de asistencia a la cremallera (GT Line) y en los demás la caja de la dirección se sitúa más cerca del eje delantero, para suavizar la respuesta al volante. En los frenos, aumenta el diámetro de los discos delanteros y se rediseñan las pinzas para mejorar su resistencia al calentamiento, con ajustes de amortiguación más duros en los GT Line.
En seguridad activa, el VSM (Vehicle Stability Management) gestiona el ESP (ESC para Kia) junto con la dirección eléctrica, y entre sus ayudas electrónicas destacan el sistema automático de frenada de emergencia (AEB) que detecta vehículos y peatones, el control del ángulo muerto (BSD), alerta y asistente de mantenimiento de carril (LCA y LKAS), cambio automático de luces HBA (de cortas a largas y viceversa), lector de límites de velocidad (SLIF), control y alerta de tráfico cruzado posterior (RCTA), etc…
Y en seguridad pasiva, mantiene los 6 airbags y las fijaciones traseras Isofix, añadiendo un capó anti-atropello activo (según en qué mercados) aunque el normal amplía su superficie protegida por plástico y espuma. Novedad es el nuevo freno de mano eléctrico (se activa automáticamente cuando se para el motor) y el sistema inalámbrico de recarga para teléfonos móviles u otros dispositivos similares (tabletas, etc), que trabaja magnéticamente por inducción (5W de potencia). Y además, cuenta con dos tomas USB que sirven también para uso y recarga de aparatos.
Finalmente el nuevo Sportage llegará al mercado con cinco motorizaciones iniciales (todas ya conocidas), dos gasolina y tres diesel. En gasolina el motor 1.6 GDI de inyección directa de gasolina se ofrece en dos versiones, una atmosférica con 132 CV y 16,4 mkg de par, con “stop & start” de serie (ISG), y otra turbocomprimida (1.6 T-GDI) con 177 CV y 27 mkg de par constante entre 1.500 y 4.500 rpm, sólo disponible para los GT Line y que puede combinarse, además de con el cambio manual de 6 marchas, con la nueva caja automatizada DCT de 7 relaciones desarrollada por Hyundai/Kia. La oferta diesel se inicia con el conocido 1.7 CRDI en su versión inicial de 115 CV (28,6 mkg entre 1.250 y 2.750 rpm).
Tras esta versión de acceso, se ofrece el 2.0 CRDI desdoblado en dos potencias (136 y 184 CV) con 40 y 40,8 mkg de par respectivamente. Este 4 cilindros de 1.995 cc ha sido aligerado (5 kg menos) y mejorado (bomba de aceite de flujo variable con nuevo módulo de filtro, cadena de distribución de baja fricción, recarga inteligente de alternador, inyección “common rail” a 2.000 bares), con una temperatura de combustión más baja que reduce la emisión de NOx. La tracción puede ser delantera o total, con el cambio DCT reservado al 1.6 T-GDI (los diesel son todos manuales, aunque se ofrecerá también un cambio automático por convertidor de par). Todos los motores son Euro 6, y el sistema de apertura contará con acceso sin llaves “manos libres” y arranque por botón.
Con su llegada al mercado prevista para la próxima primavera, aún se desconocen los precios y niveles de equipamiento por versiones de esta cuarta generación Sportage, aunque se puede anticipar que las versiones deportivas GT Line se asociarán a los motores más potentes y la tracción total, aunque se ignora el reparto de las demás. En todo caso la tarifa no diferirá mucho de la del actual Sportage. Para final de año ya sabremos algo más, tanto sobre precios y acabados como sobre prestaciones y consumos, todavía pendientes de homologación.