De igual modo como sucedió en 1999 con la normativa R90 para pastillas de freno, la Comisión Europea (CE) ha decidido extenderla también para los discos y tambores de freno, de modo que ambos estén sujetos a un control de calidad que cumpla un pliego de condiciones mínimas. Esta extensión de la ECE R90 se considera un importante paso adelante en términos de seguridad mundial para el sector del automóvil, dado que la introducción de cualquier normativa que exija el respeto de la estandarización de las piezas clave para la seguridad supone un importante avance para el sector.
De acuerdo a la nueva R90, extendida de forma progresiva a discos y tambores de freno a partir de noviembre de este mismo año 2014 (primero para camiones), todos los discos y tambores de freno de vehículos comerciales pesados, incluidos los destinados a autobuses y remolques, fabricados y vendidos en toda Europa deberán cumplir los estándares mínimos recogidos en la ECE R90. A partir de noviembre de 2016, estas normas se aplicarán también a turismos y vehículos comerciales ligeros. Para cumplir dichos estándares, las piezas deberán superar una serie de pruebas y alcanzar un nivel de rendimiento similar al de las piezas del equipo original.