Normativa Euro 6e bis: los PHEV en riesgo

7 febrero, 2025
Gerardo Romero-Requejo M.

Nueva normativa anticontaminación en Europa

La entrada en vigor de la normativa Euro 6e bis el pasado 1 de enero de 2025, introduce cambios que afectan a la medición de las emisiones de los modelos híbridos enchufables (PHEV), poniendo en un serio aprieto la obtención de la etiqueta CERO emisiones.

La regulación de emisiones de los vehículos sigue evolucionando en Europa y en esta nueva fase de restricciones medioambientales que nos acerca a la Euro 7 se introducen cambios clave que afectan tanto a fabricantes como a consumidores, especialmente en los vehículos Plug-In Hybrid (PHEV). Con este ajuste, la Unión Europea busca obtener cifras más precisas sobre las emisiones reales de los automóviles y reducir el impacto ambiental del transporte.

Normativa Euro 6e bis: los PHEV en riesgo

¿Qué cambia con la Euro 6e bis?

Uno de los aspectos más relevantes de la normativa Euro 6e bis es la modificación en los cálculos de consumo y emisiones de CO₂, que afectará directamente a los PHEV. Hasta ahora, las pruebas oficiales consideraban una distancia de referencia de 800 km para evaluar el uso combinado del motor de combustión y el sistema eléctrico (tanto con la batería cargada como agotada), ponderado con un Factor de Utilidad que refleja la autonomía del PHEV con la batería agotada.

Sin embargo, con la nueva normativa Euro 6e bis, este Factor de Utilidad se actualiza a 2.200 km (y hasta 4.260 km con la futura Euro 6e bis-FCM en 2027), con la idea de proporcionar datos más realistas sobre el comportamiento de estos vehículos en condiciones reales de conducción y sus niveles de contaminación, que aumentan sobremanera al rebajar el empleo del motor eléctrico.

Normativa Euro 6e bis: los PHEV en riesgo

Además, este ajuste puede traducirse en un aumento significativo en las cifras oficiales de emisiones, lo que podría afectar a la clasificación de algunos modelos en términos fiscales y de incentivos gubernamentales. Modelos híbridos enchufables que antes declaraban 45 g/km de CO₂ podrían ver sus emisiones duplicadas o triplicadas bajo las nuevas condiciones de prueba.

Impacto en los fabricantes y consumidores

La implementación de la Euro 6e bis supone un reto para los fabricantes de automóviles, ya que deberán desarrollar tecnologías más eficientes para seguir cumpliendo con los límites de emisiones y evitar sanciones. La Unión Europea establece penalizaciones de hasta 95 euros por cada gramo de CO₂ que supere el límite permitido en la media anual de la flota de cada marca, y claro, los PHEV ayudan a rebajar las cifras de emisiones medias establecidas en la recientemente aplicada normativa europea CAFE (Corporate Average Fuel Economy) de 93,6 g/km (antes de 116 g/km).

Para los consumidores, la nueva normativa podría influir en la elección de vehículos, sobre todo en los PHEV. Los coches híbridos enchufables han sido populares por sus bajas emisiones oficiales, lo que les permitía beneficiarse de incentivos fiscales, la concesión de la etiqueta CERO y obtener exenciones de impuesto de matriculación. Sin embargo, con la Euro 6e bis, estos beneficios podrían reducirse o desaparecer si las emisiones declaradas aumentan considerablemente.

Esta nueva norma que ya ha entrado en vigor solo aplica para los vehículos nuevos que se lancen al mercado. Si bien, a partir del 31 de diciembre de 2025 será efectiva también a todos los modelos que se vendan, también a los que fueran homologados antes de esa fecha, lo que supondrá un varapalo enorme para los fabricantes que tendrían que centralizar sus esfuerzos, obligándolos a incentivar más la compra de sus modelos totalmente eléctricos (a priori más caros), libres de emisiones locales y por tanto, favorecedores de bajar la media de emisiones en el conjunto de modelos de una marca.

Para evitar las sanciones, se calcula que en Europa el 22% de las ventas tendrían que hacerse de modelos eléctricos (unas 500.000 unidades), estando ahora estancadas en un 15%. Y para ello se tendrían que incentivar la ventas de este tipo de coches, además de dejar de vender modelos de combustión ya que sube la media de emisiones a los fabricantes.

De lo contrario las marcas que no cumplan se verían abocadas a tener que vender cuota de emisiones de CO2 (también conocido como «pooling») a fabricantes de vehículos exclusivamente eléctricos como Tesla o Polestar (maniobra legal, de momento), o pagar las elevadas multas impuestas por la UE.