Mientras que el nuevo Secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, y la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, se encargan de atizar la guerra contra el diesel, acusando de contaminar más a estos motores, Germán López Madrid, presidente de Aniacam (la patronal de los importadores) ha puesto los puntos sobre las íes: López Madrid afirma que la propuesta antidiesel no tiene base ni fundamento, y se apoya en los motores diesel de hace 30 años, no en los de ahora. La emisión de óxidos de nitrógeno (NOx) ha descendido un 98% en 20 años y la de hollín en diez veces de 2000 a hoy (y en cien veces a partir de 2014). El presidente de Aniacam denuncia que gravar más los diesel modernos sería injusto y habría que hacerlo en función de la edad: “poner un mismo impuesto a un diesel que emite 0,18 grs/km de NOx y lo mismo a un diesel de hace 10 años que está por encima de los 2 grs/km es a todas luces injustificable”. Además, sostiene que “son los vehículos anteriores al año 2000 los que verdaderamente tienen un alto grado de emisión de NOx y CO2, y representan el 40% del parque español. Por eso pedimos insistentemente un plan de rejuvenecimiento del parque para mejorar el medio ambiente y la seguridad vial”. Si se argumenta esta medida desde el punto de vista medioambiental y no de promoción comercial es muy probable que triunfe.