NISSAN QASHQAI polivalente

16 febrero, 2007

La idea no es mala, aunque tampoco nueva. Ahí está el extinto Scénic Rx4 de su hoy aliada Renault como precursor, pero la intención actual es poner el acento en la polivalencia de varios usos mixtos antes que en su capacidad específica para los mismos. Quizá lo peor del Qashqai sea su nombre lleno de consonantes, pero en todo caso supone una interesante opción de SUV compacto para todo, con un cierto aire de Nissan Murano a escala más reducida.

Con 4,31 m de largo, 1,78 de ancho y 1,61 de alto, por una batalla de 2,63 m, y la misma altura al suelo de las versiones de tracción delantera y 4×4, se sitúa en esa tierra de nadie entre los compactos grandes, los SUV pequeños y los monovolúmenes medios, siendo quizá ésto su gran acierto conceptual. Reúne todos los rasgos típicos de un SUV «light»; alto pero sin pasarse, cintura alta, aspecto discretamente agresivo y un lateral con la tercera ventanilla triangular de custodia tan de moda últimamente.

Nissan_Qashqai_400

Pero el hecho de contar con menos versiones 4×4 y más de tracción delantera, delata su condición de SUV ocasional, ya que el 60% de sus ventas se espera que sean de las versiones con sólo tracción delantera: en realidad el Qashqai podría interpretarse como la versión corregida y ampliada del Note con un plus «todo camino».

Así pues, podemos hablar de una berlina 5 plazas, 5 puertas, de estilo monovolumen (aunque suavizado) cuya funcionalidad, salvo en las versiones 4×4 que montarán la tracción All Mode 4×4 de Nissan, ya conocida en el X-Trail, es la de un compacto normal y corriente. Pero los Qashqai 4×4 disfrutan no sólo de una tracción total «light» del tipo 90% delantera y 10% trasera, susceptible de variar su reparto cuando uno de los ejes pierde adherencia, sino que además de ésta (disponible en la posición «auto», seleccionable a través de su selector rotativo), disponen también de una posición 4×4 de reparto fijo («lock»), bloqueado al 57% en el eje anterior y al 43% en el posterior.

El Qashqai es la declinación más familiar de la plataforma media de Nissan. Carece de algunos detalles de modularidad esencial en un monovolumen (mesitas plegables, banqueta posterior deslizante, etc), pero sin embargo va bien equipado desde el nivel básico Visia (6 airbags de serie, aire acondicionado, radio CD con Bluetooth, volante ajustable en altura y profundidad, ESP y ABS+EBD+BAS, etc) y ofrece un maletero decente de 400 litros (380 oficiales) con la rueda de repuesto de emergencia (aunque en su hueco cabe una normal, en cuyo caso la capacidad del maletero baja a 350 litros). Otro detalle discutible es el tamaño de los apoyacabezas delanteros, auténticas mamparas que reducen la visibilidad de los pasajeros traseros.

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Con todo, con una asistencia eléctrica de dirección más perfeccionada, suspensiones independientes en ambos ejes (Mac Pherson delante y multipunto detrás), frenos de disco a las 4 ruedas, con un ABS dotado de HFC (Hydraulic Fade Compensation) para mejorar su resistencia al uso intensivo, ESP, con doble control de tracción (ASR y TCS) y cambios manuales de 5 y 6 velocidades (según motor), amén del CVT automático por convertidor centrífugo variable y simulación de 6 marchas (opcional en el 2.0 gasolina), el Qashqai es un monovolumen medio emocional y elegante cuyo precio parte 18.680 euros.

Los motores disponibles son los que Nissan anunció en un principio: los 1.6 y 2.0 de gasolina ya conocidos (de 115 y 140 CV cada uno) y los turbodiesel 1.5 dCi y 2.0 dCi de origen Renault, con 106 y 150 CV respectivamente.

Disponible en tres acabados (Visia, Acenta y Tekna, este último con llantas de 17 pulgadas, techo acristalado y faros de xenon) y con suficientes opciones como para atraer a la clientela más exigente (faros de xenon, navegador GPS por DVD de alta precisión, tapicería de piel, cámara de visión trasera, etc…) el Qashqai llega al mercado como el Nissan más europeo (y muy británico: diseñado en el Nissan Design Center de Londres y fabricado en la planta de Sunderland, donde aún se monta el Almera). Y sobre todo como un Nissan distinto (capaz de relevar con ventaja al Almera y al Tino) y del que la marca espera vender unas 12.000 unidades al año (de las que el 65/70% serán diesel).

Versiones del modelo: 'Qashqai'