Prueba: Nissan Qashqai +2 1.6 DCI 4×4 Tekna Premium

19 febrero, 2013
MARIO CHAVALERA

Un SUV muy familiar

Los últimos SUV compactos se han alejado bastante de la montaña, tal y como sucede con este Qashqai que destaca mucho más por su comportamiento en carretera que por sus aptitudes fuera del asfalto: un carácter reforzado en esta versión ensayada de 7 plazas, con el nuevo turbodiesel 1.6 dCI de origen Renault.
Cuando se presentó en 2007 el Qashqai, pocos imaginaban en Nissan el rotundo éxito que conseguiría y aún mantiene pese al acoso de sus muchos rivales. Este modelo es un ejemplo del acierto y visión de futuro que mostró Nissan al combinar en un mismo coche las cualidades de un SUV y las de un turismo compacto, creando un vehículo confortable, apto para uso diario y familiar bajo una estética distinta pero grata a la vista y con la opción de tracción 4×4. Y ahora, Nissan refuerza su oferta con la opción de 7 plazas y un nuevo turbodiesel 1.6 dCI de 130 CV, que le permite bajar su consumo y emisiones de CO2 sin renunciar a las prestaciones del anterior 2.0 dCI de 150 CV, ahora sólo comercializado con cambio automático.

Más grande y habitable.–Por fuera, este nuevo Qashqai+2 crece 21 cm de largo (4,54 m frente a los 4,33 del normal) para alojar 7 ocupantes, aumentando su batalla de 2,63 a 2,76 m, una distancia entre ejes ya importante. Pese a ello, su imagen es tan atractiva como la del 5 plazas con quien comparte anchura (1,78 m) y a la que supera 5 cm en altura (ahora 1,65 m), mientras las vías no varían (1,54/1,55 m). Un atractivo que consolidó la profunda remodelación que sufrió en 2010, que puso al día su estética y acabado. Y ahora con su plataforma alargada, el Qashqai+2 ofrece mayores cotas de habitabilidad, mejor terminación y materiales de más calidad.
El salpicadero muestra un cuadro de dobles relojes de fácil lectura, el volante lleva teclas para varias funciones y el navegador está bien integrado en la consola central, con todos los mandos a mano. Los asientos delanteros son muy confortables, y las plazas centrales ideales para dos adultos, aunque admitan tres sin demasiadas estrecheces, contando además con reglaje longitudinal. Pero la tercera fila, aunque técnicamente bien resuelta, tiene sus limitaciones: situada prácticamente en el maletero, sólo admite dos ocupantes de 1,60 m de estatura como máximo, con un acceso algo agobiante. Realmente este Qashqai+2 debe considerarse un turismo de 5 plazas que ocasionalmente puede transportar 7, aunque entonces a costa de una mínima capacidad de equipaje. Porque si el maletero con 5 plazas es muy amplio (550 litros), con 7 se reduce a la mínima expresión (130 litros). Eso sí, los dos asientos extra de la tercera fila se pueden plegar bajo el piso del maletero cuando no se utilicen.
A nivel de equipamiento, encontramos lo más innovador, aunque sea opcional incluso en este acabado Tekna Premium, el más alto de todos. Se trata del AVM (Around View Monitor), un sistema de visión perimetral exterior total (360º) a través de la pantalla del navegador compuesto por 4 minicámaras similares a las de los coches de Fórmula 1, en el frontal, portón trasero y carcasas de los retrovisores exteriores. Única opción en este nivel (junto con las llantas de aleación de 18” –de 17” de serie– y la pintura metalizada, también en la unidad probada) ya que su dotación de serie es muy completa como corresponde al máximo nivel de acabado: faros de xenon, acceso sin llave y arranque por botón, navegador con pantalla de 5”, tapicería de piel, cámara de visión trasera, climatizador dual, apoyacabezas activos, sensores de aparcamiento, activado automático de faros y limpiaparabrisas, equipo hi-fi Bose con lector MP3, ABS+ESP, 8 airbags…

Un motor sensacional.–El motor es otro punto fuerte de este Qashqai+2: el nuevo1.6 dCi de origen Renault que ya probamos en el Scénic, un moderno bloque de 4 cilindros y cotas casi cuadradas (80 x 79,5 mm) que cubica 1.598 cc y ha logrado, aún siendo de fundición, reducir su peso en 15 kg. Con culata biárbol en cabeza y 16 válvulas, este motor trae de serie filtro de partículas y cumple la normativa Euro 5, entregando 130 CV a 4.000 rpm y nada menos que 32,7 mkg de par desde 1.750 rpm (uno de los mayores en su cilindrada). Al alto par contribuye el efecto “swirl” (turbulencia) generado en las cámaras de combustión, que también disminuye el consumo y las emisiones de NOx y CO2. Asimismo, este 1.6 dCI cuenta con recirculación de gases de escape a baja presión que permite reciclarlos más fríos y de ese modo reducir aún más las emisiones (a base también de acelerar el calentamiento del motor mediante una válvula EGR situada en la parte superior del circuito de refrigeración del bloque). Si a todo ello añadimos su bomba de aceite de caudal variable, el sistema “stop & start” y el alternador de recarga inteligente (que aprovecha frenadas y retenciones para producir corriente), se comprende que la reducción total de consumo ronde el 4%.
Con un cambio manual de 6 marchas (de relación cerrada entre 1ª y 2º y entre 5ª y 6ª, y ya más abierto entre 3ª, 4ª y 5ª), este Qashqai 1.6 dCI tiene tracción total 4×4 de reparto automático, que funciona normalmente sobre buen piso como tracción delantera (90% del par motriz delante y 10% detrás), mandando más par al eje trasero en cuanto el delantero empieza a patinar. También puede desconectarse del todo la transmisión al eje posterior (para circular sólo en 4×2, como un tracción delantera), y bloquearse a baja velocidad bajo reparto constante fijo (57% delante, 43% detrás) para rodar sobre caminos de tierra (tiene 19 cm de altura libre al suelo). Y si por voladizos y suspensión se presta menos que otros a rodar “off road”, por tracción y altura permite ir por todo tipo de pistas de tierra.

Buenas prestaciones, mejores consumos.–El resultado de su combinación motriz, con un motor 1.6 dCi que da el mismo par del anterior 2.0 dCi (y a 250 rpm menos, con el 80% desde 1.500 rpm) es una gran elasticidad y una gran reserva de potencia. Suave y silencioso, y pese a unos desarrollos algo largos para sus 1.700 kg de peso (48,3 km/h x 1.000 rpm en 6ª), permite rodar tranquilamente en 6ª entre 2.000 y 2.500 rpm, lo que supone rodar entre 96 y 120 km/h, con una respuesta directa al acelerador al girar el motor sólo algo por encima del régimen de par máximo.
En tracción sólo delantera, hemos logrado los 192 km/h de velocidad máxima en 6ª y acelerar de 0 a 100 km/h en 10,8 segundos, registros que mejoran los oficiales (189 km/h y 11,6 segundos para cada uno, aunque con tracción 4×4). Aunque lo mejor son los 32,6 segundos en el km con salida parada, un crono excelente para un coche de su altura y peso animado por un turbodiesel 1.6 de 130 CV. Las recuperaciones ya son algo peores, pero en todo caso suficientes, gracias al elevado par, y los consumos francamente bajos, sobre todo para un SUV de su porte: gastar menos de 5 litros de gasóleo (4,8) a 90/100 km/h, no llegar a los 6 a 120/130 y sobrepasar ligeramente los 7 (7,1) en tráfico urbano, aunque sea con ayuda del sistema “Stop & Start” son cifras realmente muy bajas, de las mejores de su clase.

Comportamiento de turismo.–Y si sus prestaciones son brillantes, sin ser excepcionales, su comportamiento es digno del mejor turismo compacto de su clase. No se nota ni el aumento de batalla ni el de peso (100 kg más que el Qashqai 5 plazas), sin inercias ni reacciones aparatosas, y con una conducción suave y cómoda sobre todo tipo de pisos y condiciones. La suspensión de mayor recorrido para admitir más carga y con un centro de gravedad algo alto, típico de SUV, presenta cierta tendencia al balanceo, limitada por una amortiguación eficaz. Al límite manifiesta una clara tendencia al subviraje (irse de delante), pero progresiva y con un rodaje suave y cómodo que permite apurar su dinamismo. Sobre firme irregular no hay rebotes y es entonces cuando su suspensión suave muestra todas sus ventajas.
Quizá el único reproche sea el tacto de la dirección de asistencia eléctrica, que aunque suave y precisa, peca de algo lenta (3,25 vueltas de volante entre topes), sin transmitir del todo lo que pasa bajo las ruedas. Y en cuanto a los frenos, con discos delanteros de 320 mm, son potentes y de buen tacto, logrando parar el coche en menos de 56 m a 120 km/h (y en menos de 10, 9,5 a 50 km/h) aunque en uso intensivo acusen el peso del coche y den signos de fatiga, pero que se recuperan muy rápidamente.
En definitiva, un SUV de turismo muy completo a un precio algo alto (32.850 euros en este nivel máximo Tekna Premium). A cambio ofrece un equipamiento excepcional y tracción 4×4 desconectable, junto a uno de los mejores motores diesel del mercado en su cilindrada. Y si lo que buscamos es este motor junto a un “look” todo camino sin necesidad de 7 plazas, nos podemos ahorrar 5.000 euros, con el Qashqai 1.6 dCI 4×2 en este mismo nivel Tekna Premium por 27.850 euros.

 

                                                
Características técnicas, equipamiento y opciones en la pestaña Ficha Técnica.

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