Cerca de un millón de coches (920.000) es el total de unidades de la marca nipona afectadas por un eventual fallo del interruptor de luces de los modelos Lancer y eK fabricados entre 2003 y 2008, y cuya avería podría dejar sin luz en marcha al vehículo. El problema radica en la fragilidad de la base del interruptor, cuya rotura desconecta las luces del coche, aunque hasta ahora no se ha detectado ningún accidente por este motivo. En todo caso, como fallo que afecta a la seguridad, Mitsubishi ha procedido a la pertinente llamada a revisión de los modelos citados, casi todos vendidos en Japón (703.900) aunque también lo han sido en otros mercados. De hecho, Mitsubishi revisará 85.000 unidades en Australia y otros países del área Asia/Pacífico, así como de Europa. El fallo suele avisar mediante una disfunción en el uso de faros e intermitentes: Mitsubishi sustituirá en el interruptor defectuoso, en una operación sin cargo para el cliente de media hora de duración, cuyos costes totales no han sido precisados por el constructor.