La concepción deportiva del Lancer Sports Sedan se ve continuada con la llegada de una carrocería dos volúmenes de 5 puertas, más demandada por el público europeo por su funcionalidad, y que en España representará el 60% de la ventas del modelo. En contra de lo que pudiese parecer, esta carrocería Sportback es 1,5 cm más larga y 2,5 cm más alta que el Sports Sedan, alcanzando los 4,59 m de longitud total, sobre la misma plataforma de 2,64 m de batalla y suspensiones independientes.
Aunque la familia Lancer cuenta con una estética similar, cada versión dispone de una parrilla específica que lo diferencia del resto. Así, esta nueva variante Sportback estrena nueva calandra tipo «Jet Fighter» de forma trapezoidal pero con el perfil enteramente cromado, unificando parrilla y paragolpes en un solo conjunto, como en la nueva variante deportiva Ralliart que conserva el capó de aluminio del Evolution y prescinde del enorme alerón trasero. Pero es en la zaga donde el Sportback cobra protagonismo, con una inclinación pronunciada disimulada por un espoiler de tamaño generoso situado a continuación del techo y que suaviza la caída de la luna posterior.

Mientras el interior ofrece una habitabilidad similar a la del Sport Sedan, el maletero pierde algo de capacidad (344 litros frente a 400 litros), a cambio de ofrecer un mejor acceso y una mayor modularidad. Esta se logra al disponer de un doble fondo ajustable en altura (10 cm) para conseguir una superficie de carga plana si abatimos los asientos traseros. Se pasaría entonces de los 288 litros iniciales con el plano de carga elevado a un volumen de 1.394 litros, perdiendo en cualquier caso 20 litros si se añade el subwoofer del equipo de sonido Rockford Fosgate.
En cuanto a motores, el Lancer Sportback dispone de los dos presentados en la berlina; un gasolina 1.8 de 143 CV disponible ahora también con caja manual de 5 velocidades (en el Sport Sedan sólo se ofrece con caja automática), y el diesel 2.0 DI-D de origen Volkswagen de 140 CV. Si bien, se incorporan las versiones Ralliart en las dos carrocerías de 4 y 5 puertas, con motor derivado del Evolution, convirtiéndose en el puente entre este último y las versiones de acceso al modelo.

Se trata del 2 litros de aluminio turboalimentado que rebaja la potencia inicial de 295 CV a 6.500 rpm a base de tocar turbocompresor, admisión y centralita electrónica, hasta obtener 240 CV a 6.000 rpm, consiguiendo un par máximo de 36 mkg a 3.000 rpm (37,3 a 3.500 rpm el Evolution).
En la práctica la pérdida de caballos no se nota tanto si se tiene en cuenta que el par máximo apenas varía, consiguiendo aceleraciones similares de 0 a 100 km/h en 7 segundos y de 15 segundos en recorrer los 400 m desde parado, conservando un empuje poderoso y nada brusco.
Igual que el Evolution, el Ralliart dispone de tracción integral AWC controlada por un diferencial central activo AWD, aunque menos sofisticada al prescindir del ABS deportivo y el control de derrape AYC, sustituido por un diferencial mecánico tipo LSD. Además la única caja ofrecida en esta versión, automática por doble embrague de tipo DSG, sólo dispone de dos modos: Normal o Sport.

Los nuevos Sportback y Ralliart estrenan nueva función de señalización de frenada de emergencia al encender los 4 intermitentes en frenadas bruscas, sin embargo volvemos a encontrar uno de los inconvenientes de los Lancer Sport Sedan, al repetir las mismas carencias en insonorización en todas las motorizaciones al subir de revoluciones.
Con precios sin confirmar aunque ligeramente por encima de los Sports Sedan a igualdad de motorizaciones y acabados, la carrocería Sportback empezará a venderse este mes de septiembre en tres niveles de equipamiento, contando el 1.8 manual con los acabados Inform e Intense, reservando el Instyle para la caja automática, mientras que el motor diesel repetirá los acabados del Sport Sedan (Inform, Intese Tech e Instyle).
La variante Ralliart hará su entrada a principios del próximo año con ambas carrocerías, coincidiendo en primavera con la presentación del primer motor diesel de Mitsubishi (denominado Clean Diesel), con una cilindrada inicial de 1.8 litros e inyección directa por «common rail» (136 CV), y que sustituirá al actual 2.0 DI-D.