Exelente el nuevo posicionamiento de su modelo ASX en el mercado español, en uno de los pocos segmentos en crecimiento que existen, el de los todocaminos compactos, con un 84% de crecimiento el último año. Y está claro que el ASX llega con la firme intención de hacer sombra al que sin duda ha sido la estrella de los todocaminos compactos y medios hasta ahora, el Nissan Qashqai, claro líder de su segmento. Pero los firmes propósitos de Mitsubishi no son nada sin buenos argumentos que lo respalden, y el nuevo ASX dispone de ellos.
Comparte un 70% de piezas con su hermano mayor Outlander, que le proporciona una probada plataforma convenientemente recortada, mismo esquema de suspensiones y sistema de tracción 4×4. Al igual que sucede con el Outlander, esta plataforma también será compartida con PSA, lanzando sendos vehículos Citroën y Peugeot próximamente.
Más allá del bueno, bonito y barato, el ASX puede presumir de un atractivo exterior que hace “girar cabezas” a su paso, siguiendo la línea inaugurada por el Lancer, con la gran parrilla trapezoidal de contorno cromado tipo Jet Fighter, en combinación con el diseño aerodinámico de faros que tanto está gustando al gran público. La vista lateral denota una cierta inclinación hacia delante, en forma de cuña, lo que aumenta su carácter dinámico, mientras que la zaga de diseño muy equilibrado incluye pilotos horizontales también afilados hacia el interior, que lo hacen parecer más bajo y ancho de lo que realmente es (1,62 y 1,77 m respectivamente).
Las aptitudes fuera de carretera, por pistas y caminos, quedan garantizadas con 17 cm de altura al suelo. El ASX parece más grande de lo que es (4,30 m, lo mismo que el Qashqai), y pese a su tamaño contenido dispone de un interior muy bien aprovechado gracias a una considerable distancia entre ejes de 2,67 m.
Presidido por un salpicadero algo sobrio y minimalista, en la línea de otros modelos de la marca, los ajustes e impresión de calidad son buenos. El cuadro de relojes, de orientación deportiva, está retroiluminado y dispone de una pantalla digital central a color que muestra entre otras cosas, el ordenador de viaje, el termómetro exterior, temperatura del motor, el nivel de combustible y la conexión del sistema 4×4 en caso de llevarlo. El salpicadero gana bastante en el acabado Kaiteki 4WD, que incorpora el sistema de navegación MMCS con disco duro de 40 Gb y pantalla táctil de 7 pulgadas.
Los asientos delanteros disponen de confort adecuado, con cierto grado de dureza y con una banqueta bien dimensionada, si bien tienen un apoyo lateral algo limitado, sobre todo en la zona superior. Las plazas traseras gozan de gran amplitud para el tamaño compacto del modelo, y disponen de anchura suficiente para tres ocupantes (1,43 m), mientras que el espacio para piernas es aceptable y la plaza central no se ve entorpecida por el túnel central (suelo plano).
El maletero sin ser demasiado grande (aunque un poco mayor que el del Qashqai) cubica unos 416 litros, aunque sus formas desiguales obligarán a usar algunas bolsas de viaje en lugar de maletas si no queremos dejar zonas sin aprovechar. Para conseguir algo más de espacio, se ha sustituido la rueda de repuesto por un kit antipinchazos, situado bajo el piso en una práctica cajonera compartimentada de 26 litros y si se quiere se puede aumentar la capacidad abatiendo los respaldos de los asientos traseros, consiguiendo una capacidad de hasta 1.193 litros.
Hasta ahora sólo se disponía del propulsor más potente diesel 200 DI-D de 150 CV con tracción delantera o 4×4. Este 1.8 litros realizado enteramente en aluminio por la propia Mitsubishi, dispone de inyección directa por common-rail, turbo de geometría variable y el estreno de la tecno-logía MIVEC. Esta novedosa tecnología (para un diesel), aplica en las válvulas de admisión una alzada variable, ganando en elasticidad y permitiendo reducir la relación de compresión a tan sólo 14,9 a 1. En la práctica, su generoso par máximo de 30,6 mkg constante entre 2.000 y 3.000 rpm, hace que el motor responda con fuerza desde 1.500 rpm, subiendo sin pérdida de empuje hasta las 4.000 rpm, destacando como su principal virtud la ausencia de ruido y vibraciones, aunque oiremos (quizá demasiado) el sonido del turbo al pisar y soltar el acelerador (como en el otro diesel 180 DI-D).
La posibilidad de montar la tracción total AWC del Outlander es un plus en esta versión, pudiendo repartir hasta el 50% en cada eje (parte de 98% delante y 2% atrás) el modo 4×4. Si bloqueamos la tracción 4WD, se transfiere 1,5 veces el par a las ruedas traseras, mejorando la tracción en superficies de poca adherencia. Además de este 200 DI-D, la gama ASX acaba de incorporar dos nuevas versiones de acceso al modelo, ambas de tracción delantera. Se trata del gasolina 160 MPI de 117 CV y el diesel 180 DID de 116 CV, que a buen seguro se harán con el grueso de las ventas (principalmente el diesel) dado su precio competitivo y prestaciones.
Ambos propulsores también están realizados en aluminio y se benefician al igual que el 200 DI-D de la distribución variable. De hecho, el 180 DI-D emplea el mismo motor de éste último pero con un turbo de menor presión y una gestión del motor diferente que reduce su potencia a 116 CV y su par máximo a 27,5 mkg entre 2.000 y 2.500 rpm. Las características de esta versión hacen mejorar su respuesta a bajas revoluciones (indica cambio a marcha superior ¡a 1.600 rpm!), pudiendo disponer de suficiente empuje para mover al ASX con bastante agilidad y unos consumos muy contenidos.
Por último la variante gasolina 160 MPI sorprende por su elasticidad y respuesta a bajo régimen de giro (por debajo de 2.000 rpm el ordenador pide cambio a mar-cha superior), eso sí, sin grandes sensaciones de empuje como sus hermanos sobrealimentados, pero muy dignas para un 1.6 litros con 1.300 kg de peso y que obtiene consumos muy ajustados (5,9 lit/100 km). A cambio permite subir hasta 6.500 rpm con empuje constante, e incluso bastante más considerable a partir de 3.000 rpm, precisamente donde el motor empieza a emitir mayor ruido. El único pero lo encontramos en la dirección eléctrica a la que le falta transmitir algo más de precisión, sobre todo en línea recta, al tener que mover menor peso que las versiones diesel.
Toda la gama cuenta con la tecnología de ahorro de combustible que la marca llama ClearTec, consistente en emplear entre otros el dispositivo Auto Stop & Go, que para y arranca automáticamente el motor cuando el vehículo se detiene y soltamos el embrague en punto muerto. Una vez que volvemos a reiniciar la marcha, el motor arranca al pisar de nuevo el embrague.
A lo que se añade el sistema de recuperación de energía procedente de la fuerza de frenado (GCS), al conectarse en ese momento el alternador de carga de la batería. Y también neumáticos de baja resistencia, una dirección eléctrica de bajo consumo, un filtro de partículas (en los diesel) de ciclo cerrado, leds de bajo consumo para los pilotos traseros, un aceite de baja viscosidad (0W30) y un indicador de cambio óptimo de marcha bajo un patrón de conducción económica.
En cuanto a acabados, las recientes versiones incorporadas introducen un nuevo equipamiento de acceso denominado Challenge bastante completo que incluye de serie: control de estabilidad, climatizador automático, volante multifunción, control de velocidad de crucero, radio CD MP3 con 6 altavoces, llantas de aleación de 16 pulgadas (neumáticos 215/65R16), sensores de lluvia y de encendido de luces, airbag de rodilla, etc. Luego le sigue el acabado Motion que añade entre otras cosas llantas de aleación de 17 pulgadas (neumáticos 215/60R17), lunas traseras tintadas, faros de xenon Super-HID de haz ampliado y Bluetooth.
Para terminar con el acabado Kaiteki que incluye tapicería de cuero con asientos calefactables de regulación eléctrica (conductor), equipo de sonido premium Rockford Fosgate (710 W y 9 altavoces) con cargador de 6 CDs, sistema de apertura de puertas sin llaves y encendido del motor mediante botón. Las variantes 4WD suman el techo panorámico y las barras portaequipajes, y en el acabado Kaiteki además el sistema de navegación MMCS, con servidor de música y cámara de aparcamiento trasero. En definitiva, tres diamantes en bruto que hacen honor al logotipo de la marca.