El Mini de las próximas décadas
El Mini Vision Next 100 es el segundo prototipo conmemorativo por el centenario de BMW, la marca que lo fabrica, y sirve para plasmar lo que Mini quiere que sea su pequeño utilitario dentro de varias décadas: personalización, diversión y conducción autónoma son sus principales atributos.
Tras el BMW Vision Next 100, Mini ha mostrado la imagen en la que se podrían inspirar futuras generaciones del pequeño modelo. ‘Bautizado’ como Mini Vision Next 100, como no podía ser de otra forma recuerda al modelo actual en sus líneas, que combinan colores distintos para carrocería y techo.
Con una longitud no confirmada aunque parecida al modelo original de 1059 (3,06 m), llaman la atención las ruedas de grandes dimensiones y posicionadas en los extremos de la carrocería se ocupan de que el coche tenga la imagen de aplomo y dinamismo que distingue a los modelos de la marca. Gracias a la Alive Geometry fue posible conseguir un resultado aerodinámico óptimo: la carrocería cubre las ruedas, y ese recubrimiento es extensible, por lo que se adapta a los movimientos de las ruedas al girar el volante. Además, al novedoso diseño del coche, se obtiene un coeficiente aerodinámico (valor cw) sumamente bajo de apenas 0,18. Otro ejemplo de un elemento de diseño analógico muy especial del vehículo visionario MINI lo constituye la colocación de las ruedas, cuyo movimiento de giro genera un efecto «Ombro cinema». Esto hace que la superficie exterior de la rueda permanezca inmóvil y solo se mueve con el neumático un disco colocado detrás.
En su interior cuenta con información y gráficos adaptados a los gustos de su usuario. Cada conductor podría así seleccionar a su gusto las funciones de entretenimiento, comunicación, opciones de conducción autónoma y ‘cooperización‘, entendido esto último como la posibilidad de cambiar la respuesta del coche y la luz ambiente interior de su emulación a través de una lámpara circular parecida a un caleidoscopio. Además, el Mini del futuro contaría con un botón ‘Inspire Me‘ que permitiría descargar información para el conductor, como por ejemplo la configuración del coche preferida por un artista al que admiras. Por supuesto, todo ello se conseguiría con gran cantidad de materiales modernos y reciclados, como el plástico, el aluminio, el basalto y la celulosa, a los que se suman otros más tradicionales, como el cuero Alcántara o la madera.
Lo que los responsables de la marca esperan que no cambie es la diversión al volante y la sensación de estar conduciendo un kart con carrocería. Un aliciente que encontrarán quienes conduzcan un Mini en el futuro es la realidad aumentada, con proyecciones para que, por ejemplo, puedan hacer la trazada idónea en un circuito.
Permitirá una amplia movilidad en cuanto a asientos, volante y pedales (un asiento sin interrupciones y unos pedales que podrán desplazarse junto con el volante) por si queremos hacer otra cosa mientras el coche nos lleva a nuestro destino con la función de conducción autónoma activada. Así, el urbanita británico sería incluso capaz de ir a la estación de recarga (por supuesto se ha previsto un motor 100% eléctrico), al túnel de lavado, a un aparcamiento o al lugar en el que espera un nuevo usuario.
Digitalización y conectividad son otros terrenos en los que se esperan grandes adelantos. En este sentido, el Mini Vision Next 100 podría poner en comunicación a personas con el mismo tipo de forma de vida en lo que la marca llama Experience Sharing, mostrando qué servicios se pueden enlazar de forma lógica con la movilidad individual. No se trata tan solo de desplazarse de un sitio a otro, sino de conseguir unir de forma inteligente los intereses y las preferencias. De este modo, puede crearse una nueva comunidad de gente que comparte los mismos intereses, unidos por un estilo de vida MINI común.
