El primer Mini eléctrico Safety Car
Inspirado en la versión eléctrica del John Cooper Works, el Mini Electric Pacesetter será el primer Mini eléctrico Safety Car en la Fórmula E, fruto del acuerdo que tiene el grupo BMW con esta organización, aunque ya hemos podido ver algún BMW safety car en otros campeonatos de automovilismo, como el BMW M8 Gran Coupé en Moto GP.
Diseñado específicamente para este cometido, este desarrollo no está pensado para un uso fuera del circuito. Tanto el diseño como las especificaciones lo que intentan es ofrecer el máximo rendimiento. Para ello, el grupo de diseño ha trabajado con BMW Motorsport para mejorar los pasos de rueda, faldones, y gracias a que no hace falta refrigerar el motor como en las versiones térmicas, el frontal está cerrado y mejora la aerodinámica.
La carrocería muestra tanto elementos específicos de un safety car (y que están por lo tanto recogidos en su correspondiente reglamento) como aquellos que corresponden a los patrocinadores en su carrocería. Destacan los icónicos faros circulares y la parrilla hexagonal del radiador. Se conservan los elementos propios de las versiones John Cooper Works, como son los pasos de rueda adaptados al ancho de vía del coche con aligeradas llantas de aleación de 18″ y el profundo faldón delantero con divisores adicionales a ambos lados, realzando el aspecto deportivo del frontal.
La «rejilla del radiador», que no se ve, y el logo de MINI Electric apuntan al propulsor eléctrico de este Safety Car tan especial. Dado Debajo de la parrilla llaman la atención las aberturas casi cuadradas empleadas para la refrigeración de los frenos. Las luces intermitentes blancas del Safety Car se integran armoniosamente en el capó, prolongando las franjas por el techo hasta la parte trasera. La zaga monta un alerón trasero en el techo sobre el que se han instalado las correspondientes luces de señalización, como buen vehículo de emergencia que es, mientras que el difusor trasero simula unas inexistentes salidas de escape.
Interior aligerado
Dotado de la clásica jaula antivuelco soldada, en el interior nos encontramos con que solo está en uso la parte delantera, a la que se han retirado todos los elementos innecesarios para cumplir su función, y los elementos que quedan están fabricados en materiales ligeros como la fibra de carbono, o impresos gracias a tecnología 3D, como los curiosos asientos, extraíbles y que pueden adaptarse a las medidas y preferencias del conductor. Otros elementos también impresos son el volante, el panel de refuerzo en la consola central o el interior de la puerta del piloto.
Dotado de un cuadro de instrumentos digital, la pantalla de información central deja paso aquí a una cubierta de fibra de carbono para reducir aún más el peso. La consola central alberga la palanca de cambios, el freno de mano y los mandos de las luces de señalización necesarias, todo ello en fibra de carbono vista. Los paneles de las puertas de fibra de carbono, igualmente reducidos, con aberturas de ventanas y puertas, contienen correas de tela para facilitar el cierre de las puertas.
Gracias a estas modificaciones el Mini Electric Pacesetter pesa 130 kg menos que el Mini Cooper SE de producción, con un total de 1.230 kg. El motor también está basado en el Mini SE, y genera 135 kW (184 CV) y 280 Nm de par motor, con una aceleración de 0 a 100 km/h de 6,7 segundos y, más importante que la aceleración desde parado, de 4,3 segundos en el rango 80 a 120 km/h.
Este Mini Electric Pacesetter se estrenará el 10 de abril en el segundo evento de la temporada de la Formula E que se disputará en Roma.