Dentro de la alta fiabilidad de la actual gama Mini, destaca el Countryman (septiembre 2010) que salvo algunas pocas pegas de juventud (fragilidad de fijación de algunos perfiles cromados, collarín de embrague mal sujeto, fugas de aceite en los motores de gasolina…), ha tenido pocas dolencias originales. Salvo una recurrente: la de una refrigeración deficiente. En enero de 2012, Mini tuvo que efectuar una llamada a revisión sobre todas las unidades de Mini Countryman Cooper S fabricadas de noviembre de 2006 a abril de 2011, por el peligro de incendio por cortocircuito de la bomba auxiliar de agua (obligando a reemplazarla). Y luego, en agosto del mismo año, otra vez por riesgo de cortocircuito, esta vez en el contacto del termostato, obligando a cambiar el tubo de radiador a termostato (en las unidades fabricadas del 7 de septiembre de 2010 al 24 de abril de 2012.
