El nuevo buque insignia
Mercedes ofrece ya su Clase S Maybach desde 152.000 euros, primero con el motor V8 biturbo 4.7 (Maybach S 500) y luego más adelante en abril el V12 6.0 (Maybach S 600). Son los nuevos buques insignia de la marca alemana, herederos de los últimos Maybach de 2012 y ahora renacidos como submarca de Mercedes y como la variante suprema de la ya de por sí excelsa Clase S.
La creación y rescate de la mítica marca alemana de los años 30, símbolo del lujo germano de entreguerras con sus modelos artesanales (se la conoció como la Bugatti alemana) y que acabó con la segunda guerra mundial, fabricando motores para los “panzer”, resultó demasiado cara. Las previsiones de producir un millar de coches al año (producción conjunta de los Maybach 57 y 62) no se cumplió nunca, y la crisis vino luego a darle la puntilla (en 2011 sólo llegó a vender 46 unidades, mientras que en el mismo año Rolls Royce vendió 476 coches y Bentley, 1.774). Dado el impresionante calibre de la inversión realizada, la rentabilidad era totalmente ruinosa. Aunque no son datos oficialmente reconocidos, en los últimos años, Mercedes perdía 330.000 euros con cada Maybach que vendía (y eso que su precio no bajaba de los 250.000…).
Ahora menos caros.- Pero Dieter Zetsche, el inteligente patrón del grupo Daimler, no renuncia a tener su propia marca de superlujo, para competir de tú a tú con las marcas británicas de sus rivales germanos (como es sabido Rolls Royce pertenece a BMW, y Bentley a VW). Y tampoco renuncia a tener su propia marca de lujo estrictamente superdeportiva (léase Aston Martin, en la que ya tiene puesto un pie) pero esa es otra historia. El caso es que la ha resucitado, pero ahora no como marca independiente sino como submarca de Mercedes (lo mismo que AMG), lo que además eleva el “status” premium de ésta, y a un precio alto pero no disparatado (en torno a los 150.000 euros, cien mil menos que antes).
Oficialmente, los precios anunciados de los Mercedes-Maybach S500 con impuestos eran en diciembre de 134.053 euros, por 187.841 para el Mercedes-Maybach S600, aunque en enero el S 500 (único en comercializarse por ahora en España) subió a 152.125 euros en nuestro mercado con todos los impuestos pertinentes… Lo que abre la incógnita para suponer que el S 600, cuando llegue en abril, superará los 200.000.
Quizá sea mucho dinero para un coche que se sigue pareciendo demasiado a la Clase S, y que no trae tracción total de serie (para junio se anuncia el S500 4-Matic, que será también más caro). Ya veremos si en todo caso, ahora le salen las cuentas a Mercedes: presentada simultáneamente en noviembre pasado en el Salón de Los Ángeles y en el chino de Cantón (no en vano EE.UU. y China son sus dos mercados principales, por delante incluso de los emiratos árabes), esta nueva Clase S Maybach pretende de nuevo superar comercialmente a Rolls Royce, su “target” principal. Y desde luego, no le faltan armas…
Mismos rasgos que la Clase S.- Sus líneas no son demasiado agresivas, y estéticamente no es fácil distinguir un Mercedes-Maybach del resto de la Clase S larga. La razón estriba en que los directivos de la marca no han querido que estas versiones destaquen demasiado por fuera, así que su aspecto mantiene los mismos rasgos que podemos encontrar en cualquier Clase S de última generación. Encontramos por supuesto pequeñas diferencias, como los logotipos identificativos, las llantas específicas o las puertas de acceso a las plazas traseras (casi 7 cm más cortas, para disimular el aumento de batalla, y con los triángulos de custodia traspasados al pilar trasero, aumentando la zona de “privacidad” de las plazas traseras). Pero todo se ha hecho para que no destaque mucho frente a un Clase S normal…
Respecto a un Clase S de batalla larga, este Clase S Maybach crece casi 21 cm más, todos en la batalla, lo que le convierte casi en una “semi-limusina” (pero sin llegar a las mastodónticas y desproporcionadas dimensiones de las limusinas americanas). Mide 5,45 m de largo, sobre una plataforma de 3,36 m de batalla, por 1,90 m de ancho y 1,50 de alto, creando de esta manera un impresionantemente espacioso habitáculo, sobre todo en las dos plazas traseras, con dos auténticos sillones independientes (Executive), cuyo respaldo se ajusta por separado, con lo que el espacio para los pies y el punto de referencia del asiento se mantienen invariables. La inclinación máxima del respaldo es de 43,5º, aunque para trabajar más cómodo (sobre un “laptop”, por ejemplo) se puede colocar en una posición más vertical (a 19º).
La zona posterior según Mercedes ofrece las plazas traseras más silenciosas de un sedán de producción en el mundo, gracias a su extrema insonorización, con ventanas de vidrio laminado, nuevas y mejores juntas de estanqueidad y también gracias a la cuidada aerodinámica del coche (con un Cx de sólo 0,26). Finalmente el peso, a base del uso intensivo del aluminio y el acero de alta rigidez, se mantiene en torno a las 2,2 toneladas en vacío (S 500), y unas 2,3 en el S 600.
Aunque el equipamiento de serie es máximo, como corresponde a un coche de superlujo, en opción se puede aumentar aún más el nivel de confort con asientos especiales ajustables individualmente con función de masaje («energizing») basada en el principio de piedras calientes. En los vehículos equipados con las «plazas traseras First-Class» (con consola central trasera), la consola delantera se prolonga sobre el túnel de la transmisión hacia atrás ofreciendo posavasos calefactados y refrigerados (Peltier) y hasta dos mesitas retráctiles integradas en el mismo con una coctelera con dos copas de champán de alta calidad (elaboradas a mano y bañadas en plata, de Robbe & Berking). Al confort también ayuda su suspensión neumática, que filtra la menor irregularidad del suelo, pese al mínimo perfil de sus enormes ruedas de aluminio forjado (de 20”, con neumáticos delanteros de 245/40 y traseros de 275/35).
Sibarita pero práctico.- Como coche destinado a ser conducido por un chófer, los ingenieros de la marca han desarrollado un sistema que amplifica los sonidos entre las plazas delanteras y traseras, sólo disponible en combinación con un equipo de sonido Burnmester (hasta 24 altavoces y 1.540 W de potencia). Además de serie cuenta con la posibilidad de adelantar eléctricamente desde atrás el asiento del acompañante delantero (“posición chófer”) para ganar casi 8 cm más para los pies del pasajero posterior derecho que además dispone de un apoyo especial para los pies. Y por si fuera poco, las plazas traseras disponen, además de los airbags laterales y de cabeza, airbags especiales (en la base de las banquetas) individuales y airbags de cinturón de seguridad, que además cuentan con ajuste eléctrico variable (los anclajes sobresalen automáticamente de sus alojamientos y se vuelven a esconder una vez abrochados).
Y por supuesto, climatización individual Thermotronic, filtrado e ionización del aire (y hasta perfumado, con una fragancia exclusiva de Maybach, Agarwood, madera de agar, la base del incienso)… El tapizado es a base de piel de alta calidad perforada y personalizable a gusto del cliente, y el techo panorámico de vidrio es de serie y practicable, dividido en dos secciones, una delantera deslizante y otra trasera fija, y además en opción también electrocrómico, o sea que apretando un botón se puede oscurecer a voluntad, pasando de transparente a opaco.
Las lunas traseras también van supertintadas y con cortinillas eléctricas en los triángulos de custodia, y en el salpicadero el chófer dispone de un completísimo cuadro digital (como en los demás Clase S) con el reloj central analógico en medio del salpicadero (un exclusivo suizo IWC montado a mano y con números de metal) y una gran pantalla a color multimedia con el sistema de conectividad Command de Mercedes.
En cuanto a sistemas de seguridad y de asistencia a la conducción, la nueva Clase S Mercedes-Maybach también equipa de serie lo último de la marca, incluyendo el sistema de frenado automático de emergencia con detección de peatones y asistencia de tráfico cruzado, control de velocidad adaptativo con asistente para atascos de tráfico, asistente de mantenimiento en carril, faros totalmente automáticos, sistema de visión nocturna…
Propulsores a la altura.- Ante este panorama tan sugestivo, casi las motorizaciones se relegan a un aspecto secundario. De momento hay dos: la del S 500 (como “versión de acceso”, si podemos calificarla así) con el V8 4.7 biturbo de 455 CV y 71,4 mkg de par, moviendo el eje trasero a través de un cambio automático 9G-Tronic de nueve marchas, y la versión cumbre del S 600, con el motor V12 6.0 igualmente biturbo, con 530 CV y 84,7 mkg de par, asociada aquí a un cambio 7G-Tronic de siete marchas.
Ambos cubren el 0-100 km/h en 5 segundos, con una velocidad máxima autolimitada a 250 km/h, y anuncian un consumo oficial mixto homologado de 8,9 l/100 km para el S 500 y 11,7 para el S 600 (207 g/km en emisión de CO2 para el S 500, del S 600 aún no hay datos). En realidad, los 75 CV extra del S 600 apenas se notan, entre su mayor peso y el cambio de 7 relaciones, por eso sus prestaciones son realmente intercambiables.
Choca que se haya dejado la tracción total 4Matic sólo para el futuro S 400 (con un motor V6 de 300 CV) aunque se espera que será también híbrido (al mismo nivel del Clase S 400 Hybrid L, cuya mecánica compartiría). Quizá más adelante se extienda a los demás Mercedes-Maybach… Lo que sí está claro es que no habrá versión diesel (como en los anteriores Maybach), aunque sí es posible que veamos hibridaciones futuras sobre los motores V8 y V12.
Ya a la venta desde febrero el S 500 por esos 152.000 euros anunciados, mucho nos tememos que si la escalada sigue las futuras versiones Maybach no serán menos inaccesibles, aunque se queden por debajo de los Rolls Royce Silver Ghost II…