El “downsizing” afecta también a los poderosos motores AMG de Mercedes. El actual 2.0 turbo de 360 CV que montan los A AMG, CLA AMG y el futuro GLA AMG, es lo bastante apetitoso y “performante” como para ampliar la oferta AMG en la nueva Clase C y en la B, con un motor de 4 cilindros en lugar de un V6 ó un V8. Mercedes lo está considerando y es probable que se hiciera coincidir su oferta con una variante híbrida, con la que podría ofrecer una potencia final conjunta de 440 ó 450 CV, absolutamente dentro de los parámetros de un Mercedes AMG.