En la estela del GLE Coupé
La variante “coupé” del nuevo GLC surge como directo rival del BMW X4 y se sitúa como el hermano pequeño del Mercedes GLE Coupé, bajo una configuración y un diseño similares. Tras su reciente presentación oficial en el Salón de Nueva York, llegará al mercado este otoño.
Al año de la presentación de su “concept” en el Salón de Shanghai (Motor Mundial, mayo 2015), el Mercedes GLC Coupé se ha hecho realidad sobre la base del GLC convencional, imitando el estilo del reciente GLE Coupé con la misma línea de techo inclinada que remata con un gran portón trasero. Con 4,73 m de largo y 1,60 de alto (el ancho no varía), este nuevo GLC Coupé es casi 8 cm más largo y 4 cm más bajo que el GLC estándar, manteniendo su misma batalla de 2,87 m, con unas líneas bastante más afiladas que la del GLC, aunque su resistencia aerodinámica (Cx de 0,31) es casi la misma (pero supera claramente la del BMW X4). Los faros por su parte puede ser de diodos integrales (LED High Performance), pero siempre en opción.
Imagen de deportividad.- Monta de serie un tren de rodaje deportivo con el programa Dynamic Select y sus 5 modos de conducción, con una dirección más directa (desmultiplicación 15,1:1 por 16,1 en el GLC), tracción integral permanente 4Matic y cambio automático de 9 velocidades (9G-Tronic). Como alternativa se ofrecen opcionalmente dos suspensiones con amortiguación regulable progresiva: el nuevo Dynamic Body Control con suspensión mecánica y la suspensión neumática multicámara Air Body Control.
Estéticamente, se distingue por su parrilla frontal de efecto diamante y una lama, junto al parabrisas más inclinado y el nuevo techo de marcada caída progresiva que además permite prescindir del limpialuneta, ya que la corriente de aire que se separa de la carrocería tras el deflector aerodinámico evita que el agua salpique la luneta, redondeada por arriba como otro rasgo típico de su diseño. La matrícula se coloca ahora sobre el paragolpes, y la zaga presenta unos hombros contundentes, con el paragolpes con las bocas de escape integradas y el escudo difusor de bajos, presenta una imagen atlética. Los pilotos traseros van divididos, con la estrella de la marca en el centro siguiendo la pauta que marcó el coupé de la Clase S.
Pese a este diseño “coupé”, este GLC no pierde mucho maletero frente al normal, con un volumen total de 491 litros (59 menos sobre los 550 del GLC convencional), acusando sobre todo este descenso si hay que cargar hasta el techo, por encima de la línea de las ventanillas (el volumen máximo se queda en apenas 1.200 litros).
El interior mantiene las pautas del diseño exterior, con un ambiente típico de coupé y una marcada sensación de calidad. Los principales distintivos del estilo interno del GLC Coupé son el cuadro de instrumentos y la consola central, cuyo amplio cuerpo central en una sola pieza describe una línea ondulada por debajo de la pantalla multimedia semiintegrada, desde los aireadores centrales hasta el apoyabrazos. La línea opcional AMG Line Interior potencia más aún el dinamismo con asientos deportivos tapizados en símil cuero (Artico) y microfibra, o bien con toda la tapicería opcional en cuero bicolor.
La habitabilidad tanto delantera como trasera se mantiene al nivel del GLC normal, con la misma altura de acceso. Y pese a su tamaño y batalla, el peso final es bastante contenido (1.710 kg en el caso del GLC 250 4Matic Coupé), gracias a un amplio uso de elementos de aluminio en carrocería y suspensiones.
En cuanto a motores, se esperan hasta ocho cuando esté toda la gama completa, aunque de momento se lanzará sólo con tres, un gasolina y dos turbodiesel a base del sempiterno 4 cilindros de 2.143 cc desdoblado en dos niveles (220d con 170 CV y 40,8 mkg de par, y 250d con 204 CV y 51 mkg, unido a la tracción total 4Matic). Con un consumo combinado de 5 lts/100 km para los dos, y unas aceptables prestaciones (sendos 8,3 y 7,6 segundos en 0-100 km/h con una velocidad punta de 210 y 222 km/h respectivamente) constituirán el principal núcleo comercial del modelo.
La versión de gasolina a cargo del dos litros turbo de inyección directa (y también de 4 cilindros) del 250 4Matic, igualmente con tracción total. Con 211 CV y 35,7 mkg anuncia la misma velocidad punta del 250d y acorta en tres décimas (7,3 segundos) el 0-100 km/h, a cambio de gastar dos litros más (de gasolina ahora) en su promedio combinado. Más adelante llegará el poderoso V6 biturbo del GLC 43 AMG Coupé, con 367 CV y hasta una versión híbrida enchufable (GLC 350e 4Matic) con 320 CV de potencia total conjunta. Pero eso será ya en 2017.
En cuanto a niveles de acabado, de momento sólo se sabe que Mercedes ofrecerá tres: uno básico, y luego el Exclusive y la AMG-Line, definidos como “líneas” junto a otros “paquetes” como el Night. De serie traerá llantas de 18”, portón trasero de apertura automática (Easy Pack), sistema multimedia Audio 20 CD y tapicería simil-piel. También trae de serie ayudas a la conducción como el frenado automático anticolisión (Collision Prevention Assist Plus), compensador del viento lateral, encendido automático de faros, aviso de cansancio de conducción (Attention Assist), ESP con control dinámico en curva… Su precio será determinante para conocer su auténtica capacidad de conquista en un segmento tan volátil como es hoy el de los SUV “premium” en Europa, aunque no debería de superar los 3.000 euros más a versión equivalente con el Mercedes GLC «normal».