Así será la futura Clase A eléctrica
La futura Clase A eléctrica se llamará Mercedes EQA, aquí mostrado todavía como Concept y estará en el mercado para 2020, formando parte de diez ofertas de tracción eléctrica 100% dentro de la marca de la estrella de 3 puntas.
En 2016 Mercedes presentó el Generation EQ, un «concept» en formato SUV que anticipaba las formas del recién presentado Mercedes EQC y el anuncio oficial de desarrollo de una gama independiente de modelos totalmente eléctricos. Un año después, en el Salón de Frankfurt de 2017, mostró este Mercedes Concept EQA, su segunda propuesta eléctrica, esta vez enmarcada en el segmento compacto que anticipa las líneas actuales del Mercedes Clase A.
Lejos de futurismos deslumbrantes, Mercedes ha apostado por un diseño asumible, armonioso y continuista, dentro de una evolución respecto a sus líneas habituales. El Mercedes Concept EQA presenta formas suaves y redondeadas que permiten una buena aerodinámica, y a la vez, gracias a la caída del techo y los pasos de rueda, una imagen bastante dinámica, asentado sobre una plataforma de gran batalla (2,74 m) dentro de un formato bastante recortado para lo que hoy se estila en su segmento (4,29 m de largo por 1,81 de ancho y 1,43 de alto). Al no llevar un motor de combustión convencional, la parrilla tradicional no tiene porqué ser abierta, aunque Mercedes la reproduce con un fondo cerrado sustituyendo sus tomas de aire por una superficie retroiluminada capaz de cambiar de color (por ejemplo, en verde en uso Eco, con una banda azul en Sport, o con lamas verticales en rojo en el Sport+), eso sí presidida siempre por la estrella de la marca en el centro.

Mercedes Concept EQA: Corazón eléctrico 100%
Su grupo propulsor 100% eléctrico consta de dos motores de 100 kW cada uno, uno por eje, lo que nos da una potencia total de 200 kW (272 CV) y nos permite tener tracción total desde el primer momento, con un par máximo de 51 mkg, alimentados ambos por una baterías de ion-litio de 60 kW/h de capacidad, lo que le permite una autonomía de 400 km reales, recargables tanto a través de una toma doméstica (lo que sin duda llevará 7 ú 8 horas como poco, o sea una noche) o también desde una “wallbox” (en torno a dos horas y media o tres horas si es de alto amperaje) o sobre un soporte por inducción (sin cables), e incluso desde un puesto de recarga rápida para lograr un alcance de 100 km con una recarga de 10 minutos, con un excelente nivel de prestaciones (menos de 5 segundos en el 0-100 km/h, y una velocidad máxima (aún no facilitada) que se estima cercana a los 200 km/h.
En el fondo de trata de una variante del esquema ya mostrado con el EQC “concept” (el equivalente al Mercedes GLC eléctrico), que también montaba dos motores, uno por eje, pero esta vez con 300 kW (402 CV) y baterías de hasta 70 kW/h de capacidad, lo que le confería una autonomía de 500 km. El Mercedes EQC se fabricará en Bremen a partir de 2019, compartiendo parte de sus bases de producción con el GLC. En 2025, entre un 15% y un 25% de las ventas totales de la marca serán eléctricas, contando con algunas como Smart que sólo comercializarán vehículos eléctricos a partir de 2020.
Y hablando de Smart, conviene decir que la planta francesa de Hambach donde en la actualidad se fabrican sus modelos será la que acoja también la producción del Mercedes EQA, tras una inversión especial en la misma de 500 millones de euros. Hambach, en la Lorena francesa, junto a la frontera alemana, es la planta que utiliza ya el grupo Daimler para fabricar los Smart eléctricos y térmicos (con una producción de 80.000 unidades en el 2017), y con esta ampliación se convertirá en una parte de la red global de producción de automóviles compactos junto con la planta alemana de Rastatt, siendo así el primer lugar en Europa fuera de Alemania donde se producirán modelos de Mercedes.

La idea es aumentar la versatilidad de las fábricas de Mercedes para montar simultáneamente en las mismas líneas de producción tanto modelos de combustión como eléctricos, de forma que en caso necesario se pueda aumentar la producción de unos o de otros en caso de que la demanda aumente. El plan estratégico de Mercedes contempla añadir capacidades adicionales de producción eléctrica en seis plantas clave de tres continentes: la alemana de Rastatt (a la que se sumaría la húngara de Kecskemet) donde ya se montan los Clase A, B y GLA, la china de Pekín y la mejicana de Aguascalientes. En los próximos seis años, hasta 2025, está previsto que ofrezcan una gama de vehículos eléctricos en todos los segmentos con hasta diez modelos distintos. La marca prevé que en 2025 entre el 15 y el 25% de su facturación provenga de este tipo de vehículos, con algunos mercados europeos dominantes de las mismas como el caso de Noruega. En resumen, el EQA (con las siglas EQ como distintivo de los Mercedes 100% eléctricos) deberá contribuir de forma decisiva a este proceso de electrificación automovilística que se calcula ampliamente mayoritario a finales de la próxima década.