El lujo sin techo
Tras 44 años, Mercedes ofrece una variante descapotable en su máximo alto de gama, la Clase S, que de este modo suma así la mayor oferta de su historia con hasta seis carrocerías, compitiendo de lleno en el segmento más elitista de los cabrios de lujo. Llegará la próxima primavera.
Desde 1971 con los 280 SE (las series W111 y W112, mucho antes de que se hablara de “Clase S”), Mercedes no había ofrecido un gran descapotable de 4 plazas. Pero ahora, con la proliferación en su gama S de versiones de carrocería (sólo falta la familiar, descartada por demasiado “utilitaria” en un segmento tan lujoso), no había excusa para ofrecer un Clase S Cabriolet, que compensara tanto sedán de superlujo (hay ya cuatro, el Clase S corto, el S largo, el Maybach y el Maybach Pullman, a los que se suma el S Coupé).
Presentado como el cabrio más confortable del mundo, mide 5,03 metros de largo, 1,90 de ancho y 1,42 de alto, sobre la plataforma de 2,95 m de batalla del Clase S Coupé, que hace de él uno de los descapotables más largos del mercado (sólo le supera el Rolls Royce Phantom Drophead), por delante del Bentley Continental GT Convertible y sobre todo de su rival de marca, el BMW Serie 6 Cabrio.
Con un 60% de piezas comunes con el Clase S Coupé, este nuevo S Cabrio saldrá a la venta la próxima primavera como el cuarto descapotable de la actual gama Mercedes, tras de los SLK, el Clase E Cabrio y el SL Cabrio, ofreciendo como en estos dos últimos 4 plazas reales (aunque se presente como 2+2) con capota textil en 4 colores a elegir (negro, azul marino, beige y Burdeos).
Un cabrio muy sofisticado.- El bastidor ha sido convenientemente reforzado para aumentar su rigidez al no llevar techo, mediante soluciones tales como un mamparo de aluminio y magnesio entre habitáculo y maletero (con una trampilla central que comunica maletero y habitáculo, y sirve también para llevar objetos largos), además de una nueva sección trasera con piso de aluminio y el hueco para la rueda de repuesto (eliminada, y pomposamente denominado ahora “cavidad multifunción”) soldado a la carrocería. Todo para contener un peso que aun así gana casi 100 kg extra frente al del coupé, aunque se mantenga (hasta el 50% de la carrocería es de aluminio) al filo de las dos toneladas (2,2 en el AMG S63).
Los arcos antivuelco de despliegue automático tras los asientos traseros actúan por vez primera mediante un dispositivo pirotécnico, que no sólo los proyecta sino que les coloca en su posición correcta, con nuevos sensores de vuelco que excluyen su activación por error, y como debe ser en un S Cabrio, sin línea de ruptura sobre los apoyacabezas traseros.
El confort interior se ha cuidado al máximo; lleva cortavientos automático (Aircap, con dos deflectores, uno anterior por encima del parabrisas delantero y otro detrás de las plazas posteriores ), “bufanda” de aire caliente sobre las cabezas (Airscarf, que sale por la unión de respaldos y apoyacabezas), apoyabrazos y asientos traseros también calefactados, control automático del aire acondicionado (tanto a coche abierto como cerrado), etc. Este control actúa sobre dos zonas a través de tres modos de ventilación (difuso, semidifuso o concentrado), y tiene una función “atenuamiento”, que hace que el paso de carrocería cubierta a descubierta (y viceversa) apenas se note, mediante 12 sensores que facilitan al climatizador Thermotronic el control independiente de cada salida de aire; además, el climatizador puede llevar un “pack” de aromas (Air-Balance) como en los demás Clase S, junto a un ionizador del aire (con filtro de carbón activo). Respecto a la tapicería, hay dos tipos de piel Nappa en diversos colores, con alguno inspiración náutica según la marca (azul marino y gris porcelana).
Una capota muy mimada.- Una curiosidad es que la capota se aloja dentro del maletero y no en un compartimento propio. Cuando se pliega, un mecanismo divide automáticamente el espacio reservado para ésta y el del equipaje con un estor de separación, sin necesidad de intervención manual. Con la capota puesta, este estor puede cambiar de posición para aumentar el espacio de carga, con sólo pulsar un botón que hay en el reverso de la tapa del maletero (tapa en la que por fuera la estrella de Mercedes sirve de tirador además de ocultar la cámara de visión trasera).
La operación de plegado y desplegado dura unos 20 segundos y puede efectuarse en marcha (hasta 60 km/h), pudiendo ordenarse desde el mando a distancia de la llave electrónica o desde el interior del coche, por una tecla en la consola (que también sirve para abrir la tapa del maletero, practicable a distancia). El cuerpo de la capota recurre como aislantes al neopreno y el caucho sintético, y con ella puesta la aerodinámica de este S Coupé casi iguala (Cx de 0,29) a la del S Coupé (Cx de 0,28). Además es extremadamente ligera (28 kg), a lo que contribuyen ingeniosas soluciones como el amortiguador de vibraciones que la bomba hidráulica usa como contrapeso adicional, y que permite reducir su peso en 7 kg.
Otra mejora importante de esta capota textil es su elevado aislamiento acústico, al nivel del Clase S Coupé (el turismo de serie con menos ruido en el interior de su habitáculo). Cuenta de serie con tres capas, con una película de butilo (en vez de neopreno) sobre la cara interna del revestimiento textil exterior, para impermeabilizarlo mejor, lo que también le aísla mejor del ruido junto con el acolchado interior, además de evitar que los arquillos se aprecien desde fuera.
Estéticamente la similitud de este Clase S Cabrio es casi total con la del S Coupé. En su frontal destaca la parrilla negra de efecto diamante con la estrella de 3 puntas y la gruesa lama central cromada. En el capó hay dos perfiles superiores centrados y el paragolpes presenta tres tomas de aire (en el centro y a los lados). El alumbrado de diodos opcional (LED Intelligent Light System) asegura su brillante imagen con cristales de Swarovski en intermitentes y las luces diurnas.
De perfil y con capota cerrada, su silueta repite la “dropping line” del coupé, reforzada por el acristalado de baja altura, con ventanillas traseras totalmente descendentes, mientras que la zaga luce sus grupos ópticos planos y de diodos, envuelta por las prominentes aletas que acentúan la sensación de anchura. La capota cerrada con la luneta trasera, armoniza con el resto de elementos traseros, con un perfil cromado horizontal sobre los pilotos ciñendo la tapa del maletero por debajo del minideflector aerodinámico tallado en ella. El paragolpes presenta un discreto escudo difusor trasero, con las salidas de escape en cada extremo.
Motores V8, a partir de 455 CV.- El apartado motriz queda a cargo del V8 4.7 de 455 CV (4.663 cc), con 71,4 mkg de par (desde 1.800 rpm). Es el motor del Clase S 500 Cabrio, biturbo y de inyección directa de gasolina, con propulsión trasera y cambio automático 9G-Tronic de 9 relaciones, que ahora anuncia una sustancial reducción de consumos y emisiones (8,5 l/100 km en el promedio combinado y 199 g/km de CO2).
Luego está la versión AMG S63, también con un V8, pero esta vez el 5.5 (con 5.461 cc, también biturbo y de doble inyección, directa e indirecta) que con 585 CV y 91,8 mkg de par le sitúa dentro del campo de los superdeportivos, y aun así con consumos y emisiones razonables (10,4 l/km en el promedio oficial combinado, con 244 g/km de CO2). Con unas prestaciones iguales a las del Clase S Coupé AMG S63 (3,9 segundos de 0 a 100 km/h y 250 km/h de velocidad máxima autolimitada), este S Cabrio AMG puede llevar también tracción total 4Matic, siempre con el cambio manual robotizado de AMG, el Speedshift MCT-7 con 7 marchas y tres programas de uso, y que a diferencia del 9G-Tronic del S500 no lleva convertidor de par, sino un embrague multidisco en baño de aceite.
La unión al suelo.- Con un tren rodante algo más discreto que el del coupé (llantas de 19” en vez de 20”, calzadas con neumáticos de 255/45 delante y 285/40 detrás en el caso del AMG S63), esta nueva Clase S Cabrio monta de serie suspensión neumática Airmatic, de carácter semiactivo y ajuste automático de dureza según el estado de la carretera o el estilo de conducción (ajuste también posible en dos niveles de forma manual), con variaciones de la altura libre al suelo de hasta 3 cm (en el AMG S63), para circular sin riesgos sobre carreteras degradadas, recuperando la altura original si se superan los 120 km/h o al elegir el programa de conducción deportiva.
Del mismo modo, los frenos, para detener esa masa de 2 toneladas de peso (el más ligero) necesita discos ventilados en las 4 ruedas de 390 y 360 mm (delanteros y traseros respectivamente) de diámetro, realizados en acero al carbono, pero en opción (en el AMG S63) pueden ser también carbocerámicos.
Equipamiento, el de la Clase S.- Su equipamiento y dotación de ayudas electrónicas se sitúa al mismo nivel de los Clase S Sedan y de su hermano el S Coupé, con toda la parafernalia del Intelligent Drive de Mercedes (como el frenado Pre-Safe con función de detección de peatones, el Distronic Plus con servodirección inteligente, Stop & Go Pilot, servofreno de emergencia Bas Plus, detector activo de cambio de carril, cambio automático de luces cruce/carretera con asistente de visión nocturna (Plus)…
Todo lo anterior es de serie, como el Collision Prevention Assist Plus, para evitar choques a partir de 7 km/h, ahora con una función adicional: si detecta peligro de colisión y el conductor no reacciona, el sistema puede frenar de forma autónoma por encima de 100 km/h y reducir así la gravedad del impacto por alcance a otros vehículos circulando a menor velocidad o en maniobra de frenado. El sistema reacciona también ante vehículos detenidos y frena por sí mismo hasta una velocidad de 50 km/h. Y a menos de 40 km/h, normalmente evita la colisión.
Además, el sistema preventivo de protección de ocupantes (Pre Safe) se amplía con las funciones Pre-Safe Plus, capaces de detectar un peligro de colisión por detrás y activar las luces de emergencia para advertir a los vehículos siguientes. Si persiste el peligro y el vehículo está detenido, el sistema puede activar el frenado de retención antes de una colisión por detrás y activar los pretensores del cinturón inmediatamente antes del impacto, reduciendo así el impulso hacia delante resultante del choque y mejorando la posición de los ocupantes sobre sus asientos, para disminuir el efecto “latigazo”. Todo un compendio de tecnología al servicio de la seguridad y el lujo que saldrá a la venta hacia abril de 2016 a un precio aún pendiente de fijación, pero que no bajará de los 225.000 euros.