Más dinámica, confortable y con una gran capacidad de personalización, la nueva Clase C de Mercedes se convierte en el nuevo referente de su segmento, heredando una amplia carga tecnológica incluida en segmentos superiores.
La nueva estrategia comercial de Mercedes pasa por la adopción de dos frontales diferentes, según sea su nivel de equipamiento, con la clara intención de llegar a dos tipos de público; uno supuestamente más joven que busca características más deportivas, y otro más conservador asociado con el comprador de siempre de Mercedes. Así los acabados Classic y Elegance se corresponden con la imagen más tradicional de la marca, llevan la clásica parrilla de listones finos brillantes y la estrella sobre el capó, mientras que el acabado Avangarde, de corte más deportivo, sustituye esta última por otra de grandes dimensiones situada en posición central, sobre una parrilla de tres bandas cromadas más anchas. A cada parrilla le acompañan paragolpes con diseño diferenciado que integran los faros antiniebla delanteros en forma ovalada, si bien el acabado Avangarde añade en éstos dos finas líneas cromadas como marco. Y sobre este último acabado puede incrementarse aún más la imagen deportiva con el paquete AMG, que incluye faldones laterales y paragolpes específicos con antinieblas redondos.

Para la nueva Clase C Mercedes se ha propuesto alcanzar metas más altas ofreciendo en su berlina de acceso cualidades de segmentos superiores. No sólo crece en tamaño, (5,5 cm más de largo y 4,5 cm de batalla), sino que además lo hace en prestaciones, habitabilidad y como no podía ser de otra forma, en tecnología.
Así mirando a sus hermanos mayores, en esta nueva generación se han introducido el freno adaptativo, luces de freno intermitentes en función de la frenada, el secado de frenos automático, el sistema de seguridad Pre-Safe, el airbag de rodilla, el arranque por botón y el climatizador de tres zonas entre otras cosas, que hacen del modelo un adalid en seguridad, confort y refinamiento.
En el interior encontramos un salpicadero atractivo y ergonómico en dos colores que combina perfectamente el corte clásico con líneas más vanguardistas, y que en el caso de llevar navegador, éste es escamoteable y se oculta en la zona superior de la consola central. Las mejoras en los asientos delanteros pasan por la mayor sujeción lateral (y aún más envolventes con el paquete deportivo AMG), y la adopción de un cuero grueso y rugoso que impide deslizar el cuerpo.
Las plazas traseras sólo ganan 1 cm de espacio para piernas, pero en cambio se consiguen 4 cm más de anchura (lo mismo que crece en el exterior) y 2 cm de altura que permiten un mayor confort a dos adultos de gran tamaño, aparte de que incorporan sujecciones para sillas de niños Isofix desde el nivel básico Classic y reposabrazos central en los niveles Elegance y Avantgarde.

Sin embargo el túnel de transmisión sigue estorbando al tercer ocupante. El maletero de 475 litros de capacidad sólo gana 20 litros y va iluminado de serie.
Hablando de equipamiento, los nuevos Clase C cuentan ya desde el nivel básico con elementos como avisador de pérdida de presión en los neumátioos, conexión automática de luces de cruce, regulación interior de altura de faros, retrovisores exteriores eléctricos y calefactados, guantera refrigerada, indicador de temperatura exterior, luz en el maletero, ordenador de viaje, radioCD apto para MP3 y bluetooth, etc.
Propios del Elegance como del Avangarde son además del apoyabrazos central trasero, el compartimento portaobjetos en puertas traseras, los faros antiniebla con aros cromados, el paquete de iluminación (que incluye ruedas de difusores iluminadas, alumbrado en zona inferior delantera, tiradores interiores iluminados, y 2 luces de lectura en plazas traseras), además de volante y pomo de la palanca en cuero.
El Elegance entre otras cosas incluye molduras en madera de eucalipto, mientras que en el más deportivo Avandgarde las molduras son de aluminio.
Hemos tenido la oportunidad de conducir las dos versiones más potentes 350 y 320 CDI, en gasolina y diesel respectivamente. El motor del 350 sigue siendo el mismo que el montado en la última evolución de la Clase C precedente, un V6 con 3.498 cc y 272 CV que presume de tener un par máximo de 35,7 mkg entre 2.400 y 5.000 rpm, y que en la práctica es extremadamente silencioso, aprovechable desde la zona baja de revoluciones y muy progresivo.
Este propulsor monta de serie la caja automática 7G-Tronic de 7 velocidades (manual de 6 el resto de versiones), con modo sport que permite realizar una conducción más ágil (la caja realiza los cambios a más revoluciones), además de el uso secuencial.
Esta versión disponía de la suspensión de serie para toda la gama Agility Control (de ajuste automático), que responde a un carácter más orientado al confort de los ocupantes, revelando ciertas oscilaciones de la carrocería en apoyos fuertes pero que sin embargo no comprometen la estabilidad del vehículo. Esto se debe a que los amortiguadores adaptan su elasticidad (mecánicamente) según sea su oscilación, por el tipo de conducción o el estado de la calzada, estabilizando la carrocería, aunque el aumento del ancho de vías (76 mm) respecto al modelo anterior, ayuda a no perder el magnifico aplomo mostrado.

La variante equivalente en diesel la encontramos en el 320 CDI, un V6 de tres litros que incluye filtro de partículas y aunque mantiene la potencia en 224 CV, aumenta su cifra de par máximo hasta los 52 mkg entre 1.600 y 2.800 rpm. Esta versión es como sus hermanos gasolina muy silenciosa, pero en cambio responde de forma más inmediata con un empuje considerable desde 1.500 rpm en cualquier velocidad en la que nos encontremos.
Los consumos por tanto son muy ajustados con 7,2 litros de media, dos litros y medio menos que el C 350.
Esta variante diesel equipaba la suspensión opcional Advanced Agility, que es 15 mm más baja y tiene las barras estabilizadoras reforzadas. También de regulación automática (en este caso electrónica), dispone de dos programas, confort y deportivo. En el primero encontramos un tarado confortable aunque con menos oscilaciones de carrocería que en el Agility de serie, mientras que si presionamos el botón sport, la suspensión se endurece de forma considerable tornándose algo seca, la dirección es más directa, y en el caso de montar la caja automática 7G-Tronic, pasa al modo deportivo «S». Con este paquete la dirección tiene una desmultiplicación más directa, reaccionando de forma más instantánea, y que obedece al carácter más deportivo de su concepción.
La nueva Clase C inicia la comercialización en nuestro país (con una subida media del 2%) con las versiones 200 K (184 CV), 280 (231 CV) y 350 en gasolina, ofreciendo inicialmente el 220 CDI (170 CV) y 320 CDI en diesel, su principal mercado. En septiembre llegará el resto de motores 180 K (156 CV), 230 (204 CV) y 200 CDI (136 CV), junto con la transmisión integral (280 4Matic, 350 4Matic y 320 CDI 4Matic) de mayor eficacia que la anterior, para inmediatamente después presentar la versión más potente AMG con motor V8 y 481 CV.
Mercedes ha confirmado que mantendrá las tres carrocerías de la Clase C, poniendo a la venta la variante familiar en enero del próximo año, para más adelante (2009) ofrecer la carrocería coupé.