Prueba: Mercedes Citan 109 CDI Combi

19 septiembre, 2013
JUAN ROBREDO

Para el ocio y el negocio

La nueva Citan confirma el deseo acariciado por Mercedes de entrar con fuerza en el segmento de vehículos comerciales ligeros, compartiendo este primer producto con Renault. Bajo la fórmula mixta “combi” (la más vendida) y con una mecánica sobria y fiable como el motor 1.5 dCi de 90 CV, probamos esta Citan 109 CDI, una versión ideal para quien busca a la vez un vehículo de trabajo y un turismo de recreo, y ahora a un precio abordable –menos de 18.000 euros– para lucir la estrella de tres puntas.
En España, el mercado de furgonetas ligeras de reparto urbano está dominado por la fórmula “combi” de transporte mixto de carga y pasajeros, de modo que el usuario pueda jugar con la disponibilidad de 5 plazas cuando lo quiere usar como turismo, y la de dos cuando busque su uso profesional. Por eso la oferta “combi” es también la primordialmente elegida por Mercedes para su Citan en España como la más comercial, en este caso bajo una evolución propia de un desarrollo compartido (el Kangoo) con otro fabricante mundial de prestigio como Renault, que es quien se lo fabrica pero con las especificaciones de Mercedes.

Gran capacidad.– Esta Combi toma la caja central o larga de la gama Citan con 4,32 m de largo y 2,70 m de batalla, para un ancho bastante importante (1,83 m) lo mismo que su altura (1,81 m). Capaz para 5 plazas, dispone de asientos traseros plegables y extraíbles y dobles puertas laterales correderas además de las batientes delanteras, que junto al gran portón trasero vertical (1,22 m de ancho por 1,12 de alto) le permiten un excelente acceso interior, tanto para carga como para ocupantes.
Aunque su carrocería sea la misma del Kangoo, con iguales puertas y lunas, su diseño frontal es totalmente distinto, típico de los últimos Mercedes, con su ancha parrilla de tres lamas con la estrella en el centro y los faros almendrados prolongándose por las aletas. Por detrás, la zaga cuenta con un portón muy vertical, típico de furgoneta, con los grupos ópticos verticales en columna, flanqueando una luneta con las esquinas achaflanadas.
Por dentro destaca su tremenda capacidad, que aprovecha a fondo sus formas cúbicas interiores, con un acabado donde Mercedes aporta su nota distintiva de marca, con unos asientos delanteros mullidos y cómodos, con respaldos anatómicos. La tapicería combina un diseño de tacto suave y transpirable, a la vez que resistente y fácil de limpiar. El salpicadero comparte la estructura de el del Kangoo, pero el cuadro (con indicador de temperatura de motor y cuentavueltas) tiene distinta serigrafía y el revestimiento general plástico presenta una textura similar al cuero.
El puesto de conducción ofrece la misma funcionalidad que su primo galo, con la práctica bandeja superior sobre los parasoles y sus mismos huecos portaobjetos, guantera, etc, aunque Mercedes ha procurado darle un toque de distinción intentando que los mandos, desde el núcleo central del volante al diseño y funciones del conmutador principal, palanca de cambio y teclas del cuadro, recuerden la misma disposición que en sus demás modelos.

Al volante, la palanca de luces queda un poco baja, y la dirección trae de serie ajuste de altura del volante, pero no de profundidad. Tenemos cierre centralizado con telemando y retrovisores exteriores ajustables eléctricamente desde el interior, 4 elevalunas eléctricos (pero opcionales los traseros) y radio CD con lector MP3.
El equipamiento de serie incluye también aire acondicionado manual, ayuda al arranque en cuesta, luz diurna de cruce, cinturones de seguridad delanteros con reglaje de altura y pretensores y limitadores de tensión, aviso de cinturón abrochado y 6 airbags (delanteros, laterales y de cortina). Lástima que no tenemos rueda de repuesto (sólo kit antipinchazo), lo que desluce un poco su gran capacidad útil con 5 plazas (685 litros) que con sólo dos y sin asientos traseros roza los tres m3 (3.000 litros) con una carga útil de hasta 570 kg, un extraordinario volumen propio de un vehículo comercial. Pero de serie también tenemos el control dinámico de estabilidad ESP (bajo un desarrollo específico que actúa en función de la carga combinando a la vez el antibloqueo ABS, los controles de tracción (TCS y ASR) y los de subviraje y sobreviraje (VDC).
Luego, en opción quedan muchas otras posibilidades de equipamiento (como en la mayoría de los Mercedes, y aquí más al ser un vehículo comercial). Pero el acabado general se acerca más al de un turismo que al de una furgoneta.
Mecánica suficiente.– La unidad probada -109 CDI- montaba el 1.5 dCi de 90 CV, quizá la variante más equilibrada. Este pequeño turbodiesel de 4 cilindros y 1.461 cc convence por su bajo consumo, suavidad de marcha y rentabilidad general. Su inyección directa “common rail” trabajando a 1.600 bares de presión a través de inyectores piezoeléctricos, monta turbocompresor variable con refrigeración del aire de sobrealimentación (“intercooler”), contando con detalles tan refinados como su bomba de aceite de flujo variable (para reducir el consumo) o la función opcional Eco de parada y arranque del motor en las detenciones. Su par máximo de 22,4 mkg está disponible desde 1.750 rpm hasta las 3.000 rpm).

Se ha buscado reducir su mantenimiento al mínimo (por ejemplo, la correa dentada de su distribución tiene una vida útil de nada menos que 10 años ó 240.000 km) con intervalos de revisión cada 40.000 km. Si a ello unimos un consumo oficial bastante bajo, tenemos como resultado un coste de servicio y mantenimiento realmente mínimo. Su consumo combinado homologado es de 4,3 lts/100 km (bajo especificaciones Blue Efficiency) y el mínimo interurbano es de 4,2 con un máximo urbano de 4,7 (en la versión más pesada y sin B.E. sube respectivamente a 4,5 y 5,2).
En la práctica los consumos reales no son tan optimistas, y entre un peso real en vacío que roza la tonelada y media, una generosa sección frontal con una notable altura y una dotación (opcional) de neumáticos de 205/55 R16, es difícil bajar de los 5,5 lts/100 km incluso en el crucero turístico (90/100 km/h) rozando los 6 en el normal en autovía (120/130 km/h). En ciudad, y gracias al “start & stop” de la configuración B.E., podemos movernos en torno a los 6 litros.
El motor empuja con energía entre las 2.000 y 4.000 rpm, para agotarse a las 4.500. Se puede circular con esta Citan 109 CDI a ritmos rápidos de forma silenciosa en autovía, pero entonces, no le pidamos demasiada austeridad a ese ritmo, ya que con un cambio de sólo 5 relaciones y su perfil cuadrado, superar los 140 km/h sale caro en combustible, y eso circulando en vacío o a media carga… Para bajar de los 5 lts/100 km en consumos reales en carretera sin duda haría falta una 6ª.
Las prestaciones son algo secundario en este tipo de vehículos, pero no por ello resultan desdeñables. Mercedes anuncia una velocidad máxima de 160 km/h con una aceleración de 13,1 segundos de 0 a 100 km/h, y en la práctica alcanzó los 156 km/h reales, cubriendo el 0-100 km/h en 14,2 segundos. Son registros muy aceptables para este tipo de vehículo.
Comportamiento equilibrado.– Ante todo, el objetivo primordial de Mercedes era ofrecer en esta Citan un comportamiento digno de la marca. Así, ha buscado ajustar y calibrar sus elementos a gusto de su clientela, con una dirección (electrohidráulica) directa y precisa, y unos reglajes de suspensión, amortiguación y estabilizadoras cuidadosamente compensados para ofrecer el mejor agarre tanto en vacío como con carga, sin merma del confort de rodaje. El tren rodante de esta Citan Combi es muy normal, con llantas de 15” y neumáticos de 195/65 R15, aunque nuestra unidad de pruebas montaba la monta opcional de llanta 16” con neumáticos de 205/55 R16.

Al volante, esta Citan se tiene muy bien para su peso y altura, aunque lógicamente como furgoneta que es su balanceo es más ostentoso a medida que se la fuerza, pero sus muelles cortos de alto recorrido y la amortiguación rígida en ambos ejes favorecen una respuesta dinámica, evitan el cabeceo y otorgan al Citan un comportamiento bastante neutro, aportando un confort inigualable en su categoría. La dirección (con servoasistencia eléctrica variable en función de la velocidad) es bastante rápida y precisa, con un radio de giro bastante corto para su batalla, y los frenos son potentes, resistentes y de fácil dosificación.
Su comportamiento general, sin carga, se asemeja mucho al de un turismo, con sus ventajas en confort y silencio aunque con algunas limitaciones por peso y altura. Y con carga, lógicamente su conducción requiere de las normales precauciones que la misma exija, pero aquí con la ventaja de un ESP especialmente pensada para actuar con ella.
Precio: la grata sorpresa de Mercedes.– Por 17.660 euros, Mercedes ha hecho un esfuerzo para hacer de este Citan Combi 109 CDI el producto estrella de su gama, de modo que aún incluyendo algunos opcionales convenientes (sensores de aparcamiento, Pack premium, etc), su premio final se mantenga por debajo de los 20.000 euros (e incluso menos con las ayudas promocionales de los concesionarios). Así, la segunda puerta corredera se incluye en esta versión Combi (inicialmente no prevista), lo mismo que las salidas de aireación (y calefacción) de la segunda fila o el equipo de aire acondicionado (manual), algo no muy común en un vehículo comercial. Y por supuesto, también trae de serie los asientos traseros de plegado asimétrico (1/3-2/3), portón trasero con limpia/lava luneta, cubreequipajes enrollable de maletero (que puede fijarse en dos posiciones horizontales o conservarse recogido en el respaldo trasero), piso enmoquetado, anillas de sujeción (6) para retener la carga, etc.
Además, la Combi también está pensada para su matriculación como turismo y dispone de opciones tan atractivas como los huecos bajo el piso, las mesitas plegables tras los respaldos traseros, posavasos, etc… Y de serie ya viene con ordenador de a bordo, alzacristales eléctricos, termómetro de temperatura exterior, guantera con cerradura, retrovisores por mando eléctrico, faros antiniebla, radio CD con lector MP3.

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